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El fiscal general Merrick Garland ha pedido al fiscal de Chicago que evalúe los documentos clasificados que se descubrieron en el Penn Biden Center for Diplomacy and Global Engagement de Washington y que se consideran confidenciales. Según las fuentes, los aproximadamente diez documentos proceden de la oficina de la Vicepresidencia de Biden. El FBI también está participando en la investigación del fiscal, según ha podido saber CBS News.
El Penn Biden Center es un think tank asociado a la Universidad de Pensilvania y que lleva el nombre del actual presidente. Está situado en Washington, D.C., aproximadamente a una milla de la Casa Blanca.
Antes de las elecciones de mitad de mandato, el 2 de noviembre, los abogados personales de Biden descubrieron los datos, según Richard Sauber, asesor especial del presidente. Sauber dijo en una declaración a CBS News, que los registros fueron encontrados cuando los abogados privados del Sr. Biden estaban empaquetando archivos guardados en un armario cerrado con llave para preparar la evacuación del espacio de oficinas en el Penn Biden Center en Washington, DC.
Las fuentes también afirmaron que los archivos estaban guardados en una carpeta que se encontraba en una caja junto con otros materiales no clasificados. No se reveló ni el contenido de los documentos ni su grado de clasificación.
Garland encargó a John Lausch, fiscal del distrito norte de Illinois, la tarea de determinar cómo llegaron al Penn Biden Center los documentos etiquetados como clasificados. La evaluación se considera un primer paso, y el fiscal general decidirá si se requiere más investigación, tal vez incluso la contratación de un abogado especial.
El funcionario de Illinois es uno de los dos únicos fiscales federales activos de la administración Trump que permanecen en el cargo. Fue nombrado para el cargo por el anterior presidente. El otro es el fiscal federal de Delaware, David Weiss, que está a cargo de la investigación del hijo del presidente Biden, Hunter Biden.
Lausch ha informado recientemente a Garland y le entregará un informe final. Se prevé que la evaluación concluya en breve.
Todos los documentos presidenciales y vicepresidenciales deben entregarse a los Archivos Nacionales de acuerdo con la Ley de Archivos Presidenciales. Para proteger la información sensible, existen determinados procesos.
Cuando su abogado reveló la existencia de los registros a la oficina del abogado de la Casa Blanca en noviembre, el presidente Biden tuvo conocimiento de su existencia. Según las fuentes, el presidente y su equipo dijeron que no conocían su contenido. Se dice que los registros se guardan ahora mismo en un lugar seguro de Washington.
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