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La principal abogada del equipo legal de Twitter rompió en llanto durante una reunión con los empleados del departamento de políticas internas mientras analizaba los posibles cambios que enfrentará la compañía tras su adquisición total por parte de Elon Musk.
Según un reporte de Politico, la directora jurídica y asesora general de Twitter, Vijaya Gadde, no pudo contener las lágrimas mientras expresaba al resto del equipo sus preocupaciones sobre cómo será manejada la plataforma ahora que pertenece al dueño de Tesla y SpaceX.
Las fuentes de Politico indicaron que Gadde, quien habría jugado un rol principal durante las negociaciones con Musk, habló extensamente sobre el orgullo que siente sobre los cambios que ha llevado adelante el equipo respecto a las reglas elaboradas para regular la libre expresión de los usuarios, prohibir la publicidad política e impedir los discursos de odio y la desinformación.
Gadde ha estado a la cabeza de las decisiones de fondo político que han causado mayor polémica entre los usuarios, como la de suspender permanentemente la cuenta del expresidente Donald Trump tras los disturbios del 6 de enero.
Un empleado de Twitter le dijo a Politico que todos en la empresa se sienten “emotivos y reflexivos” ante la llegada de Musk. “Hemos pasado por muchas cosas en los últimos dos años y creo que en general [el cambio de dueño] ha instigado mucha reflexión. Creo que [la reunión con Gadde] fue más un reconocimiento de la incertidumbre que todos sienten en este momento”.
Normas ideológicas y censura selectiva en Twitter
La preocupación de Gadde podría ir más allá de la compra de Musk y estar relacionada con su responsabilidad en la moderación del contenido. La “abogada de la censura” de Twitter fue invitada a debatir sus políticas en un episodio el exitoso podcast The Joe Rogan Experience, junto al ex-CEO de la red social, Jack Dorsey, y fue confrontada por el periodista y comentarista político, Tim Pool, sobre la censura contra conservadores y las “políticas ideológicamente sesgadas”.
Pool acusó a Gadde de tener sesgo de izquierda al imponer normativas y la interpeló sobre la censura permanente por parte de Twitter contra la activista feminista Meghan Murphy, quien fue suspendida de la plataforma en 2018 por referirse a una transexual usando pronombres masculinos durante un intercambio de tweets.
“Tienes a alguien que estaba debatiendo con una persona de alto perfil en su comunidad y expresando su ideología frente a la de su contraparte, y has optado por prohibir solo una de esas ideologías”, le dijo Pool a la abogada.
La respuesta de Gadde —palabras más, palabras menos— fue que las normas son las normas, y referirse a una persona transexual por pronombres distintos a sus preferidos en un contexto específico es acoso y va contra las políticas de la compañía.
“Entiendo por qué la gente no estaría de acuerdo con la regla, pero, dicho esto, sigue siendo una regla nuestra plataforma”, respondió Gadde a Pool. “Y una vez que se le advierte al respecto, repetir el mismo contenido también será una violación de nuestras reglas”.
Joe Rogan, el conductor del programa, respondió: “Esta regla es un buen ejemplo de una norma ideológicamente impuesta”.
Además de la supresión de Trump y las normas a favor de la ideología de género, Gadde estuvo detrás del bloqueo al artículo del New York Post que revelaba el contenido de la laptop de Hunter Biden, que fue tachado de “desinformación rusa” por los medios liberales y derivó en la eventual suspensión temporal de la cuenta del Post en Twitter.
El periodista y autor Saagar Enjeti citó el reporte de Politico sobre el llanto de Gadde y señaló: “Vijaya Gadde, la principal defensora de la censura en Twitter que manipuló al mundo con el podcast de Joe Rogan y censuró la historia de la laptop de Hunter Biden, está muy molesta por la adquisición de Elon Musk”.
Elon Musk ofreció su opinión, corta y directa: “Suspender la cuenta de Twitter de una importante organización de noticias por publicar una historia veraz fue, obviamente, increíblemente inapropiado”.
No está claro si Gadde deberá enfrentar su responsabilidad en los alegatos de censura contra la plataforma cuando el multimillonario tome acciones respecto al sesgo ideológico. Lo que sí es cierto es que la llegada de Musk ha puesto de puntillas a los empleados de Twitter, ha causado una estampida de influencers de izquierda e incluso ha hecho enojar a las autoridades europeas.
