fbpx
Saltar al contenido

Deuda de los Estados Unidos superará el 107 % del PIB en 2031

Read in English

[Read in English]

La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que para el 2031 la deuda de los Estados Unidos superará el 107 % del Producto Interno Bruto (PIB). Este año la deuda total alcanzará el 102 % del PIB sin contar el plan de estímulo de $1.9 billones del presidente Biden.

La CBO espera que los déficits acumulados de los próximos 10 años representen alrededor de $12.6 billones de deuda adicional, representando una disminución del 3 % con relación a su pronóstico de septiembre. La disminución esperada de la deuda que se asumirá en el futuro, se debe a que la oficina de presupuesto espera una mayor actividad económica, al tiempo que una mayor inflación y mayores tasas de interés en los próximos años.

La agencia también espera que Estados Unidos tenga un mayor recaudo del proyectado anteriormente, producto del crecimiento de la actividad económica. Los mercados financieros están tomando el estímulo de Biden con optimismo y no parecen preocupados por la deuda acumulada por los Estados Unidos.

Para el 2021 se pronostica que el déficit alcanzará los $2.3 billones, $800 mil millones menos que en el 2020 que finalizó el año fiscal con $3.1 billones, alcanzando el mayor déficit anual desde 1945 cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial.

A pesar del abultado gasto del gobierno en el 2020, la CBO espera que el costo del servicio de la deuda se ubique en 1.2 % del PIB para el otro año, un 1.4 % menos de lo que tenía estimado la CBO en sus proyecciones del 2020, alrededor del 2.6 % del PIB.

A pesar de los pronósticos, el déficit real en el que incurra la nación dependerá del criterio de una persona: Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos de la administración Biden. De Yellen dependerá la planeación del presupuesto del gobierno y limitar las expectativas del ala progresista de los demócratas de aumentar sustancialmente el gasto público.

Janet Yellen como secretaria del Tesoro de U.S. será la responsable de determinar la capacidad para incurrir en deuda de los Estados Unidos
Janet Yellen como secretaria del Tesoro de U.S. será la responsable de determinar la capacidad para incurrir en deuda de los Estados Unidos. (EFE)

Yellen solía abogar por un presupuesto balanceado como jefe del Consejo de Asesores Económicos de la administración de Clinton; pero tras su salida de la Reserva Federal y ascenso como secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Yellen se ha visto más favorable a que el gobierno incurra en déficits para estimular el crecimiento económico.

Una mayor deuda privilegia el crecimiento de corto plazo, por encima del de largo plazo

Aunque el mercado permanece optimista ante el nuevo estímulo hay quienes son más escépticos al largo plazo. “Si los Estados Unidos no puede disminuir la deuda con impuestos más altos, menor gasto discrecional, o un crecimiento económico más rápido, tendrá que disminuir el tamaño de Medicare, Medicaid y la Seguridad Social como opción principal. Estos son los programas que han crecido históricamente por encima del crecimiento del PIB”, afirma el Dr. Jeffrey Miron del Instituto Cato.

Los grandes déficits presupuestarios, y una mayor deuda en consecuencia, pueden reducir el gasto en programas federales que impulsan el crecimiento económico a largo plazo. Si los déficits se deben a programas de transferencia de ingresos, como los de los jubilados o debido a un mayor gasto en intereses a medida que aumenta la deuda nacional, pueden desplazar el gasto en actividades más productivas, como la inversión en investigación básica o infraestructura de transporte.

Wall Street no parece muy preocupado por los niveles de deuda del Gobierno en la actualidad. (Efe)
Wall Street no parece muy preocupado por los niveles de deuda del Gobierno en la actualidad. (EFE)

Una deuda muy elevada puede dificultar la respuesta del gobierno para la próxima recesión, cuando llegue. Si el déficit presupuestario ya es grande en una recesión, los políticos pueden ser reacios a emprender estímulos, preocupados por causar una crisis fiscal. Finalmente, los déficit presupuestario pueden desincentivar la inversión privada, ya sea por mayores impuestos o menor capacidad de inversión del gobierno en bienes públicos o infraestructura productiva.

A pesar de las restricciones que puede generar el aumento significativo de la deuda, la economía americana no se encuentra al borde de una crisis fiscal. El dólar sigue siendo la mayor monedea de reserva en el mundo, el mercado sigue demandando los bonos de deuda del Tesoro y Estados Unidos cuenta con el mayor mercado de capitales, y un récord impresionante de innovación y crecimiento económico. Por el momento la economía americana todavía tiene techo de endeudamiento.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

Deja una respuesta

Total
0
Share