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La economía americana salió de una “recesión técnica” en el tercer trimestre al crecer a una tasa anual de 2,6 por ciento, informó el jueves la Oficina de Análisis Económico en su lectura inicial de julio-septiembre.
La primera economía del mundo vuelve a expandirse en términos anuales tras dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo (-1,6 % y -0,6 % en el primer y segundo trimestre respectivamente), la definición más común de recesión.
El aumento del PIB reflejó un incremento de las exportaciones, del gasto de consumo, de la inversión fija no residencial y del gasto público, tanto federal como estatal y local, que compensaron parcialmente el descenso de la inversión fija residencial y la inversión en inventarios privados.
Pero en un análisis más detallado, la BEA, Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, dijo que muchos componentes de la economía no están en recuperación, como es el caso del gasto de los consumidores que creció 1,4 % —por debajo del 2 % durante el tercer trimestre— y se desaceleró en medio de una alta inflación persistente.
El gasto del consumo representa aproximadamente 70 % de la actividad económica americana.
En el tercer trimestre, los americanos aumentaron 2,8 por ciento su gasto en servicios, frente a 4,6 % en el segundo trimestre. No obstante, el consumo de bienes cayó 1,2 por ciento, en comparación a una caída de 2,6 por ciento en el trimestre anterior.
El aumento anual del gasto del gobierno federal en el periodo julio-septiembre reflejó principalmente una mayor inversión en defensa nacional de 4,7 por ciento, mientras que el gasto de los gobiernos estatales y locales fue 1,7 por ciento más, debido al incremento de la compensación de los empleados de los gobiernos estatales y locales.
Los principales contribuyentes al gran descenso anual del 26,4 por ciento en la inversión fija residencial se deben a la construcción de nuevas viviendas unifamiliares y a las comisiones de los corredores.
La vuelta al crecimiento se produce en un contexto marcado por la alta inflación y las consecuentes subidas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, destinadas a bajar los precios al consumo.
Las noticias positivas sobre la economía se producen a menos de dos semanas de las elecciones de mitad de período en las que está en juego el control de ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos, lideradas actualmente por los demócratas.
En un comunicado, el presidente Joe Biden criticó a los “agoreros” que llevan meses argumentando que la economía americana está en recesión y criticó a los republicanos del Congreso, que “han estado alentando una recesión”.
“Pero hoy tenemos una prueba más de que nuestra recuperación económica sigue avanzando. Esto es un testimonio de la resistencia del pueblo americano”, indicó, y agregó que la inflación, ubicada en 8,2 por ciento durante los 12 meses que finalizaron en septiembre de 2022, sigue siendo el principal desafío económico de su administración.
Biden afirmó que mientras su administración trabaja para bajar los precios del consumo, los republicanos del Congreso tienen “una agenda muy diferente, una que haría subir la inflación e incrementaría el déficit al reducir los impuestos de los americanos más ricos y de las grandes corporaciones”.
Según la mayoría de las encuestas, la situación económica y la alta inflación (hoy en día cerca de un máximo de cuatro décadas) son los dos factores que más pesan en el voto de los americanos de cara a las elecciones legislativas del 8 de noviembre
