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Idiotez de la Semana: Infantino dice que Europa debe pedir perdón durante 3000 años

Idiotez de la Semana: Infantino dice que Europa debe pedir perdón durante 3000 años, El American

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Las declaraciones del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante la rueda de prensa en vísperas al arranque del Mundial de Fútbol de Qatar se llevan el galardón de La Idiotez de la Semana de El American.

Dos han sido los momentos estelares de la comparecencia de Gianni Infantino que nos han hecho levantar la ceja primero, y poner los ojos en blanco después.

La elección de Qatar como sede del Mundial ha sido fuertemente cuestionada, con acusaciones de sobornos y corrupción. Aparte de las condiciones climáticas —que obligaron a no celebrar el Mundial durante el verano—, las férreas normas musulmanas de la teocracia catarí y las malas condiciones de trabajo en el país han sido las principales polémicas alrededor de este evento.

Quizás en una especie de homenaje a la infame táctica del catenaccio italiano, Gianni Infantino empezó atrincherándose a la defensiva ante las preguntas de los periodistas.

Empezó recurriendo a las técnicas de moda: el victimismo y la “autopercepción”. «Hoy me siento catarí. Hoy me siento árabe. Hoy me siento africano. Hoy me siento gay. Hoy me siento discapacitado. Hoy me siento un trabajador inmigrante».

Para Infantino, ser catarí, árabe, africano, gay, trabajador inmigrante y discapacitado ¿es equivalente? Quizás ser gay y/o trabajador inmigrante en Qatar sí pueda resultar problemático, pero ¿cuál es su proceso de pensamiento para concluir que sentirse esas cosas le da puntos de opresión?

Su mente parece infectada de “interseccionalidad”, esa palabreja que se han inventado las élites progres blancas occidentales para definir el fenómeno por el cual por cada individuo que supuestamente sufre opresión hay otro que ostenta un privilegio, en función de diferentes categorías sociales.

Según este delirio condescendiente, un jeque catarí no tiene nada que envidiarle a un redneck blanco del sur de Estados Unidos o a un desempleado europeo de una barriada de las afueras de Londres. Los segundos serían white trash que no merecen compasión, mientras que el jeque sería la desgraciada víctima de la opresión capitalista occidental… o algo así.

En su retahíla, a Infantino le faltaron minorías supuestamente discriminadas con las que identificarse para intentar convertirse en víctima, y así no tener que dar explicaciones a las cuestiones planteadas por los periodistas.

Para haberse victimizado más podría haber dicho que también se siente mujer a pesar de ser hombre —que además eso ahora es tendencia—; que se siente obeso a pesar de ser delgado —que la gordofobia está subiendo puestos en la clasificación—; que se siente enfermo mental a pesar de que no parece estar diagnosticado —aunque ahora hay que decirle personas con capacidades mentales especiales y divergentes—; y que se siente calvo —que desde la bofetada de Will Smith en los Oscar, la alopecia se está intentando hacer un hueco en el catálogo proteccionista woke—.

Lo que sí dijo es que «me siento como ellos y sé lo que es sufrir acoso de pequeño». Añadió que sufrió bullying porque «yo era pelirrojo», con énfasis en el tiempo verbal.

Idiotez de la Semana: Infantino dice que Europa debe pedir perdón durante 3000 años, EFE
Gianni Infantino (izquierda) posa junto a Al Rihla (derecha), balón oficial del Mundial de Qatar 2022

Infantino pasa de la defensa al ataque

Como Gianni Infantino vio que el victimismo no era suficiente para apaciguar a los periodistas, su postura defensiva pasó rápidamente al contraataque, algo que, dicho sea de paso, es habitual entre los que utilizan estas estrategias: hacerse las pobres víctimas para luego erigirse en verdugos implacables. Algo así como el gatito de Shrek.

«Por las cosas que los europeos han hecho al mundo durante los últimos 3.000 años deberían estar disculpándose otros 3.000 antes de empezar a dar lecciones morales a la gente», aseguró muy solemnemente Infantino.

Por arte de birlibirloque, la culpa de las supuestamente turbias relaciones entre la FIFA y Qatar la tienen los tatarabuelos de los blancos europeos. Es decir, los europeos vivos y de bien tenemos que pedir perdón por lo que supuestamente hicieron nuestros antepasados.

Lo que debería haber sido una reflexión de autocrítica de la FIFA, terminó convirtiéndose en Infantino “haciéndole la autocrítica” a los fantasmas de los europeos del pasado. Aquí tienen que pedir perdón hasta los muertos, pero no tienen que hacerlo ni las teocracias que vulneran los derechos humanos, ni quienes aparentemente hacen negocios con ellos.

Las palabras de Infantino son doblemente torpes. Por un lado, hacerse la víctima woke no cuela como excusa para justificar los evidentes problemas del mundial catarí. Por otro, no son lo suficientemente woke como para contar con el apoyo incondicional de los odiadores habituales de la civilización occidental creada por Europa.

De hecho, en la propia rueda de prensa le echaron en cara que por qué dejó fuera a la mitad de la población mundial al no decir que se sentía mujer.

Además, al atribuir a Europa el control de la FIFA, un organismo internacional, está pecando de “eurocentrismo” a ojos de, por ejemplo, muchos sudamericanos que ahora se sienten excluidos por Infantino y no pueden darle la razón aunque el cuerpo les pida hacerlo.

Además, dada la poca importancia relativa del fútbol en Estados Unidos y por haberse centrado en cargar las culpas contra Europa, Infantino no cuenta con el apoyo de los progres woke americanos, que habrían estado dispuestos a defender a Qatar y a la FIFA con tal de atacar a Occidente si Infantino hubiese sido más hábil.

Por último, al decir que se siente gay tampoco va a contar con el apoyo de los musulmanes en general, y en particular Qatar ya está empezando a pasar la página del Mundial, aún sin haber terminado, porque para ellos lo importante ya pasó en estos últimos años y la competición deportiva es un mero trámite contractual que deben cumplir.

Que tras el descanso del partido inaugural entre Qatar y Ecuador las gradas del estadio se quedaran vacías de espectadores cataríes es una poética metáfora de esto último. Con estas declaraciones, Gianni Infantino se va a quedar completamente solo en la grada defendiendo un Mundial al que todo el mundo le está dando la espalda.

Idiotez de la Semana: Infantino dice que Europa debe pedir perdón durante 3000 años, EFE
Gianni Infantino en gradas casi vacías. (EFE de Alberto Estevez)

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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