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Cómo la COVID-19 se volvió la excusa perfecta para defraudar al Gobierno

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Por primera vez en cinco semanas Estados Unidos vuelve a enfrentar un alza en el número de aplicaciones por desempleo a los programas de transferencias estatales. Pasaron de 711,000 la semana anterior a 742,000 durante esta.

Aunque algunos analistas, como Eliza Winger de Bloomberg, piensan que las solicitudes de desempleo «sugiere que la última aceleración en los casos COVID-19 y las restricciones de contención están comenzando a tener un impacto adverso en la recuperación del mercado laboral». Otros analistas creen que este aumento en el desempleo pone en evidenciatra otra cosa: el sistema de transferencias estadounidense está siendo defraudado de manera masiva.

Al revisar los datos del Departamento del Trabajo se pude observar que, en efecto, las solicitudes por desempleo han crecido. No obstante, el aumento de las solicitudes solo fue significativo en un solo estado: Louisiana.

De hecho, descartando a Louisiana, las solicitudes para cesantías y asistencias por desempleo debido a la pandemia (PUA en inglés) han disminuido a lo largo del país respecto a la semana pasada.

Tipo de solicitudSemana noviembre 7Semana noviembre 14Cambio (solicitudes)Cambio (%)
Seguro de desempleo (EE. UU.)                   725,116                    743,460                   18,3442.5 %
Seguro de desempleo (Louisiana)                    10,045                      42,724                   32,679325.3 %
Seguro de desempleo (EE. UU. sin Louisiana)                   715,071                    700,736-14,335-2.0 %
Asistencia por la pandemia (EE. UU.)                   296,374                    320,237                   23,8638.1 %
Asistencia por la pandemia (Louisiana)                      9,694                      39,566                   29,872308.1 %
Asistencia por la pandemia (EE. UU. sin Louisiana)                   286,680                    280,671–                   6,009-2.1 %
Número de Solicitudes para Seguro de desempleo y Asistencia por la Pandemia en Estados Unidos. (Departamento del Trabajo)

Del 7 al 14 de noviembre las solicitudes por desempleo en Louisiana se han cuadruplicado. Esto solo ha ocurrido en dos ocasiones durante los últimos 30 años: después del huracán Katrina en 2005 y la primera semana durante las cuarentenas.

El coronavirus bien podría ser una explicación para el aumento de solicitudes en las próximas semanas, cuando más estados impongan restricciones, pero de momento, Lousiana se encuentra por debajo del promedio del país en número de casos nuevos de COVID-19 por cada 100,000 personas.

Aunque tampoco se pude descartar algún evento que haya llevado a miles de personas al desempleo en Louisiana, la prensa parece no haber informado nada que así lo indique. De hecho, Louisina, a pesar de los fuerte huracanes de este año, venía recuperando empleos tras el cierre por la pandemia y los analistas no han identificado ninguna caída en la actividad económica. Entonces, si no es la pandemia ni la coyuntura, ¿qué está pasando en Louisiana?

El dinero de asistencia a la pandemia está siendo defraudado a escala masiva

Con la pandemia, las estafas para robar información en Internet han crecido más de un 3,000 %. Al parecer este hurto masivo de identidades se usó para robar millones de dólares de los programas de asistencia por la pandemia.

Según Matt Weidinger, del American Enterprise Institute, ha habido un desproporcionado aumento de solicitudes por desempleo en al menos 9 estados producto de un esfuerzo coordinado por defraudar al sistema de beneficios establecido por la CARES Act.

Durante los últimos meses el sistema ha enfrentado una ola de fraudes para robar dinero de los programas de desempleo, en especial al PUA.

Los PUA fueron establecidos bajo la CARES Act de la administración Donald Trump para ayudar a las personas debido a una pérdida de ingresos debido al brote no pagaron las primas del seguro de desempleo. Los solicitantes recibieron asistencia federal en función de sus ganancias y eran elegibles para 600 dólares semanales en beneficios federales adicionales que expiraron a fines de julio.

Debido a que no es necesario presentar ninguna certificación de trabajo previo para accedera los beneficios por desempleo, el programa PUA se ha vuelto un imán para estafadores, que para el infortunio de las personas que realmente perdieron su empleo, se aprovechan de estas fallas en el sistema y se hacen beneficiarios de un subsidio que no les corresponde.

En algunos estados esto se ha vuelto un problema real, en Colorado se reportó que después de julio 18 el 75 % de solicitudes de «trabajadores independientes» para asistencia federal por desempleo fueron fraudulentas. Como lo reporta el Denver Post, Colorado recibió «hasta 50,000 solicitudes fraudulentas».

El estado de Washington también se vio afectado por esta oleada de solicitudes fraudulentas que le hicieron perder más de un millón y medio de dólares, tal como lo informó Suzy LeVine, comisionada del Departamento de Seguridad Laboral del estado.

El crecimiento de fraudes fue tan desproporcionado que en mayo situó al estado de Washington como primero en el número de solicitudes de asistencia federal por desempleo, más del 30 % de la fuerza laboral de Washington según los datos había hecho una solicitud por asistencia. Una gran diferencia de más de 5 puntos con Nevada, que tenía un 24,5 % de desempleo, siendo éste segundo estado en el fatídico ranking.

Las investigaciones luego demostraron que Florida, Massachusetts, Carolina del Norte, Oklahoma, Rhode Island, Washington y Wyoming fueron víctimas de un ciberataque por parte de una organización nigeriana que defraudó millones dólares de los sistemas de asistencia para la pandemia, como lo reveló el Servicio Secreto de los Estados Unidos.

¿Cómo se fraguó la estafa?

Como reveló la investigación de la agencia de ciberseguridad Agari, el grupo de hackers nigeriano generó cientos de cuentas falsas de Gmail para estafar los programas de seguridad social. Con estas cuentas usaron los nombres de personas reales dentro del seguro social, que robaron a través del hackeo de sus cuentas en redes sociales, para hacer las solicitudes de asistencia por desempleo a causa de la pandemia.

Desempleo, Estados Unidos, Estafa masiva
Ejemplo de solicitudes fraudulentas enviadas a través de cuentas de Gmail falsas. (Agari)

Normalmente las solicitudes hechas por este grupo de hackers se hacían en nombre de todo el grupo familiar de la persona, lo que podía significar transferencias semanales superiores a los 3,600 dólares por solicitud fraudulenta.

Desempleo, Estados Unidos, Estafa masiva
Solicitudes fraudulentas aprobadas para transferencias. (Agari)

Los nigerianos usaron tarjetas prepagadas de Green Dot para recibir el dinero de los programas. Las tarjetas prepagadas resultaron ideales en la operación, pues se pueden adquirir en línea, no tienen ningún costo y están habilitadas para recibir pagos y transferencias del Gobierno.

Ejemplo de una solicitud fraudulenta aprobada por el Departamento de Seguridad Laboral del estado de Washington. (Agari)

Según las estimaciones de Agari, el grupo de hackers nigerianos pudo defraudar hasta 4,7 millones de dólares de los programas de ayuda por la pandemia.

Aunque no se debe descartar el impacto de la pandemia, la cuadruplicación de las solicitudes de desempleo en Louisiana bien podría ser una nueva señal de que los programas de ayudas, de los que depende millones de americanos que perdieron su empleo por las cuarentenas, están siendo nuevamente defraudados por grupos de criminales que ni si quiera residen en los Estados Unidos.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

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