Read in English
Estados Unidos es el país de la libertad, y en el país de la libertad es casi imposible imaginar que quieran obligar a los individuos a vacunarse para poder vivir en sociedad.
Ayer OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) suspendió la implementación del mandato de vacunas obligatorias de la administración Biden después de que un tribunal federal bloqueó la medida. La noticia da un consuelo a quienes defendemos la libertad.
El mandato de Biden requería que las empresas con más de 100 trabajadores exigieran vacunación a sus empleados. Afortunadamente el Quinto Circuito de los Estados Unidos suspendió temporalmente la medida del presidente.
El intento de la administración demócrata es una completa locura que rompe las leyes de este país. Lo que pretenden es dejar sin trabajo, sin educación y sin vida social a personas que ni siquiera están enfermas y que, en muchos casos, ya tienen inmunidad natural contra el Covid.
Que la gente no se confunda, esto no se trata de poner en cuarentena a enfermos que contagian y matan a personas saludables. Hablamos de personas sanas a las que les quieren arrebatar su vida laboral y social por no aplicarse una vacuna. Hablamos también de personas que ya se contagiaron y por lo tanto tienen anticuerpos o de personas que tienen condiciones médicas y para las que los posibles efectos de la vacuna son más peligrosos que un eventual contagio.
Curiosamente los defensores de estas medidas totalitarias que pretenden confinar a quien no se inyecte una vacuna son en realidad los más antivacuna y anticiencia. Si entendemos que la vacuna reduce a casi cero la probabilidad de muerte por Covid, ¿cuál es la obsesión con aislar físicamente a quien no se vacune? Quien se quiera blindar, vía vacuna, se inyectará y ya estará protegido. Los no-vacunados no representan ninguna amenaza para los vacunados.
La vacuna no elimina la posibilidad de contagio sino que reduce los síntomas y prácticamente desaparece la posibilidad de muerte por Covid. La idea de que los no-vacunados contagian a los vacunados tampoco es un argumento válido para encerrar gente. La vacuna, en todo caso, no elimina el contagio.
Esta es una batalla importante. Estamos hablando de arrebatar a buena parte de la sociedad, que no representa absolutamente ningún peligro mortal para los vacunados, su derecho a trabajar y a estudiar. A fin de cuentas, les quieren arrebatar su derecho a vivir en libertad.
Vanessa Vallejo. Co-editor-in-chief of El American. Economist. Podcaster. Political and economic analysis of America. Colombian exile in the United States // Vanessa Vallejo. Co-editora en jefe de El American. Economista. Podcaster. Análisis político y económico de América. Colombiana exiliada en EE. UU.
Totalmente deacuerdo!!muy buen análisis 👏🏻👏🏻
Me parece una locura el asunto del apartheid que se nos quiere hacer a los no vacunados. Siendo los amenazados por el virus. Toda una idea fascista!!