Read in English
Este martes, el congresista cubano-americano Mario Díaz-Balart se refirió a la postura que la administración Biden ha asumido con respecto a los regímenes totalitarios de Cuba y Venezuela, y dijo que el presidente se ha puesto “del lado de la tiranía” castrista.
Con respecto al régimen venezolano, Díaz-Balart dice sentirse “profundamente decepcionado” por la decisión “unilateral” del presidente Biden de “relajar” las sanciones impuestas contra el dictador socialista Nicolás Maduro y su entorno.
Díaz-Balart insiste, los demócratas se resisten
Por otra parte, el representante republicano por Florida recalcó que desde el Congreso le han pedido a Biden en reiteradas ocasiones que facilite la llegada de Internet a la isla de Cuba y así permitir a los cubanos que se comuniquen entre ellos y con el mundo.
“Estados Unidos puede, inmediatamente, hacer que todos los cubanos se puedan comunicar entre ellos a través de algún tipo de Internet”, dijo Díaz-Balart. “Eso se lo hemos rogado, se lo hemos pedido al presidente Biden, y hasta ahora por alguna razón se rehúsa a hacer lo más mínimos por ayudar a la causa de la libertad del pueblo cubano”.
El congresista explicó que, aunque en la Cámara existen varias propuestas sobre los caminos a seguir respecto a la dictadura cubana, el liderazgo demócrata ha obstaculizado cualquier intento por avanzar. Se rehusó incluso, según Díaz-Balart, a emitir una resolución en rechazo a los atropellos contra los derechos humanos en Cuba.
“Por alguna razón, el liderazgo demócrata en la Cámara y el Senado, y particularmente la Casa Blanca, se han puesto del lado de la tiranía y no del lado del pueblo cubano”, sentenció Díaz-Balart, y dijo que los republicanos seguirán insistiendo en torno a un cambio de opinión.
Finalmente, Díaz-Balart envió un mensaje de fuerza y resistencia al pueblo cubano, y dijo estar orgulloso de las comunidades venezolana, nicaragüense y cubana en el exilio, “que no dejan de luchar por la causa de la libertad”.
En julio, el congresista Díaz-Balart presentó una resolución ante la Cámara en apoyo a las protestas que tuvieron lugar ese mes en Cuba y sólo recibió la firma de los republicanos.
