fbpx
Saltar al contenido

Inflación de Biden castiga a los americanos esta Navidad

There’s One Thing Picking Americans’ Pockets This Christmas—Biden’s Inflation, EFE

Read in English

Por EJ Antoni*

Al menos el Grinch tuvo la cortesía de esperar hasta Nochebuena para empezar a robar. Este año no se ha concedido tal indulgencia a los consumidores, ya que la inflación hace tiempo que ha frenado la temporada de regalos. Si estás pasando apuros, no eres el único.

Aunque la Casa Blanca aclama una tasa de inflación del 7,1 % como una especie de logro, no hay mucho por qué alegrarse de una cifra tan espantosa. A ese ritmo, los precios se duplicarán en aproximadamente una década.

Como el abominable hombre de las nieves, no se puede escapar ni esconderse de la inflación: está en todas partes y es ineludible. Por desgracia, las vacaciones no ofrecen ninguna protección, ni siquiera cuando se trata de productos de primera necesidad. 

En un momento en el que se supone que debemos reunirnos para celebrar, el 73% de los americanos modifica sus planes de cenas navideñas debido al elevado coste de la comida. Una cuarta parte de las familias afirma no poder permitirse tantos invitados en las comidas. No hay nada que enfríe más el espíritu navideño que una pila de facturas que no puedes pagar, pero es aún más deprimente cuando esas facturas son por cosas esenciales, no por lujos.  

Con la inflación apretando los presupuestos familiares, muchos padres tienen dificultades para comprar juguetes este año. En respuesta, los fabricantes de juguetes están produciendo juguetes más pequeños para abaratar los precios, centrándose en sacar al mercado productos por 10 dólares o menos. Sí, la shrinkflation (cuando las empresas reducen la cantidad o la calidad sin reducir el precio) ha llegado incluso a los juguetes infantiles. Mientras tanto, el árbol bajo el que se colocan esos regalos más pequeños tiene un precio mayor.  

Los elevados costes de todo, desde los juguetes hasta la comida, son como un jarro de agua fría para esta Navidad, pero uno no lo sabría al escuchar a la administración Biden. La Casa Blanca proclama que la economía es “fuerte a rabiar”. Sin embargo, es una forma extraña de caracterizar el descenso de las ventas al por menor, la disminución masiva de los empleos a tiempo completo, el aumento de la deuda de las tarjetas de crédito y el colapso de los ahorros mensuales. Sin embargo, ninguno de estos resultados negativos resulta sorprendente, dada la tasa de inflación de cuatro décadas alimentada por los enormes déficits gubernamentales del presidente Biden.

Para una familia media, los precios han subido mucho más rápido que los salarios desde que Biden llegó a la Presidencia, hasta el punto de que es como si hubieran recibido un recorte salarial anual de 5.800 dólares… pero eso es solo la media. Si hoy quiere comprar una vivienda de precio medio, en comparación con cuando Biden asumió la Presidencia, le costará un 84 % más, muy por encima de la tasa de inflación oficial del 7,1%.  

Una medida alternativa algo caprichosa de la inflación es el aumento del coste de los artículos del villancico de los 12 días de Navidad. Comprar esos artículos para tu amor verdadero este año costará un 10,5 % más que la Navidad pasada.  

Pero las familias no necesitan una cifra oficial de inflación de Washington para saber que están siendo asfixiadas en las cajas registradoras. Lo viven a diario. Solo que, en esta época de regalos, lo experimentan de forma más aguda.

De hecho, se sienten como Bob Cratchit, trabajando a las órdenes de un amo avaro, pero en lugar de ser Scrooge su patrón, es el Gobierno el que les hurta el bolsillo mediante el impuesto oculto de la inflación.

El regalo que muchas familias quieren para Navidad este año es que Washington ponga fin a su derroche excesivo que ha desencadenado esta ventisca inflacionista de aumento de precios. Parece poco probable que el Gobierno tenga la voluntad política de hacerlo, pero, de nuevo, esta es la época de la esperanza perpetua.


*EJ es investigador de Economía Regional en el Centro de Análisis de Datos de The Heritage Foundation.

Este artículo forma parte de un acuerdo entre El American y The Heritage Foundation.

Total
0
Share