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La Fórmula 1 tuvo un final increíble en su temporada 2021. En el momento de la última carrera en Abu Dhabi, Max Verstappen, de Red Bull, estaba empatado en puntos con Lewis Hamilton, de Mercedes. Hamilton buscaba ganar un octavo campeonato del mundo, un récord, y Verstappen quería ser el primer holandés en ganar un título mundial.
Lo que estaba en juego no podía ser mayor para ambos pilotos y para la F1 como deporte. Era la primera vez en años que el campeonato de pilotos estaba tan reñido y el momento no podía ser mejor para la FIA (el organismo regulador de las carreras internacionales), ya que miles de nuevos aficionados sintonizaron una carrera de F1 tras el éxito rotundo de un documental de Netflix, la realidad de esta temporada en realidad se parecía más a algo escrito en un guión de película: ambos contendientes empatados y todo por decidir en la última carrera.
Hamilton dominó toda la carrera, hasta el último momento
Aunque Verstappen salía en la pole position (primero en la parrilla) en la carrera, Hamilton empezó a dominar la carrera muy pronto, adelantando al piloto holandés en la primera vuelta y manteniendo su ventaja tras una polémica respuesta de Hamilton a un movimiento de Verstappen, adelantando al piloto de Mercedes también en la primera vuelta.
A pesar de los muy efectivos e impresionantes intentos del compañero de Verstappen, el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez por detenerlo, Hamilton logró no sólo mantener sino aumentar su ventaja durante toda la carrera. Cuando la carrera se dirigía a sus últimas 10 vueltas, el piloto británico tenía una ventaja muy cómoda de más de 10 segundos (una eternidad en la F1) y cada vez parecía más improbable que Verstappen pudiera borrar la diferencia de Hamilton, sobre todo porque había seis autos entre ambos. En palabras del director del equipo Red Bull, Christian Horner “necesitaremos un milagro en estas últimas 10 vueltas para darle la vuelta a la situación.”
Parece que alguien escuchó a Horner, ya que unos minutos más tarde un piloto en la cola de la fila, Nicholas Latifi, se estrelló contra las barreras tras una intensa lucha por el último puesto a pocas vueltas del final de la carrera. El choque hizo que el director de carrera (el árbitro) congelara temporalmente la carrera desplegando un coche de seguridad, lo que significa que todos los pilotos debían disminuir su velocidad y no adelantar a ninguno de sus rivales hasta que se limpiaran los restos del choque. En ese momento no estaba claro si la carrera se reanudaría o no, con lo que el título de Hamilton era una certeza.
La ya controvertida temporada de la F1 alcanzó un punto álgido después de que Michael Masi, el director de carrera, tomara la decisión de ordenar a los coches que se interponían entre Hamilton y Verstappen que despejaran el espacio antes de reanudar la carrera, lo que permitió a Verstappen recortar la colosal diferencia de 10 segundos entre ambos para situarse junto a Hamilton por primera vez desde el inicio de la carrera.
La FIA decidió entonces reanudar la carrera para la última vuelta, convirtiéndola en un mano a mano entre Verstappen y Hamilton. Toda la temporada, con más de 20 carreras, se definiría en la última vuelta de la última carrera, definitivamente algo digno de una película de éxito. Verstappen contaba con neumáticos más nuevos que Hamilton, lo que hacía que su coche fuera más rápido y manejable, y adelantó al británico, que lo intentó pero no pudo recuperar el primer puesto, ganando la vuelta, la carrera y el título.
Tras decenas de vueltas de dominio absoluto de Hamilton, Verstappen consiguió (algunos dirán que con ayuda) arrebatar la victoria de las fauces de la derrota.
La decisión de la FIA de reiniciar la carrera tras permitir que Verstappen se pusiera al lado de Hamilton fue extremadamente polémica, y Mercedes presentó inmediatamente dos protestas cuestionando la decisión y argumentando que iba en contra del reglamento. Sin embargo, la FIA decidió que no había nada que investigar, confirmando a Verstappen como campeón del mundo.
El futuro de la Fórmula 1 luce brillante después de años de estancamiento
A pesar del controvertido final de temporada, el Gran Premio de Abu Dhabi marcó un punto álgido en la creciente popularidad del deporte del motor en Estados Unidos. En 2021, hubo una media de 916.000 espectadores durante la primera mitad de la temporada, un aumento del 51 % en comparación con 2020, y en 2020 el deporte tuvo un aumento del 99 % en la participación en las redes sociales. Se trata de un giro significativo para un deporte que sufrió un descenso constante de espectadores durante años.
La nueva popularidad de la Fórmula 1 se ha atribuido en gran medida al éxito de un programa de Netflix llamado Formula 1: Drive to Survive, en el que los equipos de F1 dieron un acceso sin precedentes a los equipos de cámara. El programa no profundiza realmente en los detalles técnicos de las carreras, sino que se centra en el drama inherente a las carreras de coches, convirtiendo a los pilotos y a los directores de equipo en personajes del programa de televisión. El programa ha atraído a este deporte a un gran grupo de jóvenes espectadores que antes no se interesaban por la Fórmula 1.
La reñida lucha de 2021 por el campeonato, combinada con las esperadas nuevas regulaciones que harían el deporte más competitivo en 2022, y el éxito del programa de Netflix son sin duda grandes señales para el futuro de la Fórmula 1, y seguramente un modelo que muchas ligas deportivas en apuros de todo el mundo intentarán seguir.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.