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Para que Estados Unidos regrese a la normalidad en 2021, entre el 75 y el 85% de la población tendría que vacunarse contra el COVID-19; así lo afirmó el doctor Anthony Fauci, el especialista en enfermedades infecciosas más importante del país.
Para Fauci entre el 75 y el 85% de la población necesitará vacunarse para volver a la normalidad
Según Fauci, lugares como Broadway volverán a brillar a principios de otoño del próximo año. Señaló, además, que si las personas se vacunan en la primavera como se tiene previsto, los neoyorquinos y todo el país podrían volver a la normalidad. Se espera que la vacuna se distribuya a mediados o fines de diciembre.
“Creo que eso dependerá completamente de la aceptación de las vacunas por parte de la gente del país y específicamente la gente de Nueva York”, dijo Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en una entrevista con WNBC.
El especialista indicó que un regreso a la normalidad significaría que el 75 u 85% de las personas necesitarían vacunarse, y resaltó que los pacientes con afecciones subyacentes debería ser la prioridad.
Un artículo por el New York Times reveló que el próximo martes 8 de diciembre un panel de expertos decidirá qué estadounidenses serían los primeros en vacunarse contra el Coronavirus.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron que los trabajadores de la salud y los residentes de centros de atención a largo plazo deberían ser los primeros.
Pfizer enviará refrigeradores especiales, cada uno de los cuales contendrá al menos mil dosis, directamente a los lugares que determine el gobernador de cada estado. Al principio, casi todos esos sitios serán probablemente hospitales que han confirmado que pueden almacenar envíos a menos de 70 grados Celsius, como lo requiere la vacuna de Pfizer, o usarlos rápidamente.
“Los funcionarios federales de Estados Unidos han dicho que planean enviar las primeras 6,4 millones de dosis dentro de las 24 horas siguientes a la autorización de la vacuna por parte de la FDA, y el número que cada estado reciba se basará en una fórmula que considere su población adulta”, señala el NYT.
¿Cómo sería distribuida la vacuna?
Pfizer y Moderna, las dos compañías más cercanas a obtener la aprobación de sus vacunas, han calculado que tendrán suficiente para vacunar a no más de 22,5 millones de estadounidenses para enero; lo que significa que 21 millones de trabajadores de la salud serían elegibles antes que nadie y junto a ellos vacunar a tres millones de personas, en su mayoría ancianos, que viven en asilos y instalaciones de cuidado a largo plazo.
“Es importante recordar que todos los que reciban una vacuna hecha por Pfizer o Moderna necesitarán una segunda inyección, tres semanas después en el caso de la de Pfizer, y cuatro semanas en el de Moderna”, recuerda el NYT.
El comité de los CDC insinuó la semana pasada que recomendaría que la segunda ola de vacunados sean los trabajadores esenciales.
“Cerca de 87 millones de estadounidenses trabajan en alimentos y agricultura, manufactura, aplicación de la ley, educación, transporte, correccionales, respuesta de emergencia y otros sectores. Tienen un mayor riesgo de exposición al virus porque sus trabajos les impiden trabajar desde casa”, señala el diario.
“Después de los trabajadores esenciales, los grupos prioritarios que probablemente serán recomendados por el comité de los CDC son los adultos con condiciones médicas que los ponen en alto riesgo de infección por Coronavirus, y las personas mayores de 65 años”, relata.
Recuerda el NYT que cada estado tiene un grupo de trabajo compuesto en gran parte por funcionarios de salud pública. El principal funcionario de salud de cada estado y el gobernador probablemente firmarán los planes finales.
Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo