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El despertar libertario de Cuba versus la hipocresía internacional

Cuba, El American

Las recientes y masivas manifestaciones populares de Cuba sorprendieron a su propio Gobierno y al mundo entero, pues, se trata de una sociedad históricamente oprimida, mayoritariamente condenada a la más abyecta pobreza y a vivir sometida a la ignominia, despertó luego de 62 años de silencio bajo la narco-tiranía-comunista, primero de Fidel Castro, mantenida por su hermano Raúl Castro y continuada hasta ahora por el burócrata adulón Miguel Díaz-Canel.

A raíz de tales acontecimientos y cuyas imágenes que circulan por las redes sociales como los medios de comunicación, muestran el masivo y espontáneo estallido social en decenas de ciudades a lo largo de toda la isla de Cuba, manifestaciones cuyas consignas son “Libertad”, “Patria y Vida”, “SOSCuba”, “No tenemos miedo”, entre otras, pero esto nos lleva a algunas interrogantes.

La primera pregunta es ¿por qué justo ahora inicia esta rebelión del pueblo cubano? La pista la encontramos justamente en Venezuela, principal socio económico y político de la isla, pero que desde 2016 atraviesa una profunda crisis económica producto del mismo modelo neocomunista y la exacerbada corrupción. El desastre del chavismo en Venezuela ha sido tal que hasta quebró a la empresa estatal petrolera PDVSA. Con lo cual, Cuba ya no recibe la misma cantidad de crudo, que luego vendía en el mercado internacional, he allí una de las primeras causas de la contracción de ingreso de divisas al régimen cubano.

Segundo, el impacto de la pandemia del virus chino, implicó la paralización casi total del sector turístico, uno de los pilares financieros de la economía de la isla, en crudo la pandemia recrudeció la ya bastante mermada fuente de divisas, caída que proporcionalmente afectó la caja fiscal del régimen cubano. 

La suma de ambos factores, desató en espiral una profundización de la crisis de abastecimiento de alimentos y medicinas, aunado a un deficitario sector eléctrico, cuyos acostumbrados apagones se prolongaron más de lo habitual, con lo cual da claros indicios que está al borde del colapso por falta de mantenimiento e inversión en el sector.

La respuesta de la gente naturalmente no pudo ser otra, el hartazgo, más que justificado luego de más de medio siglo de opresión, penurias e ignominias. Sin embargo, solo se trata de población civil desarmada, desorganizada y sin apoyo militar, con lo cual, infelizmente este histórico movimiento social está virtualmente condenado al naufragio, tal como lo hemos visto en tiranías similares como en Nicaragua y Venezuela.

Pero lo que resulta aún más deplorable, ha sido el rol de las rimbombantes instituciones internacionales de la paz y la democracia, que sin duda solo terminan siendo enormes espacios burocráticos para la difusión sistemática de la ideología socialista y para que los militares de la izquierda gocen de la libertad y tengan el placer de vivir cómodamente en las bellas ciudades que ofrecen las sociedades capitalistas nor-atlánticas.

Sin embargo, lo peor no es lo comentado anteriormente, sino el infame y vergonzoso papel que ha desempeñado la diplomacia del llamado “mundo libre” o la Comunidad Internacional frente a la brutal represión que sufre el pueblo cubano de manos de la narco-tiranía cubana. Por ejemplo, el canciller de la Unión Europea y fiel militante comunista  Josep Borrell en cuyas declaraciones jamás hace ni una mínima referencia a la represión policial, como también la complicidad de la camarada Michelle Bachelet que disfruta de su privilegiada vida en Bruselas tras poseer el cargo de Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas e incluso el llamado a “diálogo y solidaridad” de Bergolio, el papa comunista.

También la enorme ambigüedad del presidente Biden al referirse a Cuba asomando la posibilidad de enviar vacunas contra el virus chino a la isla, pero sin condenar las atrocidades del régimen, aunque en Estados Unidos la más absurda declaración provino de la representante demócrata por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, quien no solo ignoró los asesinatos y encarcelamientos a menores en Cuba, sino que culpó a los Estados Unidos y al embargo de la crisis cubana. Pero el máximo honor de la complicidad y que rondó la ridiculez, provino del mandatario mexicano el izquierdista y cantinflesco, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien dijo que “Cuba ha enviado médicos a México y, amor con amor se paga”.

En síntesis, los pueblos oprimidos por regímenes tiránicos de izquierda en las Américas como Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, son víctimas del silencio hipócrita o la repugnante complicidad pasiva de varios Gobiernos de la región, los cuales han dejado a la población civil de dichos países solos y expuestos a la más brutal represión por parte de los Gobiernos tiránicos. 

En este caso reciente de Cuba, la gente es víctima de violación del hogar, sufren detenciones arbitrarias (incluso de menores), y hasta de asesinatos tanto por la policía como por paramilitares. La crueldad y el horror nunca ha tenido límite cuando los comunistas se aferran al poder. Seguramente una lección tomada de Stalin o Mao quienes mataron no solo más personas que Hitler en la Segunda Guerra Mundial, sino a millones de sus propios connacionales.

Nahem Reyes is a PhD in history from the Andrés Bello Catholix University and associate member of the American Studies Center of the Central University of Venezuela. // Nahem Reyes es doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

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