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La Corte Suprema va a conocer dos casos cruciales sobre el uso de la raza en el proceso de admisión de los campus universitarios americanos, ya que los nueve magistrados decidirán si las políticas de admisión de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Carolina del Norte violan el principio de no discriminación y de igualdad de protección, consagrados en la Ley de Derechos Civiles de 1964 y en la 14.ª Enmienda de la Constitución.
Ambas universidades habían defendido con éxito sus prácticas de affirmative action en los tribunales inferiores, pero la decisión de la Corte Suprema de escuchar las impugnaciones legales podría indicar la voluntad de la Corte de revisar la jurisprudencia sobre la raza en las admisiones universitarias. Ya en 2003, la Corte Suprema decidió por escaso margen que las universidades podían utilizar la raza de forma adaptada para garantizar la diversidad del alumnado.
Si la Corte Suprema falla en contra de cualquiera de las dos universidades, podría sentar un nuevo precedente sobre la affirmative action cuando los funcionarios de admisión decidan quién será aceptado en las instituciones de educación superior.
Harvard habría discriminado a los asiático-americanos por su sistema de admisión basado en la raza
El caso contra Harvard fue presentado por Students For Fair Admissions (SFFA), un grupo liderado por el activista legal conservador Edward Bloom, y argumenta que la escuela Ivy-league utiliza métodos similares a las cuotas para crear artificialmente un cuerpo estudiantil diverso, una práctica que el grupo denuncia que ha afectado gravemente a los asiático-americanos, que dicen que tienen menos probabilidades de ser admitidos que los solicitantes blancos, negros y latinos con las mismas calificaciones.
La demanda de Harvard fue apoyada en un primer momento por la administración Trump, pero la Casa Blanca de Biden retiró su apoyo tras asumir el cargo, pidiendo a la Corte Suprema que no revisara el caso después de que la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Primer Circuito denegara la petición. La demanda de la SFFA argumentaba que Harvard “utiliza la raza en cada etapa del proceso de admisión” y está “obsesionada con la raza”. También acusaba a Harvard de discriminar a los asiático-americanos, ya que tienen que “obtener una puntuación más alta que todos los demás grupos raciales, incluidos los blancos, para ser reclutados por Harvard”.
El caso contra la UNC era muy similar al de Harvard, y la SFFA también argumentó que la política de admisión de la mayor universidad pública de Carolina del Norte se basa en la raza, algo que violaría la 14.ª Enmienda de la Constitución. La UNC defendió su política diciendo que la universidad tiene un “interés imperioso en los beneficios educativos de la diversidad racial” y que la universidad se había “adherido estrechamente a las directivas de la Corte Suprema y a los requisitos constitucionales”.
La SFFA también pidió a la Corte que anulara la decisión que permitía tener en cuenta la raza en las decisiones de admisión, diciendo que era un “grave error” y que no tiene base en la Decimocuarta Enmienda y contradice los precedentes de la Corte. En un comunicado de prensa, el presidente de la SFFA, Edward Blum, mostró su aprobación sobre la decisión de la Corte, diciendo: “Agradecemos que la Corte Suprema haya aceptado la revisión de estos importantes casos. Esperamos que los jueces pongan fin al uso de la raza como factor de admisión en Harvard, la UNC y todas las universidades”.
Harvard ha defendido su política de admisión y ha lamentado la decisión de la Corte Suprema de revisar las demandas. En un comunicado, el presidente de Harvard, Lawrence Bacow, dijo que el caso “pone en riesgo 40 años de precedentes legales que conceden a los colegios y universidades la libertad y la flexibilidad para crear comunidades universitarias diversas y que la revisión de la raza como un factor entre muchos otros en las decisiones de admisión produce un cuerpo estudiantil más diverso”.
Una mayoría sustancial de americanos no cree que deba usarse la affirmative action en las admisiones universitarias
Aunque los defensores del uso de la raza como parte integral del proceso de admisión a las universidades argumentan que es un paso procesal crucial para lograr la diversidad, la mayoría de los americanos no creen que la raza o la etnia deban desempeñar un papel importante para determinar quién es aceptado en la universidad. Una encuesta de Pew de 2019 encontró que el 73 % de los americanos piensan que la raza no debería ser un factor en las admisiones universitarias.
Basado en esa encuesta, solo el 7 % de los adultos piensan que la raza o la etnia debe ser un “factor importante” en las admisiones universitarias, mientras que el 19 % dijo que la raza solo debe jugar un “factor menor.” Esta mayoría atraviesa las líneas raciales y partidistas, ya que el 62 % de los negros y el 65 % de los latinos piensan que no debería ser un factor. Incluso una mayoría significativa de votantes de tendencia demócrata (63 %) también piensa que la affirmative action no debería ser un factor importante en las admisiones universitarias.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.