fbpx
Saltar al contenido

Crisis fronteriza pueden empeorar mucho y muy rápidamente

Los problemas de la frontera sur pueden empeorar mucho y muy rápidamente, EFE

Read in English

Lo único que ha logrado demostrar la hipocresía woke de la administración Biden y sus aliados en materia de migración y seguridad fronteriza es que los problemas de la frontera sur pueden empeorar mucho y muy rápidamente. Y sin un compromiso bipartidista de largo plazo, imposible por la radicalización ideológica demócrata, la crisis fronteriza será una amenaza recurrente de consecuencias imprevisibles. Todo lo que los republicanos hagan para asegurar la frontera los demócratas lo desharán, de una u otra forma.

Recordemos que tras los ataques terroristas de 2001 el presidente George W. Bush vinculó la seguridad fronteriza a la seguridad nacional ofreciendo un compromiso bipartidista para fortalecer la frontera y aplicar rigurosamente las leyes migratorias aceptando a los inmigrantes ilegales que ya estaban en el país. Se intentó el acuerdo bipartidista sin éxito entonces y en siguientes años.

Obama no buscó un acuerdo, liberalizó unilateralmente las políticas de inmigración. Trump tampoco buscó un acuerdo, revirtió lo de Obama usando la ley existente, sin promesas de amnistía, para asegurar cruces fronterizos ilegales y hacer cumplir la ley muy rigurosamente. Biden retomó las políticas de Obama, y pese a un aumento en las detenciones en 2021 creó una crisis fronteriza como no se había visto en décadas.

Los giros presidenciales de 180 grados y la inacción del Congreso sobre inmigración y fronteras son producto de división política e ideológica del país. Y las diferencias entre estados azules y rojos se incrementan. Y sorprendiendo a los demócratas, más y más votantes hispanos se inclinan hacia los republicanos.

La política de inmigración y seguridad fronteriza necesita una continuidad que requiere un consenso o un compromiso bipartidista a largo plazo. Ante la radicalización izquierdista demócrata, los conservadores lógicamente dieron la espalda a RINOS y moderados en las primarias republicanas.

La crisis migratoria llevó a los gobernadores de Texas y Florida a poner en evidencia la hipocresía woke enviando unos pocos migrantes a las ciudades santuario que inmediatamente claman sus propias “crisis humanitarias” ante la llegada de aquellos a los que ofrecían refugio.

En mayo una gran coalición de grupos conservadores presentó una carta a los legisladores del próximo Congreso para:

“legislar de inmediato y sin vacilaciones, asegurándose de que ni esta ni ninguna administración futura puedan volver a utilizar las lagunas en el sistema de inmigración como armas para impulsar deliberadamente Inmigración ilegal masiva (…) La oportunidad de legislar se ha perdido en varios Congresos anteriores, pero hay mucho en juego como para perderla nuevamente”.

Lo que piden es poner fin a las lagunas legales que utilizan los demócratas para implementar sus ambiguas políticas fronterizas y de inmigración. Si las elecciones de medio término dan una clara mayoría legislativa republicana y esa mayoría apuesta por forzar a la Casa Blanca a atender la seguridad fronteriza y anular el efecto llamada mediante la deportación agresiva de inmigrantes ilegales, la administración demócrata lo evadirá, de una u otra forma, ante lo que una próxima administración republicana aplicará, de una u otra forma, una política más todavía severa que la de Trump.

La plataforma conservadora fortalecida responde a la plataforma woke radicalizada. Como la administración Biden insistirá en políticas migratorias liberalizadas y ambiguas mediante lagunas legales la Corte Suprema tenderá a la plataforma republicana en inmigración y seguridad fronteriza.

Las encuestas señalan que la confianza en la administración Biden sobre inmigración y seguridad fronteriza es cada vez más baja. Pero lo cierto es que las detenciones de migrantes ilegales en la frontera entre México y los Estados Unidos tuvieron punto máximo en el año 2000, con más de 1,600,000 casos. Entre 2019 y 2021 tenemos las cifras más altas en más que una década, pero todavía menores a las de entonces. Una Hispanoamérica cada vez más inestable señala que las crisis de la frontera pueden ser mucho peores y la imposibilidad de un compromiso bipartidista indica que probablemente lo serán.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

Deja una respuesta

Total
0
Share