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Los demócratas de Florida, que vienen sufriendo una serie de devastadoras derrotas electorales desde 2012, encontraron un nuevo culpable de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio. No es Alex Jones, ni el chamán QAnon, ni el cadáver resucitado de George Wallace.
No, los demócratas de Florida han puesto la mira en el mediático estratega cubano-americano Giancarlo Sopo, que dirigió la campaña publicitaria nacional hispana del expresidente Trump en 2020, como actor clave en los disturbios del Capitolio del 6 de enero.
Las acusaciones infundadas se produjeron en una serie de tuits confusos que algunos demócratas de Florida enviaron el jueves pasado cuando se cumplió un año de la irrupción de cientos de partidarios de Trump en el Capitolio, que dio lugar a cientos de detenciones y a procesos penales en curso.
Los ataques infundados de los demócratas de Florida a Sopo
A la cabeza de la carga estuvo Abel Iraola, un asistente de comunicaciones junior del Comité de Campaña del Congreso Demócrata (DCCC), tuiteó: “La gente como @giancarlosopo hizo posible el 6 de enero”. Por su parte, Carmen Peláez, una activista de izquierdas del sur de Florida que participa en la iniciativa “Cubanos con Biden”, acusó al nativo de Miami en un tuit de “vender información errónea que condujo a una insurrección”. Vanessa Rolón, directora estatal del Partido Demócrata de Florida, arremetió contra Sopo en Twitter por supuestamente “jugar un papel en el daño de nuestra democracia”.
“Personas como @giancarlosopo son cómplices” del ataque del 6 de enero, según Mike Rivero, un organizador comunitario que lidera el grupo progresista del sur de Florida “Cubanos Pa’lante”.
Alex Howard, un exayudante de la Casa Blanca de Obama que ahora trabaja con la firma de Washington, D.C. The McKeon Group y que se hace llamar “Alex Howard-Fuentes” en las redes sociales, dijo en Twitter que Sopo “jugó un papel sembrando semillas de duda sobre los resultados de las elecciones, que terminaron con gente muerta”. En un arrebato anterior, Howard compartió un video de partidarios de Trump rompiendo puertas y ventanas del Capitolio con la leyenda: “@giancarlosopo tú hiciste esto”.
Marco Frieri, un empleado del condado de Miami-Dade en Port Miami y líder del grupo “Colombianos con Biden”, dijo que “la mancha de permitir un asalto a la democracia estará con [Sopo] para siempre.”
Algunos de los ataques no fueron sólo políticos. En un par de tuits ahora borrados, Peláez, de 52 años, invocó a un amigo común que murió en 2020 para atacar a Sopo, a lo que éste respondió: “Es repugnante que lo invoques. Más bajo que bajo. Debería darte vergüenza”.
Sopo ha condenado los disturbios del Capitolio y ha criticado las teorías del fraude electoral
Sin embargo, las acusaciones de los demócratas de Florida son infundadas. No hay pruebas de que Sopo tenga alguna conexión con el 6 de enero ni de que haya hecho nunca afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020.
De hecho, Sopo publicó un largo hilo en Twitter en el aniversario de los disturbios del 6 de enero, donde condenó claramente los acontecimientos de ese día, describiendolos como “una desgracia”
Sopo también dejó la campaña de Trump poco después de que se celebraran las elecciones. Según los archivos de la FEC, el último pago de la campaña de Trump a Sopo fue en noviembre de 2020, dos meses antes de los eventos del 6 de enero. El American también revisó los comentarios públicos de Sopo en Twitter y no encontró ningún registro de que atacara la legitimidad de las elecciones de 2020.
Por el contrario, el estratega cubano-americano, ha sido un duro crítico de las teorías expuestas por Sidney Powell, acusando a Venezuela de robar la elección presidencial. Además, en ninguno de los 42 vídeos y anuncios que Sopo dirigió para la campaña de Trump se plantearon problemas con las irregularidades electorales.
