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Elon Musk afirmó en las redes sociales que el sistema educativo y el entorno mediático del país son “racistas” hacia los blancos y los asiáticos.
Los comentarios del CEO de Tesla coincidieron con la retirada por numerosos periódicos de la viñeta de “Dilbert” después de que su autor, Scott Adams, afirmara que, en un estudio reciente, casi la mitad de los americanos negros no estaba de acuerdo en que “no pasa nada por ser blanco”. Adams bromeó diciendo que llevaba mucho tiempo “identificándose como negro”, pero que debía de haberse unido por error a un “grupo de odio”, y aconsejó a los americanos blancos que “se alejaran de los negros”.
Musk reaccionó en las redes sociales señalando que, aunque publicaciones como el San Francisco Chronicle tacharan a Adams de racista, daban vía libre a las personas de raza negra que discrepan de la idea de que “no pasa nada por ser blanco”.
Según el magnate, durante mucho tiempo los medios de comunicación americanos “fueron racistas con los no blancos”, pero ahora lo son “contra” los blancos y los asiáticos. Y añadió: “Lo mismo ha ocurrido con las universidades y los institutos de élite en Estados Unidos”. “Quizá podrían tratar de no ser racistas”.
Cuando se reveló que el atacante era un inmigrante sirio musulmán, los críticos de izquierdas achacaron el tiroteo del 2021 en una tienda de comestibles de Colorado a la “violencia blanca”. El Washington Post publicó más tarde un artículo en el que decía que la opinión de cada uno sobre el tema “depende de cómo definas blanco”.
La administración Biden ha dirigido esfuerzos internos para “eliminar la supremacía blanca y el extremismo” dentro de organismos como el Departamento de Seguridad Nacional, y la representante Sheila Jackson Lee (D-TX) ha presentado una ley para incluir la “conspiración para cometer supremacía blanca” en las leyes federales sobre delitos de odio.
En cuanto a la educación, los datos muestran que las mejores universidades perjudican a los estudiantes blancos y asiáticos para alcanzar mayores niveles de diversidad racial y cultural. Según un informe del Asian American Center for Education, una investigación de 2009 determinó que los asiáticos necesitaban una puntuación en el SAT unos 140 puntos superior a la de los solicitantes blancos, 270 puntos superior a la de los solicitantes hispanos y 450 puntos superior a la de los solicitantes negros.
También, recientemente, el Tribunal Supremo examinó las disputas relativas a la legalidad de la discriminación positiva en la enseñanza superior; los miembros de la mayoría conservadora no estaban convencidos de que la diversidad racial proporcione realmente beneficios educativos. “He oído la palabra ‘diversidad’ bastantes veces, y no tengo ni idea de lo que significa”, declaró el juez Clarence Thomas durante los argumentos orales. “Parece que significa todo para todos”, añadió.
El caso Students for Fair Admissions contra President and Fellows of Harvard College, alega que el procedimiento de admisión de la Universidad de Harvard desfavorece a los candidatos asiáticos. Según ellos, los candidatos asiáticos tienen menos posibilidades de ser admitidos que otros alumnos igualmente competentes.
En cambio, en el caso Students for Fair Admissions contra la Universidad de Carolina del Norte, el primero alega que el procedimiento de admisión de la universidad viola tanto la Constitución como el artículo VI de la Ley de Derechos Civiles.
Como en todos los casos anteriores, los jueces ya han emitido discretamente sus votos preliminares, y es casi seguro que el juez que encabeza a la mayoría haya empezado a redactar la decisión mayoritaria. No obstante, tendremos que esperar hasta junio de 2023 para saberlo.
