Read in English
El gobernador de California, Gavin Newsom, cuya administración se enfrenta al insólito reto de una elección revocatoria, podría muy bien perder su puesto en la mansión del gobernador en Sacramento, según una nueva encuesta de The San Diego Union-Tribune y Survey USA. A pesar de gobernar uno de los estados más demócratas del país, Newsom podría perfectamente ser destituido y ser sustituido por un gobernador republicano.
La encuesta, realizada entre 1.100 californianos a principios de agosto, muestra que el 51 % de los encuestados estaba a favor de la destitución del gobernador Newsom, mientras que sólo el 42 % estaba en contra. A modo de comparación, la misma encuesta realizada en julio reveló que sólo el 36 % quería destituir al gobernador, y el 47 % votaría para que siguiera en el cargo.
Esta no es la única encuesta que hace saltar las alarmas en el Partido Demócrata de California. Una encuesta de UC Berkely mostró una carrera ajustada para la votación de destitución, con un 50 % de los probables votantes apoyando a Newsom, mientras que los votantes de la destitución alcanzaban el 47 % de la intención de voto. La misma encuesta de UC Berkely encontró que el apoyo a la destitución de Newsom era sólo del 36 % en mayo.
¿Por qué Gavin Newsom es tan impopular?
Para poner estas cifras en contexto: California votó abrumadoramente por el presidente Biden en 2020 (63,5 %). Esta tendencia demócrata no solo es visible a nivel presidencial, sino también en elecciones de más bajo perfil, los demócratas han tenido el control combinado de la legislatura estatal desde 1997, y el último republicano elegido para el Senado fue John Seymour, hace casi treinta años.
Entonces, ¿cómo es numéricamente posible que la cabeza visible del Partido Demócrata en California esté perdiendo unas elecciones estatales? Fácil, mientras los republicanos californianos (sí, existen) están muy motivados para echar a Newsom del cargo, los demócratas californianos no están tan emocionados por defender a su gobernador. Según la encuesta de UC Berkely, el 90 % de los republicanos están muy interesados en la elección, mientras que sólo el 53 % de los demócratas e independientes dicen lo mismo.
Newsom ha gobernado sobre un estado que se enfrenta no sólo a una agobiante escasez de vivienda que ha llevado al estado a tener hasta 150.000 ciudadanos sin hogar y también a un coste de alquiler astronómico, donde el coste medio de una vivienda unifamiliar es de 818,260 dólares.
Los californianos también han sufrido constantes apagones e incendios forestales generalizados, lo que ha sido en parte responsable de la salida masiva de californianos nativos hacia otros estados, y las estimaciones del censo muestran que el estado dorado sufrirá un descenso de población por primera vez en la historia.
Además de todas estas cuestiones, el manejo de Gavin Newsom de la pandemia de COVID también ha jugado un factor en el impulso de la destitución. El gobernador ordenó estrictos confinamientos y órdenes de permanecer en casa en todo el estado en 2020, todo ello mientras Newson tenía una infame cena en un restaurante francés con un grupo de amigos cercanos.
Los efectos económicos de los cierres también se han hecho sentir, ya que California ocupa el puesto 46 en las cifras de desempleo del país.
Cuando se combinan todos estos factores, es fácil ver por qué los votantes que tienden a votar a los demócratas pueden no estar muy entusiasmados para ir a votar por Newsom. También es fácil ver por qué los republicanos se alinearían para votar contra Newsom, sin embargo, también hay otro incentivo para que el GOP de California vaya a votar por la destitución de Newsom: podrían terminar ganando la gobernación de uno de los estados más azules de la nación.
¿Un republicano será gobernador de California?
En cualquier circunstancia normal decir que el GOP podría conquistar la gobernación de California en 2021 sería una absoluta locura, sin embargo, las elecciones revocatorias son el antónimo de la normalidad y el extraño proceso californiano hace muy posible que un político republicano se convierta en el 41º gobernador de California.
Según la ley californiana, la votación de destitución se divide en dos preguntas: si el gobernador debe ser destituido y, en caso afirmativo, quién debe sustituirlo. Los votantes tendrán que emitir dos votos, un sí o un no en la primera pregunta, y luego elegir uno de los más de 20 candidatos a gobernador en la segunda votación. Si Newsom pierde la primera pregunta, entonces quien tenga más votos en la segunda lo sustituirá como gobernador.
Esto ya ha ocurrido antes, de hecho, el último republicano que ganó la gobernación de California (Arnold Schwarzenegger) fue elegido tras el éxito de la votación de destitución del gobernador demócrata Gray Davis en 2003, tras obtener el 48,58 % de los votos de la lista de candidatos.
Actualmente, hay 46 candidatos oficiales en la papeleta, de los cuales sólo 9 son demócratas y 24 republicanos. Ninguno de los nueve azules son políticos conocidos dentro de los demócratas de California, ya que el partido ha dado instrucciones a sus partidarios para dejar la segunda pregunta de la papeleta en blanco como un esfuerzo para unificar su mensaje sobre el mantenimiento de Newsom en el poder, el inconveniente es que esta estrategia deja la ruta abierta para que un candidato del GOP se convierta en gobernador si Newsom es destituido con éxito.
Aunque el Partido Republicano no ha apoyado oficialmente a ningún candidato en la segunda votación, para concentrar sus esfuerzos en ganar la destitución en primer lugar, hay un campo saludable de candidatos republicanos que aspiran a suceder a Newsom, incluyendo al exalcalde de San Diego Kevin Faulconer y al locutor de radio Larry Elder.
Los demócratas esperan que la presentación de un gobernador republicano como alternativa a la destitución de Newsom motive a suficientes demócratas a ir a las urnas y defender a su gobernador (aunque no les guste tanto). Los republicanos quieren mantener a sus bases unificadas y con energía para que voten a Newsom y no se centren demasiado en las disputas internas entre los candidatos a gobernador, aunque algunos argumentan que el GOP debería haber concentrado todos sus recursos en un solo candidato para asegurar la victoria si Newsom es destituido.
Newsom todavía tiene bastantes posibilidades de mantener su cargo, después de todo California es extremadamente azul y puede que los votantes demócratas acaben uniéndose a su gobernador. Sin embargo, si sus números siguen empeorando a medida que se acerca la votación de destitución, entonces todas las apuestas están canceladas.
