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¿Qué significa que Elon Musk dé a conocer los algoritmos de Twitter?

Algoritmos de Twitter, El American

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Elon Musk, quien dirige empresas como Tesla —referente en la automoción eléctrica— con proyectos de innovación científico-tecnológica como SpaceX (exploración aeroespacial) y OpenAI, tiene en su mente aún el proyecto de compra de acciones de la red social Twitter.

A finales de abril, se consiguió un acuerdo de venta de acciones valorado en 44,000 millones de dólares. No obstante, esta operación financiera está paralizada en estos momentos porque existe cierta controversia sobre los bots (usuarios falsos, programados automáticamente).

Se trató de un movimiento importante en el entorno de las Big Tech, es decir, de las grandes corporaciones tecnológicas. Ahora bien, muchos no solo estábamos expectantes por la operación en sí, sino por su trasfondo.

En alguna ocasión, Musk ha tenido ciertos criterios de opinión contrapuestos a las movidas socialistas y la cultura del wokeism (ha sido consciente, por ejemplo, del problema del invierno demográfico). 

Del mismo modo, el empresario ha apostado fuerte con la defensa de la libertad de expresión en redes sociales como Twitter, donde con base en el afán de consolidar una “verdad oficial” mediante cancelación, se suelen censurar contenidos de índole conservador-libertario, cristiano o tradicionalista.

Es lógico que se mantenga, entonces, cierta esperanza para quienes consideramos que las nuevas tecnologías son un factor clave para librar la batalla cultural contra el colectivismo, lo “progre” y el socialismo imperante.

Es cierto que la libertad de mercado (espontánea en su totalidad) nos permite exprimir nuestra vocación creadora para plantear otras alternativas de social media (las llamadas AltTech por ejemplo). 

No hay que aferrarse a las soluciones de las grandes corporaciones como si fueran el único camino. Es bueno que haya competencia, pero si se consigue contrarrestar, por vías financieras la hegemonía progre, será más fácil divulgar buenos mensajes entre entornos más numerosos.

De hecho, hay una propuesta muy sugestiva por parte de Musk, que se basa en la publicación de los algoritmos que explican el funcionamiento de la red social. Con lo cual, cabe preguntarnos si esto tiene sentido, así como si es factible.

Transparencia en distintos sentidos

De un algoritmo de Twitter, con base en determinadas sentencias y datos condicionales, puede que estén dependiendo los famosos, polémicos y preocupantes mecanismos de censura ideológica e intelectual.

En estos momentos no sabemos si esa algoritmia complementa la acción humana o si se basa en sistemas de machine learning cada vez más sofisticados y entrenados, con conjuntos de datos basados en conjuntos de tuits de índole concreta ya existentes.

Con lo cual, la liberación de este algoritmo permitiría a la gente auditar el funcionamiento y gestión de una red social como Twitter. Liberar el código, por un lado, abre la puerta a mejoras técnicas e investigación y por otro refuerza la transparencia.

Ahora bien, nada se quedaría ahí. Cualquier persona interesada en casos de éxito de la ingeniería del software o en el desarrollo de aplicaciones de social media pueden ampliar su aprendizaje del mismo modo que pueden conocer algoritmos de búsqueda y ordenación.

Luego, es obvio que se abre una gran ventana de oportunidad para la transmisión de conocimiento por parte de terceros. Uno puede estudiar, por ejemplo, la complejidad algorítmica o proponer mejoras diversas, más allá del uso de interfaces de programación de aplicaciones (APIs).

Cualquier desarrollador o investigador puede discutir o hacer mejoras que no necesariamente afecten a lo más motivado por la progresía dominante, sino por la mera innovación técnica (eficacia, eficiencia y funcionalidades adicionales, novedosas o mejoradas).

¿Apuesta por el open source?

Puede ser un tanto exagerado como precipitado aseverar que Elon Musk se ha opuesto al proteccionismo intelectual dentro del ámbito de la ingeniería informática y otras ramas tecnológicas.

Con proteccionismo intelectual nos referimos a las patentes industriales y a las licencias de copyright, que conferir el monopolio de ciertas ideas a determinados entes, censuran propuestas de innovación tecnológica sobre software y máquinas, inter alia.

Podemos hablar de la llamada “propiedad intelectual”. Eso sí, que Musk haya movido ficha en el debate sobre la hegemonía progre de las Big Tech y apueste por la transparencia del código no le convierte en defensor del código abierto y el software libre.

Musk está librando una batalla y responde a la preocupación de múltiples personas e instituciones que tratan de utilizar servicios digitales con altas tasas de usuarios con los que conviene comunicarse para hacerles llegar cierta información.

Sobre esa preocupación ha respondido planteándose dar a conocer cómo funciona una red social concreta que, por cierto, no es la única que censura. 

Eso sí, sea por lo que sea, la decisión del multimillonario es acertada no solo por la transparencia en sentido amplio, sino porque promover el código abierto fomenta la innovación, la competitividad y la creación, sin criterios proteccionistas, socialistas o propios del cronyism (capitalismo de amigos).

Ángel Manuel García Carmona es ingeniero de software, máster en Big Data Analyst, columnista y tradicionalista libertario // Ángel Manuel García Carmona is a software engineer, master in Big Data Analyst, columnist and libertarian traditionalist.

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