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La asombrosa historia de Frances Tiafoe: de dormir en mesas plegables a vencer a Nadal en el US Open

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EL ESTADO de concentración es absoluto. Un punto más e, inevitablemente, habrá conseguido una proeza que soñaba desde que empezaron sus primeros pasos en el deporte de la raqueta. Está sereno, tiene dos matchpoint a su favor, ciertamente acaba de perder uno, pero recientemente había logrado una devolución que provocó la ovación del público. El juego parece controlado para Frances Tiafoe (24, Maryland), pero en frente está Rafa Nadal, y es la cuarta ronda del US Open; así que sabe que no puede dejar viva a la bestia. Tiene que terminar el trabajo, el momento es ahora: devuelve el saque, cierra los ángulos, sube a la red y sonríe. Rafa acaba de dejar la bola en la red. Tiafoe está en cuartos de final. El partido de su vida.

Cuatro sets le alcanzaron al tenista americano del momento para someter a uno de los mejores jugadores de la historia y uno de los favoritos del torneo. Nadal, aunque se reproche individualmente, no tiene excusas para este partido, honestamente. Se vio superado en sus mejores armas: la faceta física y emocional. Porque sí, Tiafoe no tiene la técnica depurada de la mayoría de los jugadores del circuito, su swing es diferente; tiene una mecánica un tanto extraña, pero el talento y la energía están allí y lo está demostrando partido a partido, con un crecimiento notable en los últimos años.

No muchos recuerdos su primera gran irrupción en la élite. Fue hace 3 años, en el Australian Open, cuando Tiafoe llegó a los cuartos de final y cayó en sets corridos ante el mismísimo Nadal. Tenía 21 y la falta de experiencia en los momentos grandes le jugó una mala pasada. Él mismo, en una entrevista para The Guardian, admitió que para pasar a la historia y ganar torneos necesitaba que se volvieran comunes los partidos en instancias claves. Solo el roce de la competencia lo llevaría al siguiente nivel.

Y ahora Tiafoe se encuentra allí arriba. Luego de vencer a Nadal en cuarta ronda, en una rotunda exhibición tenística, el número 26 del mundo despachó a Andrey Rublev en sets corridos, convirtiéndose así en el primer americano en llegar a semifinales del US Open desde Andy Roddick en 2006.

Este es el momento por el que Tiafoe tanto luchó, en una historia de superación que no muchos conocen. El americano y su familia no tuvieron una vida fácil, para llegar hasta aquí tuvieron que trabajar arduamente.

La asombrosa historia de Frances Tiafoe

En imagen, Frances Tiafoe, jugando los cuartos de final de US Open. (EFE)

La travesía de Constant y Alphina

Todo empezó con sus padres en Sierra Leona, un país que estaba inmerso en una terrible guerra civil, allí su papá, Constant, trabajaba en minas de diamantes y veía las maneras de escapar de la pesadilla del conflicto armado en su país. Por lo que partió a Estados Unidos en 1993 en busca de nuevas oportunidades.

Alphina es la otra protagonista en esta historia, la madre de Frances Tiafoe. Ella, cuenta The Guardian, “tuvo suerte cuando, en 1996, se presentó a la lotería de la tarjeta verde, que asigna al azar un número restringido de visados americanos a personas de países con bajos índices de inmigración a Estados Unidos. Millones de personas solicitaron el visado y las probabilidades en su contra eran monumentales”.

Fue así como Constant y Alphina se conocieron en Hyattsville, Maryland, y al tiempo tuvieron dos mellizos, el propio Frances y su otro hijo, Franklin, en 1998.

Un año más tarde, Alphina empezó a trabajar como enfermera y el padre de los mellizos consiguió trabajo como constructor en una cuadrilla que estaba haciendo el Junior Tennis Champions Center en College Park, en Maryland. Los dueños del centro se impresionaron tanto con el arduo trabajo de Constant que le ofrecieron ser conserje del lugar.

