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Sigue empeorando la crisis fronteriza que Biden dice que no existe

Sigue empeorando la crisis fronteriza que Biden dice que no existe, EFE

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Qué bien le haría a la vicepresidenta Kamala Harris, quien insiste en que la frontera sur de los Estados Unidos es segura, familiarizarse un poco con unas cuantas cifras, oficiales, dicho sea de paso, recientemente suministradas por el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras.

Según las estadísticas del CBP, durante el pasado agosto, 203,597 inmigrantes indocumentados fueron aprehendidos tratando de cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos. Esta cifra constituye un incremento del 329 por ciento si se compara con el promedio de aprehensiones durante un mes de agosto en los años de la administración Trump. De esos más de 200 mil, 11,365 fueron menores sin acompañantes y 104,679, más de la mitad, provenían de países más allá de México y Centroamérica, lo cual subraya una vez más las características globales que ha alcanzado la crisis fronteriza de Biden.

Inmensa preocupación genera el hecho de que 78 personas que fueron sorprendidas tratando de entrar ilegalmente a los Estados Unidos, figuran en las listas de advertencia por terrorismo, tres veces la suma de las cifras de los últimos cinco años.

Estas cifras no muestran tendencia alguna a descender, por el contrario, han batido un nuevo récord con 2.1 millones de inmigrantes indocumentados cruzando la frontera en lo que va corrido del año fiscal. En total, más de 4.4 millones de inmigrantes indocumentados han ingresado a este país, desde que Biden está en la Casa Blanca. En este monto se incluyen los 3.6 millones de inmigrantes indocumentados que Aduanas y Protección de Fronteras ha aprehendido, y más de 850,000 fugitivos que ellos mismos reconocen que han logrado escaparse dentro de los Estados Unidos.

De manera que, señora vicepresidenta, la frontera no está segura y mucho menos bajo control. Además, la política de frontera abierta de Biden le está costando a los contribuyentes estadounidenses $20.4 billones de dólares en “beneficios y servicios” para los inmigrantes indocumentados, esto significa que dejar entrar inmigrantes descontroladamente está costando $4 billones más de lo que hubiera costado la construcción del muro que sí nos habría permitido tener una frontera segura y no una porosa por la que se cuelan, según la Patrulla Fronteriza, cerca de 8,000 inmigrantes indocumentados diarios, la cifra de encuentros fronterizos a cada 24 horas más alta en la historia del DHS.

La absurda política de frontera abierta de Biden y los demócratas, que tanto agrada al ala liberal de extrema izquierda del partido de gobierno, está empeorando en grandes proporciones el ya serio problema migratorio que padecen desde hace décadas los Estados Unidos. Los efectos del ingreso ilegal de tantos inmigrantes van a sentirse por muchos años en este país y una solución satisfactoria a la situación migratoria de millones de personas está más distante cada día que pasa.

Reconocidos expertos han concluido que no habrá solución viable al problema migratorio en los Estados Unidos mientras no se controle la frontera y, aun así, la administración Biden se niega rotundamente a devolverles a las autoridades fronterizas las herramientas legales que les permitan cumplir con sus obligaciones, dentro del marco de las leyes vigentes.

No es secreto para nadie que la mayoría de migrantes que llega a la frontera y logra atravesarla son sujetos de tráfico de personas, una muy lucrativa práctica delictiva, emprendida por carteles de coyotes que cobran cifras importantes a cada persona que atraviesan, y que gracias a las políticas de Biden han venido recaudando millonarias cifras con su actividad ilícita. Que además no es la única que tiene escenario en la frontera entre México y los Estados Unidos, donde el contrabando de drogas ha venido floreciendo sin que las autoridades puedan hacer mucho para impedirlo.

2,204 libras de fentanilo letal y 4,969 libras de cocaína fueron incautadas en la frontera, solo en agosto, y reconocidos expertos admiten que si mucho se incauta, mucho más logra llegar. Es aterrador: la cantidad de fentanilo incautado en agosto es el equivalente a 500 millones de dosis mortales.

Esta es la realidad que viven las zonas fronterizas del sur de los Estados Unidos desde hace más de un año y medio, que es lo que ha durado hasta ahora el Gobierno de Joe Biden. Los estados del sur del país, a lo largo de todo este tiempo, han solicitado a Biden y a los Demócratas que encuentren soluciones a semejante problema, y sus quejas han caído en oídos sordos. Fue necesario que se sintiera la presencia de unos cuantos, un porcentaje mínimo de todos los inmigrantes que han cruzado ilegalmente la frontera, en lugares privilegiados, para que los demócratas y los medios de comunicación que controlan, se dieran cuenta de la magnitud de la crisis fronteriza que el Gobierno prefiere ignorar. Más de 4 millones de seres humanos han sido invisibles por un año y medio, hasta que los 50 que llegaron a Martha’s Vineyard desnudaron la hipocresía de los falsos amigos de los inmigrantes.

Jaime Florez is the Hispanic Communications Director - Republican National Committe. Public Relations, Public Affairs, Communications, and Marketing Executive with extensive experience in politics, international trade, publishing, and mass media // Jaime Florez es Director de Comunicaciones Hispanas - Comité Nacional Republicano. Ejecutivo de Relaciones Públicas, Asuntos Públicos, Comunicaciones y Marketing con amplia experiencia en política, comercio internacional, publicaciones y medios de comunicación.

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