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La fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha pedido este miércoles a las autoridades estatales la creación de un fondo para financiar abortos en todo Estados Unidos, coincidiendo con el comienzo de un caso en el Tribunal Supremo en el que se decidirá el futuro del aborto en el país.
El caso en el Tribunal Supremo arrancará con los argumentos del estado de Misisipi, que ha impulsado una ley para prohibir el aborto a partir de las 15 semanas de gestación en ese estado.
James, que concurrirá en las próximas elecciones para gobernadora del estado de Nueva York, ha propuesto que los contribuyentes se encarguen de financiar a las mujeres que decidan poner fin a las vidas de sus bebés, y que el fondo cubra, además de los servicios médicos, el trasporte y el alojamiento de las mujeres que quieran abortar y residan en estados donde se limite o prohíba el aborto.
A falta de una ley nacional que admita el aborto, en 1973, el Supremo emitió una sentencia sobre el conocido como caso Roe versus Wade, que se convirtió en la vía para practicar el aborto a nivel federal.
La intención de Misisipi y otros estados contrarios al aborto es que el Supremo derogue dicha sentencia.
El pasado septiembre, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ya anunció un plan para hacer de ese estado un “refugio seguro” para las mujeres que quieran abortar en Estados Unidos.
