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Los resultados de las elecciones de Florida supusieron un rotundo respaldo a la labor de los republicanos. Los votantes de Florida recompensaron a los republicanos con mayorías en la Cámara y el Senado, así como en todos los puestos del gobierno. La última vez que se eligió a un gobernador demócrata en el Estado del Sol fue el gobernador Kenneth Hood Mackay en 1999.
A juzgar por los titulares previos a las elecciones, los apoyos de los consejos editoriales y los escasos artículos desde las elecciones, se podría pensar que los resultados de las elecciones en Florida habrían sido diferentes. Está claro que algunos de nuestros periódicos no están dando las noticias “reales”.
El Orlando Sentinel publicó una serie de historias negativas contra DeSantis y se limitó a mencionar los argumentos demócratas en sus artículos antes de las elecciones. El Miami Herald, que apoyaba a Crist, dijo que el gobernador DeSantis era “cruel”. En una reciente publicación de un periodista independiente, Jason García dijo: “pero el ataque viene de las grandes empresas”, y continuó: “los políticos y los grupos de presión en Tallahassee se han unido para impedir la voluntad de los votantes”.
¿Ahora el problema son las grandes empresas? ¿Será porque los demócratas perdieron y ahora necesitan un nuevo chivo expiatorio? Parece que los medios de comunicación de Florida se dedican a atacar a los republicanos y a las empresas mientras apoyan y defienden a los demócratas.
Esto no es una especulación; es la realidad de los reportajes de los “periodistas” de todo el estado. Los votantes están hartos de las políticas del partido demócrata, por no hablar de su hipocresía. Los floridanos no se tragan la difusión de información falsa utilizada para distraer la atención de los verdaderos problemas a los que se enfrentan los americanos.
Si bien los periódicos le harían creer que Florida va por mal camino, los votantes no se creen esa retórica. El gobernador DeSantis y los republicanos ganaron todos los principales grupos demográficos entre los hispanos, las mujeres y aquellos con doctorado, así como los de Miami Dade, Palm Beach y Hillsborough, mientras que los medios de comunicación locales afirmaban lo contrario.
Florida merece una prensa justa y ecuánime. Los periodistas se quieren quejar de que las empresas estén implicadas en las elecciones. Pues informen de los hechos. Divulguen al menos dos partes de una historia, no sólo una. Dejen que la gente decida lo que quiere creer, no lo que los medios quieren que crean. Si las empresas deben mantenerse al margen de las elecciones, los medios de comunicación también deberían dejar de ser portavoces de un solo partido político. La desconexión entre los consejos editoriales y los periodistas y el floridano medio no podría ser mayor.
Carlos Trujillo served as Ambassador to the Organization of American
States after he was appointed to the post in 2017 by Donald J Trump.
Prior, Trujillo served as a member of the Florida House of
Representatives for eight years.