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Los demócratas y los expertos izquierdistas están falsamente culpando al gobernador Ron DeSantis por la jubilación del presidente de la Universidad Internacional de Florida (FIU), Mark Rosenberg, como parte de un supuesto complot de motivación política.
En una declaración realizada el viernes por la noche, Rosenberg confirmó que dejaba su cargo después de haber trabajado en la universidad durante casi 45 años. Citó problemas de salud personales como la razón principal de la decisión.
“Me retiro para poder dedicar toda mi atención a los recurrentes problemas de salud personales y al deterioro de la salud de mi esposa, Rosalie”, dijo. “Ha sido realmente el honor de toda una vida representar a nuestra comunidad y ayudar a construir nuestra FIU”.
A pesar de la aclaración de Rosenberg, los comentaristas de izquierda tomaron Twitter para sugerir que Rosenberg había sido forzado por DeSantis.
La renuncia sí fue un shock para algunos después de que dijo en una entrevista el mes pasado que le quedaban muchos libros por escribir.
“A fin de cuentas soy un académico y todavía me quedan tres, quizá cuatro, libros por escribir. Mi actitud es la de ir rabiosamente hacia esa buena noche, sea lo que sea”, dijo Rosenberg al Herald en aquel momento. “En algún punto, me retiraré, y tendremos un nuevo presidente, y espero que ellos continúen donde yo lo dejé”.
Mike Hernández, analista político de Telemundo 51 y expresidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de FIU, dijo al Herald que la brusquedad del anuncio tomó a la gente por sorpresa.
“Tenía unas circunstancias profesionales y personales muy difíciles, pero la brusquedad de la dimisión cogió por sorpresa a todos los que conozco”, dijo Hernández. “Tengo una relación personal con Rosenberg”.
“Todos estamos procesando esto”, añadió. “Es muy decepcionante que los voluntarios universitarios que estamos tan involucrados en esta institución no hayamos recibido un aviso”.
Mientras tanto, el Herald publicó un editorial en el que sugería que la dimisión de Rosenberg había dejado “interrogantes a su paso”.
“Lo repentino de la dimisión de Rosenberg un viernes nos hizo reflexionar”, decía el editorial. “¿Le habían echado? ¿Hay algo más detrás de esta dimisión? La comunidad merece saberlo”.
“En cualquier caso, su marcha nos llevó a preguntarnos -porque, bueno, es Florida- quién en Tallahassee quiere ser presidente de una universidad”, continuaba. “¿Quién quiere tener un papel importante en la educación en la política republicana? ¿Cómo quiere reformar la educación en Florida? ¿Jugó el gobernador Ron DeSantis un papel en este cambio de guardia?”.
La Junta Directiva celebró una reunión de emergencia el viernes por la tarde para acordar un sucesor. En el futuro inmediato, el director Financiero Kenneth A. Jessell asumirá el cargo de presidente interino.
Jessell tomó Twitter para agradecer a su predecesor por sus décadas de servicio y por su “liderazgo y trabajo duro para ayudar a hacer de FIU lo que es hoy.”
“Como su presidente interino, valoro la responsabilidad que me ha otorgado nuestra Junta Directiva para conducir esta institución, y les pido que se unan a mí en este nuevo viaje, juntos como Panteras”, escribió.
Ben Kew is English Editor of El American. He studied politics and modern languages at the University of Bristol where he developed a passion for the Americas and anti-communist movements. He previously worked as a national security correspondent for Breitbart News. He has also written for The Spectator, Spiked, PanAm Post, and The Independent
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Ben Kew es editor en inglés de El American. Estudió política y lenguas modernas en la Universidad de Bristol, donde desarrolló una pasión por las Américas y los movimientos anticomunistas. Anteriormente trabajó como corresponsal de seguridad nacional para Breitbart News. También ha escrito para The Spectator, Spiked, PanAm Post y The Independent.