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Los fact-checkers de CNN y The Washington Post —y la mainstream media en general— se desentendieron de la falsa afirmación de la vicepresidente Kamala Harris sobre «empezar de cero» el proceso de distribución y vacunación de las dosis contra la COVID-19.
A Harris, durante una entrevista con el cofundador de Axios, Mike Allen, emitida el domingo en HBO, se le preguntó sobre los problemas de la respuesta de la administración frente a la pandemia tras un mes en el cargo.
La vicepresidente mintió al afirmar que el Gobierno de Joe Biden no heredó un plan de distribución de vacunas contra el coronavirus. «No había ninguna reserva… de vacunas», respondió Harris. «No había una estrategia nacional ni un plan de vacunación. Dejábamos que los estados y los líderes locales trataran de resolverlo. Y así, en muchos sentidos, estamos empezando desde cero en algo que ha estado haciendo estragos durante casi un año entero».
El mes pasado el asesor de la Casa Blanca, Dr. Anthony Fauci, desmintió un reportaje de CNN que contenía una afirmación bastante similar al comentario de Harris. «Ciertamente no estamos empezando de cero porque hay actividad en la distribución», dijo Fauci durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
¿Es falsa la afirmación de Kamala Harris?
El American hizo un reporte sobre cómo iba el proceso de vacunación en Estados Unidos. En ese momento la administración de Donald Trump llevaba tan solo días de haber dejado el poder.
Si bien es cierto que el proceso de vacunación empezó lento, la realidad es que no fue nada fuera de lo común, pues el Gobierno federal distribuyó las vacunas a nivel nacional basándose en capacidad y poblaciones, y los gobiernos estatales y sus sistemas hospitalarios tenían que adaptarse a los tiempos de la vacuna y a perfeccionar su coordinación en el proceso de administrar las dosis.
Luego, con el correr de los días, tras la adecuación de los sistemas estatales al proceso de vacunación, la administración de las dosis se aceleró notablemente. En los últimos días del Gobierno Trump los estados aplicaban alrededor de una media de 1,16 millones de dosis al día (eso en la última semana de la administración republicana) y para el lunes 25 de enero los vacunados aumentaron a casi 1,5 millones. Biden solo tenía días de haber ascendido y estaba continuando el plan implementado por la administración Trump.
Hoy esa cifra es de 1,67 millones de dosis administrados por día, según datos del The New York Times. Un aumento considerable, pero no fuera de la común si se sigue la mejora del proceso día a día.
Eso, que en efecto parecía bueno, también significó un problema, pues había centros de inoculación que se estaban quedando sin vacunas por su rápida adaptación, lo que frustró a las autoridades sanitarias, ya que debieron cancelar citas mientras recibían nuevas dosis.
El principal problema entre la administración Trump y los gobiernos estatales no fue la inexistencia de un plan de distribución, sino de comunicación. O al menos de eso se quejaron varios estados que afirmaban no poner coordinarse bien para armar un plan de inoculación si el Gobierno federal no era claro con las directrices. Biden prometió mejorar la comunicación con los estados.
Estados Unidos, en aquel momento, había administrado unas 22,73 millones de vacunas. Hoy ese número está considerablemente superior: 52,884,365. Pero hay que tener en cuenta que la vacunación venía mejorando y que ya los sistemas hospitalarios se estaban adecuando, cada vez más, al proceso de inoculación.
Cabe recordar que la Operation Warp Speed (OWS) fue llevada adelante por la administración Trump. Jamás en la historia de la humanidad se había llevado un proceso de fabricación de antídoto tan rápido para un virus tan reciente, y mucho ayudó la desburocratización en el proceso. Estaba claro que el proceso de organización, teniendo en cuenta las características de las dosis, sería en un principio complejo, sin contar que el Gobierno se encontraba en plena transición de poder.
Desaparecieron los fact-checkers y algunos se arrepintieron
De acuerdo con un reporte de Fox News, sobre el mismo caso, «Glenn Kessler, el verificador de hechos del Washington Post, que es famoso por llevar un recuento de las falsedades pronunciadas durante la presidencia de Trump, aún no se ha pronunciado sobre la declaración de Harris».
«Durante el fin de semana, Kessler dedicó gran parte de su tiempo a comprobar los hechos del equipo legal del expresidente Trump durante el juicio de destitución del Senado. Una de las afirmaciones que intentó comprobar fue en defensa de Harris, a quien el equipo de Trump atacó por promover el Fondo de Libertad de Minnesota el año pasado», informó el medio.
Fox también comentó que el verificador de hechos estrella de la CNN, Daniel Dale, «pasó el fin de semana fijándose en el equipo de defensa de Trump», pero que «ni él ni el resto del equipo de comprobación de hechos de la CNN han abordado la desacreditada afirmación de Harris».
De acuerdo con Fox News, «el reportaje de la CNN que Fauci derribó desde la sala de prensa de la Casa Blanca el mes pasado citaba a funcionarios anónimos de Biden y la cadena anti-Trump promocionó intensamente su ahora desmentida “primicia” en antena».
PolitiFact, hasta ahora, fue el único verificador de hechos prominente que desafió la afirmación de Harris como «incorrecta».
Por otro lado, Axios, el medio de noticias a quien la vicepresidente le mintió, «extrañamente no la verificó borrando un tuit que se refería a los comentarios anteriores de Fauci mientras compartía el clip en Twitter», apuntó Fox. Se arrepintieron.
Otro hecho grave es que mientras los fact-checkers se desentienden, la mentira de la vicepresidente Harris tuvo eco como verdad en otros lugares. «La corresponsal de PBS NewsHour, Yamiche Alcindor, le tomó la palabra a la vicepresidente durante su aparición el lunes en MSNBC», dijo Fox.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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