Read in English
Steve Bannon, el expresidente ejecutivo de Breitbart que ejerció como estratega de la Casa Blanca durante los primeros meses de la presidencia de Trump, se entregó a las autoridades después de haber sido acusado por un gran jurado federal por no testificar ni entregar documentos al Comité Selecto de la Cámara de Representantes que investiga los disturbios del 6 de enero.
El antiguo estratega se entregó en la oficina principal del FBI en Washington D.C., enviando un mensaje a sus seguidores a través de un grupo de reporteros, diciendoles “estamos desmontando al régimen de Joe Biden” y “quiero que se mantengan concentrados y no se desvien del mensaje”.
La semana pasada, el Departamento de Justicia, publicó un comunicado de prensa señalando que Bannon había sido acusado de dos cargos de obstrucción al Congreso, uno por no testificar y otro por no entregar los documentos que fueron citados por el Congreso. Cada cargo podría suponer hasta un año de prisión. Es importante aclarar que una acusación no es lo mismo que una condena, y que se presume que Bannon es inocente hasta que un tribunal diga lo contrario.
La acusación se produjo casi un mes después de que el Comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes votara por unanimidad a favor de retener a Bannon y enviar el asunto al Departamento de Justicia. El Comité se formó a principios de este año, con apoyo mayoritariamente demócrata, y estaba investigando la supuesta implicación de Bannon.
En el momento en que se remitió al Departamento de Justicia para que desestimara la citación del Congreso, el equipo legal de Bannon argumentó que no podía testificar en el Comité Selecto debido a una reclamación de privilegio ejecutivo que ha hecho valer el expresidente Trump.
El privilegio ejecutivo es un término legal que se utiliza para explicar los poderes del Presidente para retener cierta información confidencial a los poderes legislativo o judicial. La cuestión que se plantea ahora en los tribunales es si los expresidentes siguen gozando de poder ejecutivo una vez que han dejado el cargo.
La acusación de Steve Bannon es la primera en décadas
La decisión de acusar a Bannon se produce el mismo día en que el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, decidió no declarar ante el Comité Selecto de la Cámara de Representantes. El equipo de defensa de Meadows ha argumentado que existen varias disputas legales sobre el testimonio, por lo que sería “irresponsable que el señor Meadows resolviera prematuramente esa disputa renunciando voluntariamente a privilegios que están en el centro de esas cuestiones legales”.
Está por verse si la Cámara vota o no a favor de una resolución de desacato al Congreso contra Meadows y si un Gran Jurado también acusaría a Meadows por ello. Meadows, a diferencia de Bannon, estaba trabajando activamente como parte del Poder Ejecutivo durante la época del motín del 6 de enero.
La acusación de Bannon presentaría la primera vez que el Departamento de Justicia persigue un caso de este tipo en décadas. En 2014, la Cámara de Representantes votó a favor de declarar en desacato a la ex directora del IRS, Lois Lerner, debido a su negativa a testificar ante un Comité de la Cámara de Representantes por las acusaciones de que el Servicio de Impuestos Internos había estado apuntando a organizaciones conservadoras a propósito. Sin embargo, el Departamento de Justicia de Obama se negó a emprender acciones legales contra Lerner argumentando que no había hecho nada malo al negarse a declarar ante el Congreso.
En 2019, la Cámara de Representantes también votó a favor de acusar al entonces Fiscal General William Barr y al Secretario de Comercio Wilbur Ross por desacato al Congreso después de que se negaran a testificar por una controversia sobre la pregunta de ciudadanía en el censo de 2020, el Departamento de Justicia también se negó a perseguir esta demanda ese año.
Los interrogantes sobre Bannon y Meadow declarando ante el Congreso no son los únicos desafíos legales en torno al trabajo de la Comisión del 6 de enero de la Cámara de Representantes, ya que el expresidente Trump alega que tiene privilegio ejecutivo sobre los registros de la Casa Blanca solicitados por la Comisión. Aunque en un principio los tribunales denegaron la petición de Trump, el Tribunal de Apelaciones de DC concedió al expresidente una solicitud para suspender temporalmente la publicación de los registros hasta que los tribunales inferiores resuelvan la cuestión del privilegio ejecutivo.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.