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Jack Dorsey deja Twitter: para unos, contribuyó con la libertad, otros piensan lo contrario

Jack Dorsey - Twitter

Tras 14 años como director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey decidió renunciar a su puesto. Deja una gestión marcada por controversias y denuncias de censura y manipulación política; pero también, un aporte invaluable a la libertad de prensa a lo largo del mundo.

Dorsey confirmó este lunes que dejará la compañía con efecto inmediato y, sin mayores explicaciones, dijo que la empresa podría funcionar mucho mejor sin él. Además, anunció que quien ocupará su lugar será Parag Agrawal, un ingeniero de tecnología que se sumó a la compañía en 2011.

«Se habla mucho sobre la importancia de que una empresa sea ‘dirigida por un fundador’. En última instancia, creo que eso es muy limitante y un único punto de falla», escribió Dorsey en una carta que envió por correo a sus empleados y que luego publicó en su cuenta personal de Twitter, para ser más “transparente”.

Twitter, una ventana de libertad para el mundo (a excepción de Estados Unidos)

El lanzamiento de Twitter en 2007 abrió las puertas de la libertad de expresión para países donde la censura impedía que las poblaciones estuvieran informadas. Por ejemplo, para el surgimiento de la Primavera Árabe, cuando millones de ciudadanos se alzaron contra varios Gobiernos en Medio Oriente, Twitter fue una herramienta clave para la coordinación y difusión del movimiento.

En Venezuela, luego de que la dictadura chavista acabara con la libertad de prensa y pasara a controlar la mayoría de medios de comunicación, los ciudadanos acudieron a la red social como una ventana para estar enterados de manera inmediata de lo que sucedía. Gracias a Twitter los venezolanos pudieron difundir los crímenes de la dictadura durante los episodios de protestas cívicas, las torturas y darle voz a la disidencia.

Está el ejemplo de Cuba, que es más reciente. Fue gracias a Twitter que a lo largo del mundo todos nos enteramos de que los cubanos, luego de años, se habían alzado en la isla y estaban protestando contra la dictadura de Miguel Díaz-Canel. Hace semanas, por varios días, la red social estaba inundada de imágenes de la represión en Cuba y de las manifestaciones.

Y en China la red social fue bloqueada y prohibida para impedir que la población estuviera informada sobre las revueltas antigubernamentales ocurridas en Hong Kong. Además, Twitter se convirtió en una importante herramienta para que los disidentes chinos denunciaran los excesos de su régimen.

Jack Dorsey en Twitter: censura en Estados Unidos

Sobre la censura: un escándalo de restricción de la información estalló luego de que el New York Post informara sobre varios negocios oscuros de Hunter Biden en Ucrania y China, justo en la víspera de las elecciones presidenciales donde Joe Biden, el padre de Hunter, era el principal candidato demócrata. Twitter, de forma rotunda, impidió la difusión de la información sobre los negocios de Biden.

Ante la situación, Dorsey se vio obligado a rendir explicaciones en el Senado y a disculparse tras impedir que sus usuarios compartieran la historia sobre el hijo del presidente Joe Biden.

En enero, Twitter suspendió permanentemente la cuenta del expresidente DonaldTrump. Ese mismo mes se filtró un audio de Dorsey que revelaba que la censura masiva en Twitter —con la que bloqueó cuentas como la de Trump— fue planificada.

En abril, la red social también bloqueó la cuenta del fundador de Project Veritas, James O’Keefe, luego de que iniciara una campaña para exponer al canal de televisión CNN. Twitter le informó que fue suspendida por presunto uso de “cuentas falsas”. O’Keefe lo negó.

Pese a que Twitter ha sido un recurso muy valioso para víctimas de países comunistas, también está la impresión que ha dado, por como ha actuado. A los ojos de muchos conservadores, Twitter sembró la percepción de ser una red al servicio de los progresistas y de la izquierda, y dispuesta a limitar la libertad de expresión.

Sobre favorecer a la izquierda: mientras Dorsey se mostraba a favor del bloqueo de la cuenta al expresidente Donald Trump acusándole de “incitación a la violencia”, mantenía libre y sin restricciones la cuenta en Twitter del dictador cubano Miguel Díaz-Canel quien admitió en redes sociales que reprimiría a la oposición.

«No estoy a favor de que [Twitter] bloquee a nadie», dijo en julio el senador republicano Marco Rubio. «Pero si va a bloquear a políticos, activistas e incluso a un presidente de Estados Unidos, también debería bloquear a los dictadores socialistas marxistas que incitan a la violencia callejera».

No solamente el dictador Díaz-Canel tuitea con libertad. También lo hacen los dictadores Nicolás Maduro, Daniel Ortega y el ayatolá Alí Jamenei, quien ha mantenido intacto su discurso antiamericano y su apoyo a grupos terroristas.

Sobre China: en noviembre de 2020 —al mismo tiempo en que censuraba a Trump— Twitter permitía que un funcionario chino publicara fotografías falsas que podrían incentivar acciones violentas.

Lijian Zhao, subdirector del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, compartió en Twitter una foto con información falsa insultando a Australia: «Conmocionado por el asesinato de civiles y prisioneros afganos por soldados australianos. Condenamos enérgicamente tales actos y pedimos que se los responsabilice».

En la imagen se ve a un soldado con uniforme miliar y un casco con la bandera australiana que aprieta un cuchillo ensangrentado contra el cuello de un niño que, a su vez, sostiene un pequeño cordero. La fotografía fue editada y retocada para que parezca que en el suelo hay una bandera australiana extendida por encima de una de Afganistán.

Con la imagen se muestra la paradójica forma de actuar de Twitter, que censura publicaciones por “violar los términos”, pero permite que altos funcionarios del régimen chino emitan información falsa.

Sobre la estrecha relación con el partido Demócrata: un reportaje del New York Post reveló que una revisión de los registros de la Comisión Federal Electoral que en Twitter, decenas de empleados senior también donaron casi exclusivamente a demócratas y a Joe Biden.

El vicepresidente de la plataforma Matt Derella donó $2,000 a la campaña de Biden en septiembre, mientras que el director senior de gestión de productos James Kelm hizo dos donaciones por un total de $5,600.

Queda esperar cómo será la gestión del nuevo CEO Parag Agrawal, quien prometió en una carta pública que «mostrará al mundo el potencial» de Twitter.

Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo

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