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¿El Pentágono está rezagado ante el avance tecnológico de Beijing?

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El sector privado americano todavía es el más avanzado del mundo en casi todas las tecnologías estratégicas para la lucha por el liderazgo tecnológico ante una potencia totalitaria emergente como China. Pero mientras Beijing se apoya en su propio sector “privado” tecnológico para robar, copiar y de ser posible mejorar tecnologías occidentales, adoptándolas velozmente en sus agencias gubernamentales de seguridad y defensa, las agencias gubernamentales de la defensa americana seguirían aferradas burocráticamente a lentos procesos de desarrollo de tecnologías totalmente superados en el propio sector privado americano al que Beijing copia.

Esto no se limitaría al Pentágono, la NASA, por ejemplo, gastó más de $23 mil millones en desarrollar su nuevo Sistema de lanzamiento espacial –SLS– de un solo uso, para reemplazar a los transbordadores espaciales. El nuevo SLS de la NASA tiene más de cinco años de retraso, ya estaría obsoleto y sus costos de más de $4 mil millones por lanzamiento serán notablemente mayores a los del sector espacial privado americano.

Beijing, en cambio, ha copiado velozmente al sector espacial privado americano. El cohete Larga Marcha 2C lanzado por China desde 2019 tiene aletas de rejilla prácticamente idénticas a las que dirigen al cohete Falcon 9 de SpaceX. Según Eric Berger, editor espacial sénior de Ars Technica, Beijing reveló planes para poder reutilizar el Larga Marcha 8, un cohete de combustible de queroseno como los reutilizables de SpaceX. Para 2025 Beijing anunció cohetes capaces de aterrizar en una plataforma marina como ya lo hace el Falcon 9 de SpaceX.

El gobierno americano no estaría en capacidad de defender a Estados Unidos en la era de inteligencia artificial –IA– advirtió la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (IA) en marzo de 2021. China, en cambio, estaría cerca de colocarse a la cabeza en IA en el mundo. Nicolas Chaillan, quien fue el primer director de software de la Fuerza Aérea, renunció en 2021 en protesta por el lento ritmo de desarrollo tecnológico del Pentágono citando los rápidos avances de China en inteligencia artificial, aprendizaje automático y capacidades generales de seguridad cibernética. El Pentágono, afirmó Chaillan en agosto de 2021, está atrasado en cibernética, IA y otras áreas estratégicas claves ante Beijing. En el Departamento de Defensa, diferentes agencias trabajan en las mismas tareas y no comparten información, explicó.

Por las mismas razones renunció Preston Dunlap, primer arquitecto jefe del Pentágono, Dunlap escribió que el Pentágono estaba muy por detrás del sector privado americano en procesamiento informático distribuido, software, IA y ciberseguridad, señalando que el Pentágono debe dejar de “reinventar la rueda” y trabajar junto con el sector privado.

Pentágono, Pentagon

El director de la Unidad de Innovación de Defensa del Pentágono, Michael Brown, afirmó en su testimonio ante el Comité de Servicios Armados del Senado el 6 de abril que mientras China roba nuestras tecnologías y estudia cuidadosamente nuestra forma de luchar, los avances privados americanos en tecnología son una oportunidad única, porque 11 de las 14 tecnologías críticas para la seguridad nacional son comerciales. La falta de un enfoque efectivo para que los militares adopten rápidamente tecnología comercial americana, como comunicaciones avanzadas, software de IA, drones pequeños, radar de apertura sintética –SAR– imágenes de satélite y muchas otras, serían una “flagrante debilidad” porque el Departamento de Defensa no controla la difusión global de esas tecnologías y al no adoptarlas rápidamente queda en desventaja ante adversarios como Beijing, que sí las adoptan rápidamente, explicó Brown.

La subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks advirtió en abril, ante los periodistas del Defense Writers Group de Washington, que la innovación se estaría viendo frenada por la resistencia al riesgo tecnológico en programas como las armas hipersónicas. Entre tanto, Beijing probó su primer misil hipersónico el verano pasado y Moscú reveló que habría empleado un misil hipersónico táctico en Ucrania. El proceso secuencial del Pentágono es mucho más lento que los ciclos actuales de los productos comerciales porque el Departamento de Defensa sigue aferrado el proceso que el secretario McNamara estableció en la década de 1960 para las tecnologías de defensa, un lujo que Washington ya no puede seguirse dando ante Beijing.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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