Read in English
El gobernador de Texas, Greg Abbott, respondió este martes luego de que una juez federal bloqueara la orden ejecutiva que pedía a los policías estatales detener a los conductores sospechosos de transportar inmigrantes ilegales, con la esperanza de contener la propagación del COVID-19.
«La orden reciente de la corte es temporal y se basa en evidencia limitada», señala el comunicado. «Esperamos poder brindarle al tribunal las pruebas que respalden la orden ejecutiva del gobernador para proteger a los tejanos».
«La administración Biden ha liberado a sabiendas y deliberadamente a los migrantes positivos para COVID-19 en las comunidades de Texas», continuó el texto, «arriesgando la posible exposición e infección de los residentes de Texas. La orden ejecutiva del gobernador intenta evitar que la administración Biden propague COVID-19 en Texas y proteger la salud y seguridad de los tejanos», concluye.
La juez federal, Kathleen Cardone, puso un alto temporal a la orden ejecutiva del gobernador Greg Abbott que impide transportar migrantes, por considerarlos propagadores de COVID-19. El amparo durará hasta el 13 de agosto.
El 28 de julio, el gobernador republicano, que intentará ser reelegido en 2022, emitió una orden ejecutiva que restringe el transporte de inmigrantes indocumentados por considerarlos un riesgo en la transmisión del virus.
Esta orden ejecutiva también está dirigida al Texas Department of Public Safety (DPS) para detener cualquier vehículo que sea sospechoso y de redirigirlo a su punto de origen. También permite que el DPS incaute vehículos que violen la orden.
La demanda del Departamento de Justicia se presentó el 30 de julio en la corte de distrito en El Paso y sostiene que la orden ejecutiva de Abbott viola la Cláusula de Supremacía de la Constitución que detalla que las leyes federales tienen precedencia sobre las leyes estatales.
Además argumenta que la orden estatal causa daño a personas de las que Estados Unidos tiene el encargo de proteger y «pone en peligro la salud y seguridad de no ciudadanos bajo custodia federal, arriesgando la seguridad de agentes federales y sus familias, y exacerbado la propagación de COVID-19 en nuestras comunidades».
En este sentido, el 29 de julio el procurador Merrick Garland dijo que la orden del gobernador de Texas es «peligrosa e ilegal».
Garland solicitó a Abbott retirar la orden inmediatamente, pero el gobernador respondió con una carta en la cual dijo que el Gobierno Biden no entiende la situación de la frontera, y aseguró que la demanda creará una crisis constitucional entre la administración demócrata y el estado de Texas.
Gobernador de Texas «Mi deber sigue siendo para con la gente de Texas»
«Esto se debe a la negativa de la administración de Biden a hacer cumplir las leyes de inmigración y permitir que los inmigrantes ilegales con COVID-19 ingresen a nuestro país», apunta el comunicado.
«Yo también tengo la autoridad bajo las leyes de respuesta de emergencia establecidas desde hace mucho tiempo de controlar el movimiento de personas para contener mejor la propagación de un desastre, como el caso de personas que se sabe que tienen COVID-19. Mi deber sigue siendo para con la gente de Texas, y no tengo ninguna intención de abdicar a eso», explica Abbott.
Según la Customs and Border Protection, hasta junio han sido detenidos más de 188,000 migrantes y aunque el número de detenciones de julio aún no está registrado en la página web, se presume que va en aumento, por lo que sería la más alta en más de 20 años.
