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El Gobierno Biden, por medio de su secretario de Estado, Antony Blinken, le hizo advertencias superficiales a China sobre sus planes de invasión a Taiwán, mientras que en el Congreso americano se puso en marcha una legislación, con apoyo bipartidista, para fortalecer los lazos de Estados Unidos con la isla.
Tras el tránsito de un buque de la Séptima Flota por el Estrecho de Taiwán, el Ejército chino envió aviones a territorio de taiwanés, lo que despertó la preocupación de Blinken por la tensión fomentada por las «agresivas acciones» y afirmó que Estados Unidos mantiene sus compromisos de garantizar la autodefensa de Taipéi.
«Sería un grave error que cualquiera intentara cambiar el statu quo existente por la fuerza», dijo Blinken en una entrevista.
El Congreso, por su parte, respondió con un proyecto de ley que le permite a Estados Unidos usar «la misma nomenclatura y protocolo» al tratar con Taiwán que con cualquier gobierno extranjero, aunque sin el reconocimiento a Taipéi.
Una regulación similar se dio durante los últimos días del Gobierno de Donald Trump, cuando el Departamento de Estado, en cabeza de Mike Pompeo, eliminó restricciones para las conexiones diplomáticas con homólogos taiwaneses.
Estados Unidos sigue sin enviar un mensaje contundente a China
Las nuevas pautas del Departamento de Estado para los contactos con Taiwán permitirán que los funcionarios de ambos países gestionen reuniones incluso en edificaciones federales.
Sin embargo, las acciones de Blinken dejan dudas después de haber minimizado la libertad religiosa en un discurso el 30 de marzo de 2021, donde trató de «desequilibrada» la jerarquía establecida por el comité asesor del Departamento de Estado de Mike Pompeo.
En la anterior administración se había establecido una jerarquía en relación con el genocidio de uigures en China, con «la necesidad de establecer prioridades en la política de derechos humanos, de acuerdo con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuando en tiempos de emergencia, algunos derechos como la libertad religiosa son inderogables» y gozan de mayor prevalencia.
Si el Gobierno Biden está enfocado en restablecer las políticas del expresidente Barack Obama (con las que se le dio la espalada a Filipinas en 2012), las presiones de China podrían terminar con una invasión a Taiwán y acabando con la estabilidad de la región Indo-Pacífico.
Avance en el Congreso americano contra el Partido Comunista de China
China, con acciones ofensivas, mide la capacidad y voluntad de reacción de Washington a la hora de defender a sus aliados. La importancia de Taiwán en el campo tecnológico y la decidida respuesta militar de la ciudadanía taiwanesa han instado a Japón a hacer un llamado a la paz.
En ese sentido, Estados Unidos debe vigilar el aumento de las actividades militares chinas en el Estrecho de Taiwán, ya que son acciones potencialmente desestabilizadoras al ser propicias para provocar un incidente bélico.
En consecuencia, en una iniciativa bipartidista de los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, se presentó un proyecto de ley «de competencia estratégica» en el fortalecimiento institucional americano, de cara a la amenaza que representa la figura del PCCh y los valores antidemocráticos para América y sus aliados.
El Congreso busca intensificar la presión sobre China en dos aspectos concretos: acerca del robo de propiedad intelectual por parte de empresas afines a Beijing y fortalecer los lazos de Estados Unidos con Taiwán.
El proyecto de ley además contempla que el secretario de Estado emita una lista anual de todas las empresas estatales chinas que se han beneficiado del robo de propiedad intelectual que perjudica a cualquier empresa o sector americano.
Camilo Bello is a consultant focused on Asia Pacific studies and has experience in strategic management. He has studied law in Colombia and is currently pursuing studies in language and history at National Taiwan Normal University. He has collaborated with Students for Freedom in Hong Kong and Taiwan // Camilo es consultor enfocado en estudios de Asia Pacífico y experiencia en gestión estratégica. Cuenta con estudios en Derecho en Colombia y actualmente se encuentra realizando estudios en lenguaje e historia en National Taiwan Normal University. Colaborador de Estudiantes por la Libertad en Hong Kong y Taiwán