La puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn regresó por primera vez a Puerto Rico este martes con el oro olímpico que consiguió en Tokio 2020 y con él recorrió parte de la isla en una caravana que se extendió por la zona metropolitana.
A su llegada a la isla, Camacho-Quinn fue felicitada por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, y tras salir del avión, ambos fueron recibidos por la música de pleneros, quienes coreaban “Yo soy boricua pa’ que tú lo sepas”.
Ya en el lobby del aeropuerto, la velocista que implementó récord de 12.26 segundos en 100 metros planos con valla antes de ganar el oro olímpico, se encontró con su familia, que incluyó a su madre, María Camacho, nacida y criada en Puerto Rico. Posteriormente, agradeció a los medios presentes por acompañarla en el camino.
“En este momento, es todo nuevo para mí. Estoy muy agradecida por todo, tuve una idea de cómo podría ser [la llegada y el recibimiento], pero esto es mucho más. Estoy muy agradecida por el apoyo y muchas gracias por venir”, expresó.
Por otra parte, resaltó sus raíces puertorriqueñas, destacando que siempre se ha considerado boricua. Y por ello trabajó para conseguir la medalla, para darle una alegría al pueblo de la isla.
“Nunca he negado de donde vengo. Mi mamá siempre me inculcó que yo soy puertorriqueña y me enseñó de donde venimos. Es un orgullo. Nosotros abrazamos el lado puertorriqueño”, continuó.
“Quería traer la medalla a casa y trabajé para ello”, añadió Jasmine aclarando que no quería pasar otra vez por lo de Río 2016.
En aquella ocasión, Camacho-Quinn cayó en su camino al oro olímpico al tropezar con una valla en semifinales y perder la oportunidad de pelear por la medalla.
A su salida del aeropuerto, la atleta recorrió en un vehículo toda el área metropolitana de San Juan hasta llegar a Trujillo Alto, la zona donde vive su madre. En la ruta, fueron miles de fanáticos y amantes del deporte los que acompañaron a la campeona, tomando fotos y vitoreando mientras que Camacho-Quinn destacaba por su sonrisa y su alegría con la medalla en el pecho.
Al pasar frente a la Casa Olímpica, la velocista bajó de la carroza para firmar autógrafos y regalar unas fotos a los niños que corrieron a abrazarla y felicitarla. Minutos después llegó a Trujillo Alto donde culminó la celebración.
Este miércoles, Jasmine Camacho-Quinn nuevamente se colgará el oro olímpico pero esta vez para ser recibida en La Fortaleza por el gobernador de Puerto Rico Pedro Pierluisi.
