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Con un tercer plan de estímulo de $1.9 billones pronto a ser aprobado por la Cámara de Representantes, muchos americanos se preguntan: ¿en qué se usará todo ese dinero? La pregunta no está demás, pues el plan abarca desde dinero que será destinado en forma directa para atender la pandemia hasta transferencias directas a los estados.
Los cheques de estímulo y las ayudas por desempleo
El plan de estímulo del presidente Biden destina $410 mil millones en cheques de asistencia por pandemia de $1,400 a cualquier individuo con un ingreso menor a los $75,000 al año, o $2,800 para hogares con un ingreso inferior a los $150,000 al año.
También se incluirá en el programa un presupuesto de $246 mil millones que serán destinados para enviar cheques de $300 de asistencia por desempleo a aquellas personas que no cuenten con un trabajo. Originalmente los cheques eran de $400, pero el Senado acordó disminuir el monto pero alargar la duración de los cheques que se emitirán hasta el 6 de septiembre.
Dentro del plan se consideran créditos tributarios por el valor de $143 mil millones que serán asignados para las familias con hijos y hogares de bajos ingresos. El plan de Biden planea elevar el crédito tributario por niño de $2,000 a $3,000 y ascenderán hasta los $3,600 para los padres con hijos menores de 6 años. Los padres de 17 años son igualmente elegibles para recibir este crédito. El proyecto de ley, además, planifica una devolución de impuestos del 20 % del ingreso tributable a los hogares con el 20 % más bajo de ingresos.
Atención a la pandemia
Cerca del 7 % del presupuesto del plan de estímulo se destinará a atender la pandemia, lo que equivale a $123 mil millones aproximadamente.
En este sentido, del presupuesto para la pandemia, $50 mil millones serán destinados a testeos y rastreo del coronavirus, mientras que $47 mil millones serán destinados en asistencia por calamidad doméstica y gastos fúnebres relacionados con el Covid-19. Unos $16 mil millones se destinarán para la distribución de la vacuna y mantenimiento de la cadena de suministro, y finalmente $10 mil millones serán destinados para el uso de la Ley de Defensa y Producción con la finalidad de garantizar el suministro de insumos médicos.
Ayudas a los pequeños negocios
El paquete cuenta con un presupuesto para la atención a las empresas que incluye $26,000 millones en asistencia para restaurantes, bares y teatros; $15,000 millones para pagar la nómina de las aerolíneas; otros $15,000 millones para atender incidentes producto de la pandemia; y, finalmente, $7,200 millones en asistencia para el pago de nómina de pequeños negocios.
Transferencias a los gobiernos locales
El plan de estímulo de Biden abarca un presupuesto de $360 mil millones para transferir a los estados y gobiernos locales en los Estados Unidos. Este punto ha sido uno de los más controversiales del plan, pues los demócratas cambiaron la fórmula que asignaba recursos según el tamaño de la población de cada estado y ahora lo hace según su tasa de desempleo. De esta forma se beneficia de manera desproporcional a los estados demócratas que establecieron cuarentenas más largas y severas dejando a millones de desempleados.
Aunque buena parte del recaudo tributario ya se ha recuperado, estados como California, que destruyeron empleos masivamente, recibirán hasta $26 mil millones como premio por parte de la administración Biden.
De los $360 mil millones, $195 mil millones se destinarán para transferir directamente a los estados, mientras que $155 mil millones se destinarán para los gobiernos locales, territorios y tribus indígenas. Por último, 14 mil millones se destinarán para atender la ausencia por Covid-19 de los empleados públicos.
Otros gastos
El presupuesto incluirá $129,000 millones para las escuelas que se repartirán sin importar si las aulas están abiertas o no. Las universidades también lograron asegurar $40,000 millones. Sin embargo, en el estímulo anterior, el Congreso ya había girado $113,000 millones, aunque la mayor parte de estos fondos todavía no se ha usado.
Los demócratas también aprovecharon el estímulo del presidente para girar más fondos a sus programas, como subsidios para pagar las primas defraudadas del Obamacare, es decir aquellas cuentas sin pagar del sistema cuyo pasivo crece con el tiempo.
Por último, el paquete de estímulo de Biden incluye $39,000 millones en atención a la primera infancia, $30,000 millones para las agencias de tránsito, $19,000 millones para asistencia de arrendamientos, $10,000 millones para el pago de hipotecas, $4,500 millones para el programa de asistencia de energía para los hogares de bajos ingresos, como así también $3,500 millones para los cupones de alimentos y finalmente, $1,500 millones para la red ferroviaria.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica