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Funan: Un viaje cinematográfico a la realidad del infierno comunista

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Se trata de una película estrenada en 2018, obra del director franco-camboyano Denis Do, que retrata al detalle al infierno comunista que creó el régimen de Pol Pot. Como Do optó por una película en dibujo animado tradicional de gran calidad para contrastar maravillosamente la extraordinaria belleza del paisaje con la terrible realidad del drama histórico que narra.

El régimen de Pol Pot exterminó al 21% de la población camboyana en apenas 44 meses. Y la razón fue que el Khmer Rouge fue el único en llevar realmente hasta sus últimas consecuencias el proyecto comunista. La magnitud del genocidio en Camboya fue, en escala, la mayor y más veloz de todas las de su tipo.

Do nos la muestra a través de la historia de una familia común de Phnom Penh, cuyo viaje por el infierno se inicia en 1975. Advierto que le contaré la película y a pesar de ello querrá verla:

El filme retrata cuando los Jemeres Rojos deciden vaciar las ciudades llevando forzosamente a la población a gigantescas comunas agrícolas. En el agotador viaje una familia es saqueada y separada por guardias comunistas que prohíben a la desesperada mujer intentar encontrar a su hijo y su propia madre.

Las comunas son campos de trabajos forzosos, hambre, miseria y corrupción. Cuando el padre intenta encontrar a su hijo perdido es capturado y apaleado. Cuando necesitan desesperadamente medicinas para un anciano y recurren a una mujer que se prostituye con los guardias, el anciano muere sin recibir tratamiento.

El hijo perdido es asignado a otra comuna con su abuela y, desesperado por el hambre, intenta robar comida junto con otra niña que es capturada y asesinada. Cuando un guardia comunista  decide no asesinar a un familiar que huye, es descubierto y asesinado. Mientras son trasladados de una a otra comuna, el padre logra salvar a la hija de un oficial comunista que ha caído en un pozo, lo que enfurece a la madre que le reprocha por ayudar a sus verdugos.

La joven comunista salvada por el padre intenta agradecer a la madre, ahora separada forzosamente de su esposo, con algo de comida que ella rechaza a pesar del hambre. La hija, que está todavía con la madre, es violada por un guardia comunista y se ahorca. El violador es quemado vivo en una choza de paja en represalia y quien lo hizo es asesinado, junto con una anciana que nada tuvo que ver, pero es caprichosamente acusada de complicidad.

Pasan los años, los ancianos mueren de hambre y las gentes desaparecen para terminar en gigantescas fosas comunes. Finalmente la invasión vietnamita de Camboya desarticula rápidamente al régimen de Pol Pot, lo que da una oportunidad al padre de huir, encontrar a su casi muerta esposa, y juntos intentar encontrar a su hijo perdido. Casi accidentalmente tienen éxito en medio del colapso y el genocidio.

Los tres que restan de la otrora numerosa familia huyen hacia la frontera con Tailandia. En el camino se reúnen con otros sobrevivientes, entre los que se esconde un genocida oficial comunista que intenta hacerse pasar por víctima, pero es identificado porque no está hambriento ni esquelético y es linchado por victimas iracundas.

Cuando la familia llega a la frontera, el padre es descubierto por los guardias del Khmer Rouge. Él se sacrifica haciendo que lo sigan y asesinen para lograr que su esposa y su último hijo vivo crucen la frontera a Tailandia.

Le recomiendo que vea Funan recordando que el ministro de relaciones exteriores del régimen comunista camboyano Ieng Sary afirmó: “La revolución khmer no tiene precedente. Lo que tratamos de hacer nunca se había hecho antes en la historia” y que el partido comunista camboyano estableció entre sus objetivos del plan cuatrienal de 1976 “darle al pueblo un 50% menos del 100 % de sus necesidades materiales de 1977 en adelante”, mientras tenía a su hambrienta población encerrada en campos de trabajo forzoso a los que denominaba comunas. El infierno comunista, cuya escala humana retrata Funan, no ocurrió jamás por incapacidad o error sino porque ese era el objetivo de la revolución.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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