fbpx
Saltar al contenido

Don’t Look Up: una sobrevalorada sátira de Netflix

Don't look up sobrevalorada sátira netflix emmanuel alejandro rondón

Read in English

Llegó el 2022 y, como es habitual, los primeros días de enero son las fechas ideales para recalentar las sobras de la cena, descansar la resaca, responder los mensajes pendientes de la noche anterior y, por qué no, ver una película en familia. Si esa es tu intención, una advertencia: Dont Look Up —dirigida por Adam McKay y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence— es lo peor que podrías elegir.

Tráiler de Don’t Look Up. (YouTube)

Sin caer en excesivos spoilers —a mí también me dijeron que no la viera y, con mucha terquedad, la vi— el film es una sátira que trata sobre el descubrimiento de un enorme cometa por parte de la estudiante de astronomía Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) y su asesor de doctorado, el Dr. Randall Mindy (Leonardo DiCaprio). El impacto de este “asesino de planetas” contra la Tierra es inminente, con un 99,7 % de certeza.

Tanto Dibiasky como Mindy intentan advertir al gobierno de los Estados Unidos y al mundo que el planeta será destruido en poco más de seis meses, sin embargo, no todos creen el escenario apocalíptico y los burócratas de Washington están más enfocados en aprovechar ventajas políticas que de salvar al planeta.

A partir de esa puesta en escena, McKay intenta abordar diferentes problemas políticos y sociales que se encuentran en el punto de mira en Estados Unidos. “El peligro” sobre el cambio climático es el mensaje más evidente, pero también hay una crítica a los movimientos populistas de derecha, a los conservadores, grandes medios, las fake news, la vida en redes sociales, la inutilidad burócrata, la ambición de los empresarios billonarios y otro sinfín de temas sobre los que leemos a diario, de forma recurrente y tediosa.

Don’t Look Up: una peli woke con la que no mereces iniciar el 2022
Captura de pantalla del tráiler de Don’t Look Up.

El primer problema de la película es que abarca demasiados problemas sin profundizar en nada, dejando una entrega superficial y mediocre. El guion es vago y la visión del director sobre la clase trabajadora es estereotipada, lo cual es normal considerando el desprecio que tiene Hollywood y la progresía global contra la clase media y media baja no interesada en sus postulados e ideas posmodernas.

En la película se muestra al americano conservador común como un sujeto maleable y manipulable, incapaz de reconocer a un mal líder y de abrir los ojos para ver una realidad evidente: un cometa cayendo sobre la tierra. Un mensaje cargado de prejuicios por parte de un grupo de personas privilegiadas que, seguramente, no saben que los americanos de a pie —los que sostienen este país y ven sus películas— están ocupados resolviendo problemas urgentes: paliar la inflación, burlar la inseguridad y buscar los caminos para prosperar en un ambiente económico más hostil que el de hace un par de años.

El segundo problema del film no es otro que el poco entendimiento de la realidad. Esto se evidencia cuando se intenta criticar a la prensa acusándola de no informar (alarmar en realidad) a la población y de venderse a los poderosos de turno. A ver, en los últimos dos años la prensa no paraba de contar casos, hospitalizaciones y muertos, de hablar de nuevas variantes “peligrosísimas” y de una crisis climática sin precedentes por la que tenemos que dejar de comer carne. ¿Qué percepción sobre los medios tiene McKay? Porque la realidad es diametralmente opuesta a lo que quiere plasmar.

Lo último, y no menos importante, es la desmesurada prepotencia formulada con risible ingenuidad. Los guionistas, directores y varios de los actores probablemente se sienten orgullosísimos de su “crítica” contra el sistema que se presenta en el film, pero la verdad es que es una película hecha por y para el sistema que dicen criticar con un presupuesto altísimo ($75,000,000) y un elenco estelar reducido a su mínima expresión artística.

Típica película diseñada para que una parte del público progresista-woke se regocije aupándose de su inexistente superioridad moral e intelectual. Una propuesta que solo señala obviedades que la propia clase hegemónica quiere que veas. La antítesis del término antisistema.

La verdad es que si no quieres perder dos horas y media de un intento de sátira prepotente, superficial y excesivamente aburrida, definitivamente no veas Don’t Look Up, ¡busca algo más! No quieres que esta peli sea la primera del 2022.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

4 comentarios en «Don’t Look Up: una sobrevalorada sátira de Netflix»

