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Energías renovables: la apuesta de las petroleras ante la pandemia

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El gigante petrolífero y gasífero francés, Total SE, anunció que invertirá $ 2,500 millones para la compra del 20 % del mayor desarrollador de energías renovables en el mundo, el grupo “Adani Green Energy”. El dinero de esta inversión será utilizado para expandir la operación del grupo Adani en toda la India.

Total SE se une a los gigantes de petrolíferos como Shell, BP y Chevron que han comenzado a diversificar su portafolio de inversiones hacia energías renovables, en parte presionados por las cada vez más estrictas regulaciones hacia las energía fósiles, y por otro lado, por las nuevas condiciones de mercado impuestas por la pandemia.

Según varios analistas, la pandemia ha ayudado a acelerar la transición de energías fósiles a energías más limpias, como la solar o la eólica. La Agencia Internacional de Energía (IEA) en su último informe muestra que la inversión en petróleo y gas cayó a cifras récords, disminuyendo un 35 % en el 2020. Las compañías de extracción de gas de esquito en los Estados Unidos fueron las más golpeadas con una disminución en la inversión del 45 %, varias tuvieron que declararse en bancarrota.

Con una disminución hasta del 93 % del tráfico aéreo durante los primeros meses de la pandemia, y con la imposición de severa restricciones a la movilidad local, el precio del petróleo alcanzó incluso valores negativos, afectando fuertemente la rentabilidad de las compañías petrolíferas. Los analistas afirman que los viajes por negocios tardarán años en recuperarse, lo que afectará el nivel de ingresos de las petrolíferas.

Tráfico en Europa en marzo del 2019 vs marzo del 2020.
La baja demanda de combustibles ha obligado a las compañías petroleras a diversificarse en el mercado de energías renovables

Algunas compañías de petróleo y gas están respondiendo a la situación intensificando los esfuerzos de diversificación, guiados por nuevos objetivos de emisiones a largo plazo. Si bien estos varían en alcance y ambición, varias compañías europeas han aumentado la orientación de capital para proyectos con bajas emisiones de carbono. Los compromisos de inversión son más visibles en energía renovable, donde las compañías de petróleo y gas invirtieron $ 3,500 millones en 2020, dos tercios más que su gasto de capital fuera de las áreas centrales en 2019.

En septiembre del 2020, el gigante petrolífero británico BP, anunció un plan de transformación agresiva, donde reducirá el 40 % de sus ingresos basados en gas y petróleo, que serán sustituidos por fuentes de energía renovables.

Otra compañía que se ha unido al esfuerzo reconversión ha sido Shell, que planteo un plan de ahorro en costos de $ 4,000 millones que serán reutilizados para llevar a la compañía a una transición para dedicarse al desarrollo de energías renovables. La compañía se enfocará en la explotación de petróleo y gas solo en unos puntos claves.

La pandemia aceleró la transición a energías renovables por parte de los gigantes en la industria del petróleo y gas. (EFE)
El mercado está penalizando a las compañías más lentas en adaptar sus estrategias

Una compañía que se ha visto especialmente penalizada, incluso por los inversionistas, por su negativa a diversificarse a sectores renovables fue “Exxon Mobile”, la mayor compañía de petróleos de los Estados Unidos.

Durante el 2020, Exxon perdió más de $ 2,400 millones, al ajustar -por primera vez en 138 años de historia- tres trimestres consecutivos de pérdidas. En agosto, la empresa fue expulsada del índice industrial Dow Jones, después de haberlo integrado por más de un siglo. La razón principal por la que la acción de Exxon fue expulsada del Dow Jones es que las ponderaciones del índice se sesgarían por el “bajo desempeño” de la petrolera cuando las acciones de Apple se dividieron “cuatro a uno” a fines de agosto.

Exxon ha sido penalizada por los inversionistas por su negativa de diversificar su portafolio a energías renovables. (EFE)

Desde el 2018 la capitalización de mercado de Exxon ha caído un 60 %, mostrando una de los descensos más drásticos en el sector. Exxon ha tenido que cortar más del 30 % de sus inversiones en capital, y ha despedido parte de su personal para mantenerse a flote.

Los ejecutivos de Exxon han sido más lentos que muchos de sus pares en la industria para reconocer las preocupaciones sobre el cambio climático, y las perspectivas anuales de la compañía para el consumo de petróleo generalmente son más optimistas que las de sus rivales. Exxon se ha convertido en un “extraño” entre las petroleras, muchas de las cuales han anunciado grandes inversiones en proyectos de energías renovables este año. Una actitud que le ha costado credibilidad en el mercado al antiguo gigante de petróleos de los Estados Unidos.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

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