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Durante el fin de semana se dieron las reuniones de más alto nivel en años entre diplomáticos venezolanos y americanos. ¿El fin? Restituir las relaciones diplomáticas y eliminar las sanciones a cambio de que Venezuela le quite su apoyo a Vladímir Putin.
El objetivo evidente de esto es aislar a la Rusia de Putin casi tanto como Cuba en los 60 o Corea del Norte actualmente. Sin embargo, es una idea sumamente miope.
Primero porque, desde un punto de vista puramente práctico, Venezuela no tiene la producción petrolera para sustituir las exportaciones rusas. Venezuela produce entre 600 y 700 mil barriles de petróleo diarios, por lo que tendría que exportarlos todos a Estados Unidos para sustituir las exportaciones de petróleo ruso, algo que no ocurrirá debido a los compromisos venezolanos con China e Irán, por solo mencionar dos casos.
Segundo, porque el impacto sobre la economía rusa sería pírrico. Venezuela no es una fuente de importaciones realmente importante para Rusia y otros países en la región, como Argentina, Brasil y México, que han abierto las puertas para convertirse en sus portavoces diplomáticos en Latinoamérica. Que Venezuela le dé la espalda a Rusia difícilmente va a tener algún impacto sobre la decisión de Putin de continuar su invasión a Ucrania.
Tercero, porque Venezuela simplemente no es un socio confiable, ya que es la cuna del narcotráfico y del terrorismo en el continente americano. Hay presencia del régimen iraní y de Hezbolá en el país y de la inteligencia rusa. A su vez, es probablemente el principal aliado diplomático de Cuba. ¿Suena eso como un socio comercial confiable para Estados Unidos? Difícilmente. Como de costumbre, va a dar un par de gestos de buena voluntad como liberar presos políticos y alguna medida económica que libere un poco el mercado y así calmar a los más ingenuos para luego volver a sus andanzas dictatoriales.
Trish Regan dijo que había que intercambiar a Rusia por Venezuela porque esta pertenece al hemisferio occidental —esto es evidente desde un punto de vista geográfico—, pero no se me ocurren muchos países más alejados de lo que representa Occidente que Venezuela y no creo que haya muchos que sean una mayor amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Edgar is political scientist and philosopher. He defends the Catholic intellectual tradition. Edgar writes about religion, ideology, culture, US politics, abortion, and the Supreme Court. Twitter: @edgarjbb_ // Edgar es politólogo y filósofo. Defiende la tradición intelectual católica. Edgar escribe sobre religión, ideología, cultura, política doméstica, aborto y la Corte Suprema. Twitter: @edgarjbb_