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El gobernador de Florida, Ron DeSantis anunció este miércoles que los agentes del orden público estatales y locales se han comprometido a desplegarse en Texas y Arizona para proporcionar recursos adicionales en respuesta a la crisis fronteriza.
“La crisis de seguridad fronteriza de Estados Unidos afecta a todos los estados y a todos los americanos”, dijo el gobernador Ron DeSantis.
Agregó que: “La administración de Joe Biden puso fin a las políticas implementadas por el presidente Donald Trump que estaban frenando la inmigración ilegal, asegurando nuestra frontera y manteniendo a los americanos seguros. Los gobernadores Abbott y Ducey enviaron recientemente un pedido de ayuda a todos los estados de la nación, que necesitan más personal policial y otros recursos para ayudar con la seguridad fronteriza. Me enorgullece anunciar hoy que el estado de Florida está respondiendo a la llamada. Florida te respalda”.
Por su parte, la procuradora general del estado sostuvo que está comprometida con la defensa de los ciudadanos y contra la trata de personas.
“Como fiscal general, me dedico a poner fin a la trata de personas y proteger a nuestros niños de los depredadores sexuales. Pero el presidente Biden no nos ayuda a lograr estos objetivos vitales de seguridad pública”, dijo Ashley Moody.
El pedido de Texas y Arizona
De igual manera, Moody resaltó que la crisis en la frontera genera inseguridad en la población americana. “La crisis que creó el presidente en nuestra frontera sur nos hace a todos menos seguros, y me enorgullece apoyar al gobernador DeSantis en su intento de solucionar el desastre del presidente en la frontera para proteger a los floridanos”.
La medida se produce después de que los gobernadores Greg Abbott de Texas y Doug Ducey de Arizona enviaran una carta la semana pasada solicitando asistencia inmediata para sofocar el aumento de inmigrantes ilegales, detener a extranjeros criminales ilegales y asegurar la frontera.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el mes pasado se capturó a más de 180,000 inmigrantes ilegales intentando ingresar a lo largo de la frontera suroeste.