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The Walt Disney Company está metida de lleno en una polémica donde se le acusa de segregación racial mientras dice combatir el «racismo sistemático». Christopher F. Rufo, director del Centro sobre Riqueza y Pobreza del Discovery Institute y también colaborador del City Journal, reveló en exclusiva que la reconocida multinacional de entretenimiento y medios, Disney, está llevando adelante un programa «antirracista» que degrada a sus empleados blancos.
«En el último año, los ejecutivos de Disney han elevado la ideología de la teoría crítica de la raza a un nuevo dogma corporativo, han bombardeado a los empleados con formaciones sobre el “racismo sistémico”, el “privilegio de los blancos”, la “fragilidad de los blancos” y los “salvadores de los blancos”, y han lanzado “grupos de afinidad” racialmente segregados en la sede de la empresa», explica Rufo en su artículo.
La denuncia exclusiva proviene de unos empleados de Disney que, en condición de anonimato por miedo a represalias, entregaron un documento PDF del programa «Reimagine tomorrow». Una iniciativa «antirracista» que busca, entre otras cosas, educar a los empleados blancos de Disney sobre el racismo institucional, las micro agresiones racistas y también lograr que su personal blanco sea un aliado contra el racismo para lograr un cambio sistemático dentro de la empresa en favor de la justicia racial.
«Profundizar tu visión y conocimiento es un primer paso crítico para entender la magnitud y complejidad del estado actual y construir empatía para conectar auténticamente con tus colegas. Asume la responsabilidad de educarte sobre el racismo estructural anti-negro en el contexto actual e histórico. Opta por fuentes de autores, periodistas y organizaciones negras», reza parte del programa que Disney lanzó en el inciso «Ideas para los aliados».
En el programa «antirracista» Disney les dice a sus empleados blancos que, si se sienten confundidos porque recientemente entienden el problema del «racismo sistemático», deben reconocer «que esto probablemente no es nuevo para sus colegas negros/afroamericanos». Así que deben evitar «mensajes como: “No puedo creer que esto esté sucediendo”. Los asesinatos de Breonna Taylor, Sean Reed, Ahmaud Arbery, George Floyd, Tony McDade, Nina Pop, Rayshard Brooks, Adame Traore y muchos otros forman parte de una larga historia de racismo sistémico y transfobia [en Estados Unidos]».
Disney pide a sus empleados blancos “aliados” que expliquen sus conocimientos a sus amigos, compañeros de trabajo, familiares, incluyendo los niños y adolescentes; en una forma de incentivarlos a que se conviertan en activistas antirracistas.
En otra parte, la empresa incita a sus empleados blancos a desafiar «las ideologías y la retórica daltónicas» como por ejemplo «Todas las vidas importan» o «Yo no veo el color».
En algunas recomendaciones el documento pide a sus empleados arrepentimiento por sus privilegios blancos.
En el apartado «Alianzas para la conciencia racial», por ejemplo, se insta a los empleados blancos a «trabajar a través de los sentimientos de culpa, vergüenza y actitud defensiva para entender lo que está debajo de ellos y lo que necesita ser sanado».
Continuando con las recomendaciones, Disney hace hincapié en que no se debe cuestionar las denuncias de las personas negras y que tampoco debería compararse las experiencias de estas personas con las de otra comunidad. Pues eso sería hiriente por parte del personal blanco y negaría el racismo histórico contra los negros.
«No cuestione ni debata la experiencia vivida por los colegas negros. Por ejemplo: “¿Estás seguro de que lo han dicho así?” “No es una cuestión de raza” o “Estoy haciendo de abogado del diablo…”», reza el programa antirracista. «En su lugar, resérvese el juicio y ofrezca declaraciones de validación si alguien comparte su experiencia. Reconozca y escuche con empatía cuando los colegas negros compartan sus experiencias vividas. Evite decir “te entiendo”, “he pasado por eso”, y diga en cambio “te escucho”, “cuéntame más sobre lo que sentiste”».
Esta cita pertenece a parte del documento compartido por los empleados de Disney, que ahora es acusada de crear un ambiente político hostil contra los blancos, además de segregacionista.
Empleados denuncian segregación racial dentro de Disney
La retórica utilizada en el documento antirracista de Disney es similar a la narrativa de grupos marxistas radicales como Black Lives Matter. Hay empleados dentro de la compañía que se sienten discriminados por la empresa debido al extremismo de sus políticas y recomendaciones inclusivas que terminan provocando segregación entre el personal.
En su artículo «The Wokest Place on Earth», Christopher F. Rufo revela que Disney, además del programa «Reimagine tomorrow», también patrocinó la creación del «Reto de 21 días por la equidad racial y la justicia social» junto con la YWCA USA.
El reto de los 21 días explica a los participantes qué es el racismo sistemático y les insta a que acepten que «todos han sido criados en una sociedad que eleva la cultura blanca por encima de las demás». Entre otras cosas, el reto también expone qué es el privilegio blanco y les muestra ejemplos de cuales son «sus privilegios»:
“Soy blanco”, “soy heterosexual”, “soy un hombre”, “todavía me identifico como el género en el que nací”, “nunca he sido violado”, “no dependo del transporte público” y “nunca me han llamado terrorista”.
Este programa aparece en una guía de recursos que Disney facilita dentro del documento «antirracista». En el material se pueden leer controvertidos artículos, podcast y ibros que han sido criticados por su narrativa radical y segregacionista contra los blancos.
La empresa también está creando «grupos de afinidad» que segregan a los blancos de las minorías raciales, aunque no expresamente.
Rufo explica que «en el lanzamiento original, el grupo de afinidad latino se llamaba “Hola”, el asiático “Compass” y el negro “Wakanda”» y que estos grupos están destinados, según Disney, a generar «conocimientos culturalmente auténticos».
«Los grupos de afinidad racial, también llamados Grupos de Recursos para Empleados de Empresa (BERG), están técnicamente abiertos a todos los empleados, pero en la práctica se han segregado casi por completo por razas, con la excepción ocasional de los “campeones ejecutivos” blancos que asisten en nombre de la dirección de la empresa», se lee en el reportaje.
«Lo que hace muy bien esta empresa es que conoce la política, por lo que deja muchas cosas sin decir», explicó un empleado de Disney perteneciente a una minoría racial a Rufo. «No creo que nadie haya intentado necesariamente asistir a algo en lo que descubra que no es bienvenido».
Un empleado de la empresa acusó a Disney de crear un ambiente políticamente hostil en los últimos meses mediante la implementación de «memos casi diarios, lecturas sugeridas, paneles y seminarios que [están] todos centrados en el antirracismo».
Otro empleado comentó que Disney es «completamente unilateral desde el punto de vista ideológico» y, según explica el artículo, «disuade activamente a los empleados conservadores y cristianos de expresar sus opiniones».
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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