fbpx
Saltar al contenido

“Cultura woke” entra a Colombia tumbando estatuas

estatua de cristobal colón

Read in English

[Read in English]

En medio de las protestas que atraviesa Colombia, en Barranquilla un grupo de manifestantes derribó la estatua de Cristóbal Colón, el descubridor de América, al grito de genocida.

Después, con ayuda de cuerdas los manifestantes arrastraron la cabeza de la estatua por una de las principales avenidas de Barranquilla.

Como la creciente violencia de las marchas, el hábito de tumbar estatuas en medio de las manifestaciones ha cogido fuerza. Durante el primer día del paro nacional Cali vio cómo un grupo de indígenas mizak derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar, el fundador de la ciudad.

Días después fue derribada la estatua de Antonio Nariño, prócer de la independencia y traductor al español de la proclama de la Revolución francesa, la declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Aunque a figuras como Colón y Belalcázar se les puede achacar el título de conquistadores e incluso algunos los tildarán de genocidas, a Nariño no se le puede achacar ninguno de los dos títulos.

En marchas pasadas, los manifestantes también han intentado sin éxito derrumbar otras figuras, como la estatua de la reina Isabel la Católica y otra de Cristóbal Colón en Bogotá.

Cultura woke en Colombia, Cristóbal Colón y la ignorancia histórica

En una reciente columna en Reason Magazine, Daniel Raisbeck denunció el auge de la cultura woke en Colombia y cómo la narrativa de oprimidos y opresores ha permeado el imaginario de un sector de la juventud en el país.

La violencia contra las estatuas de figuras históricas guarda la misma racionalidad que la destrucción de puestos de policía o la quema de bancos. Esta responde a la preservación de la narrativa de oprimidos rebelándose contra un sistema opresor que se ha perpetrado desde los inicios de la historia de Colombia.

La cultura woke colombiana se alimenta de la narrativa de declararse perpetuamente oprimido por todo: por el Estado, la clase política, la cultura, las instituciones y hasta los propios ancestros.

Aunque Colombia dista de ser un país del primer mundo, su lucha por constituirse como democracia, aunque sea imperfecta, es innegable, y con todas las fallas que ha tenido como Estado, el país ha sido la democracia más duradera de Suramérica.

Cómo la estatua de Cristóbal Colón, los monumentos de otras figuras, como la de Gonzalo Jiménez de Quesada, han sido vandalizados por las manifestaciones. (EFE) Cultura Woke
Cómo la estatua de Cristóbal Colón, los monumentos de otras figuras, como la de Gonzalo Jiménez de Quesada, han sido vandalizados por las manifestaciones. (EFE)

La narrativa del victimismo se queda miope al entender la historia como un problema de buenos y malos y no como procesos complejos que están más condicionados por los tiempos que por la moral de 500 años después de ocurrido un hecho.

Colón no era más bueno ni malo que cualquier cristiano de su época, era un navegante genovés cuya cultura estaba arraigada a todo tipo de comercio, incluso la trata de esclavos. Por horrible que nos pueden parecer las prácticas del siglo XV, en esa época no había ningún ser humano que fuera un humanista y que considerará la libertad, la igualdad o la democracia como derechos para todos las personas.

En el siglo XV, la sociedad, en casi todos los rincones de la tierra, era altamente estratificada y con sistemas rígidos de castas. Esto era una realidad tanto en España como en la América precolombina, en el Imperio Otomano, la Persia Timúrida, China, India y el Japón de los Tokugawa.

Aunque estos sistemas sociales resulten terribles a los ojos de un ciudadano del mundo del siglo XXI, esta situación era la norma para una persona en el siglo XV, sin importar su lugar de procedencia. El mito del español genocida y el buen nativo americano simplemente no es cierto. Miles de indígenas fueron parte de los ejércitos conquistadores y otros tantos se opusieron a la causa independentista cuando llegó el momento de salir del “yugo” español.

Por sangrienta que pudo ser la conquista, son varios los estudios que han mostrado que el principal responsable de muertes indígenas fueron las pandemias provenientes del viejo mundo. Este hecho fundamental para explicar la alta mortalidad de la conquista española es completamente ignorado por los intelectuales colombianos de izquierda y sus seguidores, simplemente porque no se adapta a la narrativa de opresión que quieren perpetuar.

Equiparar a una figura como Cristóbal Colón con Adolf Hitler, como comúnmente se hace para justificar tumbar sus estatuas, más que dolencia y empatía muestra una gran ignorancia de dos momentos muy diferentes de la historia, sobre figuras que vivieron en momentos muy distintos, la primera en la Edad Media, la segunda en el siglo XX, después de la proclama de derechos del hombre.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

Deja una respuesta

Total
0
Share