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Honduras: entre presidenciales y el abismo

Honduras, El American

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Este segundo bimestre del año, aún quedan varias elecciones presidenciales en Hispanoamérica. En junio, Perú y en un cargado mes de noviembre: Nicaragua, Chile y Honduras. Hoy nos referiremos justamente a Honduras, que atraviesa un caso realmente muy atípico y complejo, por tipificar de modo sencillo.

Justamente Honduras viene de atravesar una gran debilidad democrática luego de que Manuel Zelaya fuera frustrado en su intento por hacer un inconstitucional referéndum para reformar la Constitución al estilo de su mentor Hugo Chávez, intento que quedó en el naufragio luego que a días de las elecciones fue depuesto por un golpe militar, siendo sucedido por el entonces presidente del Congreso Roberto Micheletti, quien guio al país a unas elecciones donde resultó electo Porfirio Lobos por el Partido Nacional de Honduras (PNH).

El Gobierno de Lobo fue más de pena que de glorias, pues, pese a que los indicadores macroeconómicos experimentaron una leve mejoría, ello no permeó a los sectores sociales, además estuvo asediado por la sombra de Zelaya y la corrupción, al extremo que su propia esposa fue condenada por “apropiación indebida de fondos públicos”, “fraude” y “lavado de activos”. aunque más tarde, fue liberada por la Corte Suprema de Justicia. Pese a todo ese contexto, Juan Orlando Hernández del oficialista PNH le ganó al izquierdista radical, Salvador Nasralla.

Juan Orlando Hernández parte con un gobierno sin legitimidad de origen. Aunque los problemas nunca cesan, poco tiempo después, quedó sumergido en un escándalo público por la presunta captación de fondos para su campaña del “Chapo” Guzmán. Pero no todo quedó allí, su propio hermano Juan “Tony” Hernández fue hallado culpable de narcotráfico a gran escala, conspiración para usar armas, entre otros crímenes por un tribunal de Nueva York, el cual lo condenó a cadena perpetua y la confiscación de su patrimonio de 138.5 millones de dólares.

Este hecho inédito develó la simbiosis entre la élite política hondureña cercana al anillo presidencial y el crimen organizado trasnacional, ergo, mafiocracia o narcopolítica.

Amén de la ineficaz gestión gubernamental para dar respuesta a los principales problemas de la sociedad hondureña como la pobreza, criminalidad expresada en las maras, inmigración descontrolada hacia Estados Unidos y prácticamente la gente ha quedado abandonada a su suerte frente a la pandemia del virus chino, al extremo que Alcaldes han suplicado vacunas al vecino presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

La suma de todo ese cúmulo de problemas lleva al ciudadano-elector hondureño a una profunda desesperanza, la cual, se evidencia claramente en la encuesta de CESPAD (mayo 2021) que revela que el 51.1 % no tiene opción presidencial, seguido por el oficialista Nasry Afura, la representante del castro-chavismo y esposa del expresidente Manuel Zelaya, Xiomara Castro de Zelaya ambos con menos de 15 % cada uno. Más abajo, nuevamente Salvador Nasralla con 7.9 % y finalmente la opción moderada o centro-liberal, el empresario Yani Rosenthal con 6.6 %, sin mencionar el 7.6% de otro candidato. Englobando, los indecisos bordean el 60 %: un 23 % para la izquierda y el resto dividido entre fuerzas de derecha y el centro.

Estos números son poderosamente preocupantes, pues, expresan poderosos sentimientos de desesperanza y anti-política que existe en la sociedad hondureña, la cual, muy similar al caso peruano hoy, terminará inclinándose por un out-sider, una figura altamente personalista y despótica que encarnará su deseo de venganza popular para castigar la clase política tradicional, pero que infelizmente, terminarán cometiendo el suicidio a la libertad que cometieron los venezolanos en 1998 al elegir a Hugo Chávez. 

Aunque tal vez sea posible evitar ese nefasto escenario a través de opciones moderadas que pueden captar un importante apoyo, pero ello dependerá en gran medida de su distancia con la clase política tradicional y la oferta electoral que enganche con la ciudadanía al borde del abismo.

Nahem Reyes is a PhD in history from the Andrés Bello Catholix University and associate member of the American Studies Center of the Central University of Venezuela. // Nahem Reyes es doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

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