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Con el hackeo del oleoducto Colonial el precio de la gasolina se ha disparado en la costa este, mientras se comienzan a ver largas filas de autos a lo largo de las estaciones de servicio debido a la escasez de combustible.
El impacto de los ciberataques no es menor, a través del oleoducto colonial se transporta aproximadamente el 45 % del combustible que se consume en la costa este. Según los operadores de la línea esperan restaurar operaciones al finalizar esta semana.
Los ciberataques al oleoducto Colonial han ocasionado el incremento del precio del galón de gasolina hasta los $3 por primera vez en siete años, según la Asociación Americana de Automóviles. La última vez que el precio de la gasolina llegó a superar los $3 en la costa este fue en Noviembre de 2014.
Este es el segundo gran golpe que sufre la industria petrolera americana tras el bloqueo del oleoducto Keystone XL por parte de la administración Biden.
El precio de la gasolina subió por el hackeo al oleoducto Colonial, pero no es el único factor
El ataque llevó a los consumidores a almacenar gasolina, y con ello llegó la escasez en varias ciudades, donde las filas por combustible llegaban a durar horas.
En los estados de Pennsylvania, Nueva York, Connecticut, Maryland y Nueva Jersey enfrentan precios superiores a los $3. Aunque el oleoducto ha vuelto a operar con normalidad, la empresa Colonial tuvo que pagar al grupo de hackers identificados por el FBI como “Dark Side”, $5 millones de dólares para liberar el sistema hackeado.
Según Theresa Payton, antigua funcionaria de ciberseguridad durante la administración de Bush “nuestra infraestructura energética está bajo ataque y ha sido atacado durante las últimas décadas no solo bajo una base física, sino digitalmente también”.
Para Payton la infraestructura energética de Estados Unidos todavía está muy expuesta a ciberataques, y la integración a nuevas tecnologías como el internet 5G a sistemas de infraestructura antiguos hace de los sistemas de ciberseguridad vulnerables a ataques por parte de hackers.
Aunque el ataque afectó los precios, lo cierto es que el costo todos los combustibles vienen en aumento desde el año pasado. La escasez de petróleo responde más a un problema estructural del sector que generó la Covid-19 que a la malicia de unos terribles hackers rusos.
La industria petrolera se está quedando corta ante la creciente demanda
Durante el 2020 con las repetidas cuarentenas a lo largo del mundo, la industria petrolera sufrió un gran golpe cuando la demanda de combustibles líquidos cayó hasta un 9 %. Durante los primeros meses de las cuarentenas muchas compañías tuvieron temor por un posible golpe irreparable a la industria petrolera y comenzaron a hacer arriesgadas inversiones en energías renovables.
Entre los nombres que anunciaron inversiones en energías renovables se encontraron BP, Royal Dutch Shell, Total SE y Chevron. Mientras que las petroleras anunciaron inversiones que superaban los miles de millones de dólares en proyectos renovables, la inversión en el sector petrolero cayó en picada; según el informe de la Agencia Internacional de Energía durante el 2020 la inversión en gas y petróleo cayó un 35 %.
Ahora en el 2021, se están comenzando a sentir las consecuencias de dicha decisión, pues el suministro de petróleo parece estar quedando corto ante la creciente demanda de las economías que se están recuperando de las secuelas de la pandemia.
De hecho, en los próximos años el gigante de petróleo BP ve la demanda volviendo a los niveles de 2018-2019, ubicándose el consumo diario en 97-98 millones de barriles diarios.
Según el informe de BP en el peor de los escenarios la demanda de petróleo caería un 15 % para el 2030, es decir que caiga a los 82 millones de barriles, pero en su escenario base la demanda se sostendría en los 94 millones de barriles. En otras palabras, a menos que ocurra algo catastrófico donde caiga la demanda de energía o se prohíba de tajo los combustibles fósiles, el sector petrolero seguirá siendo una fuente de energía durante largo tiempo.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica