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Inflación en Estados Unidos alcanzó un máximo en 13 años

Inflacionario, El American

Por Brad Polumbo

Los defensores de las intervenciones excesivas del gobierno debido a la pandemia han insistido en que cualquier inflación de precios que estos planes hayan causado es sólo temporal. Pero acaban de aparecer más datos que muestran que la inflación de los precios está alcanzando nuevas máximas, lo que pone de manifiesto las consecuencias destructivas de estas políticas imprudentes.

El Gobierno federal acaba de publicar el último Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente a junio del 2021, una métrica imperfecta pero útil que hace un seguimiento a la inflación general de precios en un conjunto de bienes de consumo típicos. Básicamente, trata de ilustrar cuánto están subiendo los precios de los bienes que el americano promedio compra habitualmente. La edición de junio muestra que los precios han vuelto a aumentar considerablemente, con un incremento del 0.9 % de mayo a junio. De junio del 2020 a junio de 2021, los datos muestran que los precios al consumidor aumentaron un enorme 5.4 %.

Algunos bienes específicos experimentaron subidas de precios especialmente drásticas en el transcurso del año. Principalmente, los autos y camiones usados subieron un 45.2 % de precio, mientras que los precios de la energía se dispararon un 24.5 %.

Todo ello representa el mayor aumento de precios interanual medido desde 2008. En otras palabras, la inflación de los precios acaba de alcanzar un máximo en los últimos 13 años. Pero, ¿por qué? Y, lo que es más importante, ¿por qué nos debería importar?

Aunque la inflación de los precios tiene muchas causas, podemos rastrear gran parte de la actual oleada a la medida de la Reserva Federal, el Banco Central que controla la oferta de dólares americanos. La Fed creó esencialmente billones de dólares nuevos para bombearlos en la economía en nombre del “estímulo“.

“La cantidad de dinero ha aumentado más del 32.9 % desde enero de 2020”, explicó en mayo el economista de la Fundación para la Educación Económica (FEE), Peter Jacobsen. “Eso significa que casi una cuarta parte del dinero en circulación ha sido creado desde entonces. Si más dólares persiguen exactamente los mismos bienes, los precios subirán”. 

Esta inflación de precios alimentada por la política es más que un fenómeno económico abstracto. Significa que el americano promedio, a excepción de los que han visto grandes aumentos salariales en el último año, es significativamente más pobre de lo que era antes.  

El nivel de vida de una persona típica disminuye como resultado de la inflación de los precios, porque lo que realmente importa no es la cifra que aparece en su cheque de pago, sino lo que ese cheque de pago puede comprarle. Los americanos de clase trabajadora sufren enormemente cuando su factura de la luz aumenta casi un 25 % en un solo año, por ejemplo.

Además, todos los que han ahorrado dinero en sus cuentas bancarias —ya sea para la universidad, la jubilación, un fondo para días lluviosos, etc.— han visto su riqueza real erosionada por esta inflación.

Por supuesto, la actual tasa de inflación de los precios, aunque elevada, sigue siendo muy inferior al tipo de hiperinflación que puede arruinar economías enteras. Y nadie puede predecir con certeza cuál será la inflación en el futuro.

Pero los niveles actuales de inflación de precios que asolan nuestra economía son gravemente perjudiciales. No hay que olvidar las muchas formas en que la inflación de precios perjudica a la gente real, o que en última instancia podemos rastrear gran parte de ella hasta las decisiones tomadas por los responsables políticos del gobierno.

Foundation for Economic Education (FEE)

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