Al menos un excolega de Sopo dice que los demócratas de Florida tienen como objetivo al estratega mediático republicano porque le culpan de sus descalabros electorales. “Estos demócratas de extrema izquierda están atacando falsamente a Giancarlo porque es una voz efectiva para los hispanos conservadores y jugó un papel en la histórica pérdida de los demócratas ante Trump en Florida”, dijo Andrew Clark, que trabajó estrechamente con Sopo como miembros del War Room de la campaña de Trump en 2020.
“Giancarlo quebró psicológicamente a esta gente”
En una entrevista con El American, Sopo desestimó las falsas acusaciones de los demócratas. “Me están atacando porque no pueden salir conmigo”, dijo Sopo en broma, parafraseando la muy criticada respuesta reciente de la representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez a sus críticos republicanos.
“Bromas aparte, aunque su obsesión por mí es algo halagadora, ellos y mi ciudad natal de Miami estarían mejor si se centraran en cambio en pulir sus currículos, ya que claramente no son buenos en lo que hacen, y trataran de convertirse en miembros productivos de la sociedad.”
Amigos de Sopo, quien no vive en Florida desde hace tres años, dicen que la preocupación de los demócratas de Miami por él es un síntoma de trauma postelectoral.
“Creo que Giancarlo quebró psicológicamente a esta gente en 2020”, dijo el presidente de los Jóvenes Republicanos de Miami, Armando Ibarra, quien calificó las “payasadas” de los demócratas como “patéticas”.
“Estos demócratas pensaron que una coalición de cubanos recién llegados y latinos no cubanos crearía una nueva mayoría para ellos en Florida – pero sucedió lo contrario y ahora están arremetiendo con desesperación.”
El veterano cabildero republicano Christian Camara calificó de “ridículos” los ataques infundados contra Sopo y dijo a El American que los demócratas sólo están utilizando el 6 de enero para silenciar a sus oponentes.
“Mira, el juego de los demócratas es acusar falsamente a todos y cada uno de los republicanos de ser cómplices del 6 de enero para distraer la atención de la desastrosa presidencia de Joe Biden y del ala marxista de su partido. Pero como vimos en Virginia, esa táctica no funciona”.
Camara también dijo a El American que conoce a Sopo desde hace una década y cree que los ataques de los demócratas contra él están impulsados en gran medida por resentimiento, debido a su decisión de abandonar el Partido Demócrata en el 2018.
“Giancarlo era un demócrata moderado que, a lo largo de varios años, se hartó del bandazo de su antiguo partido hacia el socialismo y por eso se fue, bien por él”, dijo.
En un artículo del Huffington Post de 2015, Sopo instó a los líderes demócratas a centrarse en el crecimiento económico en lugar de impulsar narrativas de extrema izquierda sobre la desigualdad de ingresos. En una columna de USA Today de 2018, Sopo advirtió públicamente que dejaría el Partido Demócrata si seguía abrazando a socialistas como la representante Alexandria Ocasio-Cortez. Al año siguiente, Sopo criticó a los demócratas por su uso de Latinx en la misma publicación. Sopo se unió a la campaña de Trump en marzo de 2020, según informes de prensa.
“Estos izquierdistas que lo atacan se parecen a los líderes de una secta que estallan en cólera cuando alguien los abandona. Nunca perdonarán que Giancarlo decidiera que no quería tener nada que ver con su partido y se han pasado años atacándolo. Algunos incluso han invocado a su familia. Es realmente enfermizo, pero ¿qué se puede esperar de los engendros izquierdistas sin Dios?”, añadió Camara.
“Lágrimas izquierdistas”
“Sólo quiero agradecer al inepto cuadro de demócratas de Florida (…) que ayer estalló en una perreta impotente al ver uno de mis tuits. Simplemente no lo pudieron evitar”, dijo.
“Gracias por este delicioso regalo”, añadió Sopo sobre una fotografía de un vaso de “Lágrimas de la izquierda” del Daily Wire.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.