Al señor Frances se le ofreció una oficina libre, pues había pedido otro trabajo cuidando las canchas de arcilla para hacer doble turno. Por ello, sus dos hijos, tanto Frances como Franklin, se interesaron en el tenis y empezaron a jugarlo desde los cuatro años.

Constant y Alphina decidieron que lo mejor para sus hijos era pasar cinco días de la semana en el centro, en una oficina libre que los dueños del centro les proporcionaron. Allí tanto Frances como su hermano durmieron durante mucho tiempo en el suelo y en estrechas mesas plegables en la pequeña oficina de su papá.

“Dormir en mesas plegables en la oficina”, le dijo Frances Tiafoe a The Guardian, “fue donde empezó mi aventura. Pensaba: ‘¿Cómo va a terminar esta historia? Vi el tenis como la forma de llevarme a otro lugar. Era yo quien pensaba: ‘¿Te imaginas si hacemos esto bien? Sería increíble. No se puede inventar’. Ahora quiero utilizar la historia para inspirar a otros. No hace falta ser de la alta sociedad para ser grande. Si quieres algo en la vida, ve a por ello”.

No había dinero para pagar las costosas cuotas del centro, por lo que Frances empezó a practicar en solitario, con raquetas desechables, golpeando la pelota contra la pared una y otra vez. Veía a los niños que asistían al centro practicar, moverse y mejorando su mecánica. Su aprendizaje, al menos en sus primeros inicios, antes de que su padre le consiguiera un sitio en el centro, fue por puro instinto e imitación; sin nadie que lo corrigiese o le ayudara a perfeccionar su mecánica de tiro.

Frances Tiafoe celebra su gran triunfo en los cuartos de final del US Open. (EFE)

De hecho, su primera raqueta profesional, para su edad, la obtuvo a los 12, cuando empezaron a patrocinarlo por su potencial carrera.

Fue Misha Kouznetsov, el primer entrenador de Tiafoe, quien se interesó en las cualidades atléticas de Frances cuando este tenía 8 años por su gran fuerza de tiro y ética de trabajo. Kouznetsov fue un punto de inflexión en la vida del joven tenista, pues aceptó entrenarlo a tiempo completo y además pagó para que Tiafoe se fogueara en torneos para menores donde fue tomando roce competitivo.

La formación de Tiafoe para la elite se completó cuando el joven americano, de origen sierraleonés, ganó el prestigioso Orange Bowl con tan solo 15 años, el más joven en hacerlo. El futuro lucía grande para el joven Frances y su familia.

Tiafoe busca la cima

Con 17 años, el de Maryland debutó en el cuadro principal de Roland Garros, siendo el americano más joven en lograrlo desde Pete Sampras y Michael Chang en 1989. Tuvo un ascenso importante en sus inicios como profesional, alcanzando su cúspide en 2019 en el Australian Open, pero luego encajó una mala racha cayendo en diversos torneos en primera ronda y perdiendo ante rivales de mayor nivel sin oponer demasiada resistencia y bajando por debajo del top-80 del ranking. Una tragedia.

Luego llegó la pandemia, un hecho histórico que hizo reflexionar y cambiar la mentalidad de Tiafoe, quien tras el stop deportivo pandémico, volvió más fuerte y recargado alcanzando grandes triunfos deportivos. Especialmente en este US Open donde el americano se ha convertido en una sensación y orgullo para el país.

Tras vencer a Rafa Nadal, el tenista americano rompe en llanto, su sueño se ha convertido en realidad. (EFE)

Ahora el próximo reto de Frances Tiafoe no es nada simple: llegar a la final del US Open e intentar ganarla. Para ello deberá vencer al sensacional Carlos Alcaraz, quien es la gran promesa del tenis mundial y está teniendo un torneo maravilloso. ¿Podrá este joven americano, de raíces africanas, dejar el trofeo en casa? Ya lo veremos. Pero que algo no quede dudas: la historia de Tiafoe es una de las mejores del circuito, y si no es ahora, el tenis le dará otra revancha. Porque la resiliencia es la principal característica de este atleta.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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