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El plan de paz de Trump entró en la campaña electoral israelí

Benjamin Netanyahu

Israel está en campaña electoral para los comicios de noviembre. El actual Primer Ministro, Yair Lapid (que ocupa el cargo por un acuerdo con su predecesor Naftalí Bennet), es el principal rival de Benjamín “Bibi” Netanyahu. Polarizada la discusión política por la personalidad y acciones de Netanyahu, la difusión de una carta de Donald Trump entró en escena. El público está dividido —entre otros temas— sobre si Netanyahu debió aplicar el Acuerdo del Siglo presentado por Washington en 2020, en lugar de “congelarlo” para firmar la paz con los EAU y Bahréin.

Según se confirmó, Donald Trump —expresidente y posible candidato republicano en 2024—, dio luz verde a Netanyahu para anexar parcialmente Cisjordania (Judea y Samaria) en 2020. La condición era que Israel aceptara un estado árabe en los territorios de mayoría musulmana, controlados por la Autoridad Palestina (AP), de Ramallah. Si bien han surgido versiones encontradas sobre la relación entre ambos líderes, no hay duda de que Trump ha sido el dirigente más pro israelí en la historia. El Jerusalem Post  difundió la existencia de una nota del expresidente americano sobre el candente tema, apoyando la anexión de áreas clave, de mayoría judía y gran valor estratégico.

Una carta de tres páginas de enero de 2020, días antes de presentar su Visión para la paz en la Casa Blanca, el presidente resumió lo fundamental. Se refirió al derecho israelí a extender su soberanía con base en el mapa adjunto al plan. Israel aceptaría un estado palestino en el territorio restante. A cambio, “Estados Unidos reconocerá su soberanía en aquellas áreas que mi visión contempla como parte de Israel”. No se estableció un cronograma. Netanyahu afirmó que Israel aplicaría su soberanía “en los próximos días”.

La carta pone en duda la versión de Breaking History: A White House Memoir, el libro del yerno y asesor principal de Trump, Jared Kushner. Allí afirmó que el ex embajador en Jerusalén, David Friedman, “aseguró por su propia cuenta a Bibi que lograría que la Casa Blanca apoyara una anexión rápida”.

El representante especial de Trump para las negociaciones, Jason Greenblatt, dijo que durante su gestión “siempre entendió que el reconocimiento de la extensión soberana judía sobre las áreas destinadas a ser parte de Israel, contemplada por el plan americano, era necesaria para que Netanyahu aceptara la propuesta. David Friedman fue parte “de la mayoría, tal vez de todas, estas discusiones y también lo entendió claramente”. Greenblatt, quien escribió sobre los esfuerzos diplomáticos en su libro En el camino de Abraham, destacó que el logro histórico de los Acuerdos es que se enfocaron en lo importante, proponiendo un plan “realista e implementable entre israelíes y palestinos basado en la verdad”.

 Seguridad, paz y progreso

Una fuente de la administración Trump afirmó que la carta presidencial “fue clave para la aceptación de Israel de la Visión para la Paz como el marco para negociar con los palestinos. Estados Unidos aceptó la soberanía por adelantado, surgida del proceso de mapeo, que incluía todas las comunidades judías en Judea, Samaria y el Valle del Jordán. “Estaba muy claro que este era un elemento esencial”, aseguró la fuente.

Trump destacó en su discurso de presentación: “Estados Unidos reconocerá la soberanía israelí sobre el territorio que mi visión proporciona para ser parte del Estado de Israel. También trabajaremos para crear un territorio contiguo para cuando se cumplan las condiciones para un estado, incluido el firme rechazo del terrorismo”, destacó.

Netanyahu, por su parte, aceptó públicamente un estado palestino bajo las condiciones establecidas por el proyecto. “Señor presidente, usted está reconociendo la soberanía de Israel sobre todas las comunidades judías en Judea y Samaria, grandes y pequeñas por igual” y agregó que debido a este “reconocimiento histórico, y porque su plan logra el equilibrio donde otros planes han fracasado” aceptó negociarlo. “Israel quiere a los palestinos para alcanzar un futuro de dignidad nacional, prosperidad y esperanza. Su propuesta les ofrece el camino hacia un futuro Estado”.

Netanyahu también destacó que trabajaría “para lograr una paz que proteja la seguridad de Israel, brinde a los palestinos dignidad, su propia vida nacional, y mejore las relaciones con el mundo árabe”. Inmediatamente después de los discursos, avisó que llevaría la extensión de la soberanía israelí a una votación del gabinete de inmediato.

Un plan inédito y visionario

En el libro de David Friedman, Sledgehammer, publicado este año, el embajador escribió que Washington no sabía que Netanyahu ya tenía pronto el proyecto para anexar el valle del Jordán. Sin embargo, la carta del PM al presidente —antes del evento en la Casa Blanca— especificó que avanzaría en cuestión de días. De todos modos, las diferencias son mínimas: si la aplicación llevaría días o semanas.

Jared Kushner declaró en la ONU, después de presentado el plan, que los trabajos de mapeo tomarían “un par de meses” antes de concretar la anexión. Afirmó que “luchó para convencer a Bibi, un negociador maestro, de aceptar un compromiso de mejoras concretas para los palestinos” y que se convino no permitir construcciones israelíes en la zona destinada al estado árabe.

La carta de Trump a Netanyahu presagió los Acuerdos de Abraham, afirmando con acierto que “muchos en el mundo árabe han llegado a reconocer que Israel no es su enemigo, sino más bien un aliado esencial para disuadir la agresión de Irán, debido a las fuertes relaciones que mi Administración ha forjado con usted y con muchos líderes árabes, Estados Unidos está hoy en una posición única para ayudar a mover a Israel y la región hacia una paz más amplia”.

“Mi visión respeta la realidad histórica, preserva el statu quo respecto al Monte del Templo / Haram Al-Sharif, y permite a judíos, cristianos y musulmanes de todo el mundo saber que su patrimonio en Jerusalén está salvaguardado. Los que quieran venir a orar de manera respetuosa son bienvenidos”, escribió Trump.

Eduardo Zalovich, Uruguayan-Israeli, is a history professor and journalist. He has written for several media, such as La Vanguardia, El Confidencial, Vozpopuli, Búsqueda and Correo de los Viernes. Zalovich analyzes, from the Middle East, the reality of the region and international politics. // Eduardo Zalovich, uruguayo-israelí, es profesor de Historia y periodista. Ha escrito para varios medios, como La Vanguardia, El Confidencial, Vozpopuli, Búsqueda y Correo de los Viernes. Analiza, desde el Medio Oriente, la realidad de la zona y la política internacional.

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