  1. Consideraba que El American era un medio independiente, que buscaba brindar esa información que las grandes cadenas no quieren que se sepa, la opinión del Sr. Emmanuel Rondón sobre este film es idéntica a la emitida por los periodistas de CNN y es preocupante el ver como la ideología progresista ha llegado hasta aquí. Se critica a una película que demuestra en parte la lamentable realidad actual, estamos hablando de un film no de una serie por lo que es evidente que los temas planteados no podrán ser abordados con total profundidad, se cuestiona el planteamiento de la película sobre la capacidad de manipulación de la población por parte de los medios, habría que decirle al señor Rondón que vea los comentarios en la cuenta oficial de CNN en español sobre Trump y no es por defender al personaje, pero es evidente la manera como se hace un manejo tan mediocre del periodismo, sería importante que pensara sobre la censura y la creación de tendencias de opinión aplicada por los grandes medios en Estados Unidos prácticas similares a las usadas por las dictaduras del mundo, sin hablar de la censura hacia personajes tan importantes como el Dr Malone cuando cuestionan temas que van contra los planes de los políticos como el uso obligatorio de vacunas en fase experimental, de ser falso esto ¿ por qué USA eligió a un presidente con demencia senil con un comportamiento tan cuestionable hacia los menores de edad?, cuyo primer año de mandato está lleno de errores de gran magnitud. El film indica como la población prefiere darle mayor importancia a temas tan inútiles como la farándula, Sr Rondón pregúntese, que le interesa mayormente a la población actual la opinión de un científico o la ridiculez que haga un cantante de regueton cuyas letras llaman a “mamar c*lo”, lo invito a que vea las transmisiones en twitch o videos en YouTube y compruebe como cualquier canal de ciencia tiene una audiencia mínima mientras que un canal de juegos, farándula, chisme supera con creces el número de vistas. Cuando en la película se critica los intereses de los grandes empresarios, se hace alusión a tantos ejemplos del mundo real, Microsoft con sus prácticas desleales por ejm cuando se utilizaba Internet Explorer, Google – Facebook – Amazon – Apple en la recolección masiva de datos y violación de la privacidad de los usuarios. En la escena donde un militar de alto rango cobra por unos alimentos que son gratuitos, lo que demuestra en realidad es la carencia de ética en parte de los altos miembros de las fuerzas armadas, como caso práctico está el General Mark Milley el militar estadounidense de mayor rango, quién ha estado envuelto en varias polémicas dada sus comunicaciones con un país hostil como China señalando que les avisaría con antelación si Estados Unidos decidiera realizar un ataque, en años anteriores ese Sr estaría destituido y puesto en prisión por traición, pero un gobierno tan bananero como el de Biden prefiere mantenerlo en el cargo. En el film el hijo de la presidenta ocupa un cargo importante en el gobierno, un individuo egoísta carente de aptitudes para desempeñar dicho cargo, aunque el hijo de Biden no ocupa cargos políticos es de conocimiento público como el hijo de un político tan importante es un simple sinvergüenza, expulsado de las fuerzas armadas por consumo de drogas ilícitas, cuyas relaciones íntimas con trabajadoras sexules han salido en diferentes ocasiones al filtrarse fotografías de portátiles que ha dejado olvidado en distintos sitios. Se podría hablar aún más de las muchos aciertos de esta película y de cómo quienes las critican son sólo negacionistas de la realidad, Sr Emmanuel Ricon a usted solo le puedo dedicar las palabras que comento Albert Estein hace varios años ‘Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo y no estoy seguro de lo segundo’, como comprenderá luego de perder 3 minutos de mi vida leyendo su pésima opinión estoy seguro que de inteligencia usted no se va a morir.

    1. Señor Montero, agradezco que se haya tomado el tiempo de leer y dejar su comentario. Usted hace bien como lector en dudar siempre de los medios, sea cuál sea, pero hace un diagnóstico desacertado de mi artículo:

      Sí, el film ciertamente tiene algunas cosas acertadas, pero son temas básicos, evidentes; muy superficiales y que para mí no tienen mucho mérito. Es verdad, se deja de manifiesto la inutilidad burócrata y hace una crítica a los medios, pero, insisto, no es meritorio.

      La mejor crítica que hace la política es hacia el científico mediático de turno, interpretado por DiCaprio, que bien podría recordarnos a Anthony Fauci; sin embargo, de eso poco se habla porque la película está mayormente enfocada en temas mainstream como el cambio climático, las fakes news, la crítica a los movimientos populistas de derecha y otros muchos temas que leemos a diario en los grandes medios y que convierten a la peli en una entrega woke digna del propio sistema que dicen criticar.

      La crítica a los medios está mal formulada. Si lee mis artículos del último año, notará cómo me he dedicado a desmentir la narrativa izquierdista en los medios tradicionales, y déjeme decirlo que el director de esta película no plasma bien la realidad de cómo operan los medios, que son, por sobre todas las cosas, escandalosos y manipuladores. Los temas que no les agradan son, ciertamente, ocultados o desprestigiados, pero no de la forma cómo se plantea.

      Además, ¿ha visto usted el concepto que tiene la película sobre la clase trabajadora que está abandonando al Partido Demócrata? Los tratan de tontos útiles que se dejan manipular por líderes “populistas” y “mentirosos” (aquí intentan hablar evidentemente de Trump en una narrativa clásica del medio tradicional americano).

      En definitiva, más allá del mensaje político, mi descontento principal es que es una sátira aburrida, de gran presupuesto y poco ingenio; muy superficial, y el buen cine no lo es.

      Si quiere ver una buena sátira política, mucho más inteligente, vea La Dictadura Perfecta. Creo que entenderá mejor mi argumento.

      Nuevamente, muchas gracias por su lectura/crítica. Créame, aquí no estamos para hacerle el juego a la prensa tradicional, todo lo contrario.

      1. Emmanuel no es consciente de que la poca profundidad de la película es la que la hace más realistas, es la misma que experimenta la sociedad actual a nivel mundial, y la que demanda una reflexión de lo quienes somos realmente! Creo que El American no es para mí.

        1. Lamento que no le haya gustado el artículo y lamento aún más que se vaya por mi opinión sin haber escuchado el debate que tuvimos ayer sobre el film en nuestro Spaces donde hubo varias visiones diferentes sobre Don’t Look Up. De todas formas, las puertas de El American siempre abiertas Jeisy, somos un staff con una pluralidad bastante amplia aunque todos defendemos algo en común: la libertad. Un abrazo.

Deja una respuesta

Total
0
Share