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James Cameron y Jennifer Lawrence: los estragos del wokeismo en Hollywood

jennifer lawrence efe

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No hay semana en la que alguien de Hollywood no intente promocionarse haciendo las declaraciones más woke posibles. En esta ocasión el director James Cameron y la actriz Jennifer Lawrence son el ejemplo perfecto de esta competición desbocada por llamar la atención.

En un vídeo para Variety, Jennifer Lawrence dijo recordar que «cuando estaba haciendo Los Juegos del Hambre, nadie había puesto a una mujer encabezando una película de acción».

Aunque tras la mofa generalizada por su ignorancia cinematográfica aclaró que «eso no era lo que quería decir», lo cierto es que aseguró que le explicaron que «chicas y chicos pueden identificarse con un protagonista masculino, pero los chicos no pueden identificarse con una protagonista femenina».

Más allá de que es falso que no haya habido protagonistas femeninas en el cine de acción antes de ella, sus declaraciones ponen de manifiesto una de las nefastas consecuencias del feminismo radical que inunda Hollywood: en su afán por llevarse el mérito, el movimiento feminista pretende cambiar la historia para hacer creer que todo era peor para las mujeres antes de su irrupción en la política.

Paradójicamente, esto invisibiliza a las mujeres que sí ayudaron a abrir camino en la industria en general —y en el género de acción en particular— mediante su esfuerzo y talento, y no gracias a cuotas artificiales.

Doris Day en Calamity Jane (1953), Raquel Welch en One Million Years B.C. (1966), Jane Fonda en Barbarella (1968), Sigourney Weaver en Alien (1979), Linda Hamilton en The Terminator (1984) y muchísimas otras actrices, ahora no parecen existir para el feminismo.

Su existencia demostraría que el feminismo radical que padecemos en la actualidad no es la única salvación posible para las mujeres, y que realmente no tienen nada por lo que luchar más allá de lo que cada una pueda conseguir por sus propios méritos como individuos.

Todos esos personajes demuestran que los espectadores masculinos sí pueden identificarse con protagonistas femeninas, siempre y cuando, claro está, sean personajes bien escritos, bien interpretados, y creíbles a pesar de lo hiperbólico que suele ser el género de acción; no como los aburridos y fotocopiados personajes femeninos feministas que monopolizan el cine actual.

James Cameron y la masculinidad tóxica

Casualmente, dos de estos personajes femeninos icónicos fueron forjados por James Cameron, quien dirigió a Sigourney Weaver en la secuela Aliens y a su exesposa Linda Hamilton en las dos primeras entregas de Terminator.

james cameron
James Cameron. (EFE)

A pesar de los rasgos y comportamientos muy masculinos que dio a estas mujeres de ficción, ahora James Cameron parece apuntarse a la moda woke de achacar al hombre y a la masculinidad todos los males de la sociedad.

En una entrevista a The Hollywood Reporter, quizás amedrentado por el posible fracaso de su nueva entrega de Avatar, James Cameron dijo que la testosterona es «una toxina que debes sacar poco a poco de tu organismo».

Según él, este ímpetu provocado por la hormona masculina le llevó en el pasado a enfrentarse vehementemente con los ejecutivos para defender algunos de sus proyectos como Avatar o Titanic, y ahora se arrepiente.

Quizás James Cameron esté llevando a cabo algún tipo de depuración hormonal para deconstruir su masculinidad que le ha llevado a olvidar que fue precisamente su vehemencia lo que le permitió conseguir sus dos mayores éxitos. O quizás simplemente esté tratando de dar un titular con el que promocionar su nueva película regalándole los oídos a la horda woke, tan empeñada en señalar al hombre, la masculinidad y al patriarcado como el espantapájaros con el que mantener distraídas a las masas.

No sabemos si recurrir al wokeismo es una mera artimaña publicitaria, o si verdaderamente la gente de Hollywood está tan politizada que se lo creen. En cualquier caso, deberíamos demostrarles que cada vez somos más los que estamos hartos de que su ideología termine condicionando su arte y rebajando su calidad.

No ir a ver Avatar 2 sería una buena forma de obligar a James Cameron a que recupere algo de la testosterona perdida para sus próximas películas.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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