Read in English
Florida es perfilado por republicanos y demócratas como uno de los estados más disputados para las elecciones pautadas en los próximos años, en USA. Existen varios factores que así lo indican, comenzando por su actual gobernador, Ron DeSantis.
El método DeSantis
DeSantis se ha vuelto la figura más prominente de los republicanos tras la salida de Donald Trump de la presidencia —quien, gracias a ello y a su censura de las redes sociales, ha perdido cierta presencia en la opinión pública.
El gobernador de Florida ganó una relevancia especial desde la llegada de la pandemia del COVID-19. Su método heterodoxo, alejado del consenso periodístico —lo cual le ganó una campaña en su contra que no se ha detenido— y contrario a los confinamientos que se esparcían por todo el país, lo puso en los ojos de los americanos y de gran parte del mundo.
Los resultados fueron mejores que los del resto de los estados que adoptaron cuarentenas. Las tasas de mortalidad resultaron más bajas que en el resto del país y la tasa de vacunación se mantiene en buenas cifras.
73 % de las dosis en Florida han sido administradas, 42 % de su población ha recibido al menos una dosis y un 27 % está completamente vacunado.
Gracias al plan de DeSantis, el negocio inmobiliario está en pleno boom en Florida y la migración de millonarios ha aumentado en flujos impresionantes.
Además, 1,000 personas por día han sido recibidas en Florida producto de los resultados económicos y sociales de las políticas de DeSantis, de acuerdo con reportes.
Big Tech vs. Florida
Florida también ha luchado contra las Big Tech tras su radical censura contra los conservadores. El gobernador ha presentado varias iniciativas de ley que buscan preservar la libertad de expresión.
De las primeras que se han presentado está la “ley de transparencia ideológica” que prohíbe bajo pena de multas la suspensión y el cierre de cuentas a candidatos electorales.
La ofensiva legislativa propone varias medidas entre las que destacan una multa diaria de $100,000 contra toda compañía que busque censurar candidatos. La ley también pretende categorizar como contribuciones de campaña la promoción de candidatos por parte de las compañías.
Además, la legislación permitirá al fiscal general de Florida y a los individuos en general demandar a las Big Tech por violaciones de derechos individuales.
Contra los países comunistas
DeSantis también ha reconocido las influencias foráneas que pueden afectar catastróficamente el crecimiento de Florida. Entre esas influencias, el gobernador decidió atacar a la más grande: el Partido Comunista de China.
Recientemente DeSantis anunció que las leyes que propuso requerirán a las universidades que reporten donaciones de $50,000 o más que provengan de seis «países de interés». De no divulgar dicha información, se les exigirá a las universidades que devuelvan el 105 % de los mismos fondos al estado.
Los países que más destacan en la ley son China, Cuba, Corea del Norte y Venezuela, quienes por décadas se han convertido en una amenaza existencial para Estados Unidos.
Los demócratas, integridad electoral y Florida
Ante un progreso que se diferencia positivamente del resto de los estados —especialmente de estados como California y New York—, los demócratas buscan revertir esa popularidad que DeSantis, un candidateable para los republicanos en 2024, atacando unas nuevas leyes propuestas por el gobernador que buscan asegurar la integridad electoral en el estado.
Este proyecto busca restringir la votación por correo y el uso de buzones para ello. La ley aumenta los límites sobre la distribución de los buzones en el estado y expande restricciones sobre quién puede entregar la boleta de un votante, y concede nuevos poderes a los observadores electorales partidistas.
La ley también propone un método nuevo sobre las renuncias que funcionarios electos pueden introducir. Es decir, la legislación permitirá designar suplentes y también incluye un cambio a la ley de “renuncia para postularse” del estado que permitirá a DeSantis designar reemplazos para llenar los escaños que quedan vacantes por algunos funcionarios locales que renuncien a su cargo para aspirar a un escaño en el Congreso.
Asociaciones vinculadas al Partido Demócrata arguyen que dicha ley “busca silenciar las voces de los votantes en función de su apariencia o de dónde provienen”.
Más de veinte organizaciones escribieron un comunicado dirigido a DeSantis afirman que “votantes negros y pardos trabajan más horas y viven en hogares más grandes, haciendo cambios como eliminar los buzones de correo de 24 horas y limitar la ayuda con la entrega de boletas barreras”. Es decir, a su forma de ver, la ley les restringiría el derecho al voto.
Sin embargo, la ley refuerza la identificación de los votantes, luego de que fuese un tema altamente polémico en las elecciones presidenciales del año pasado.
“Este proyecto de ley dice, ‘Florida, su voto cuenta. Su voto se emitirá con integridad y transparencia, y este es un gran lugar para la democracia”, dijo el gobernador.
DeSantis firmó esta ley entendiendo que Florida es un estado neurálgico para las elecciones venideras por su manejo exitoso de la pandemia, por su frontal batalla contra las Big Tech y la influencia china en el país, pero sobre todo, porque la población es hispana en ese estado es importantísima por su tamaño y su economía.
Rafael Valera, Venezuelan, student of Political Science, political exile in São Paulo, Brazil since 2017 // Rafael Valera, venezolano, es estudiante de Ciencias Políticas y exiliado político en São Paulo, Brasil desde 2017