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¿Presidenta Kamala Harris? No, Joe Biden debe quedarse

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Una de las formas más fáciles de separar a un idealista de un pragmático en política es dándoles dos opciones indeseables y pidiéndoles que elijan entre las dos. Hay muchos en la izquierda, pero también en la derecha, que se aferran tanto a sus principios que se niegan a respaldar cualquier cosa que se desvíe de su visión del mundo. Sin embargo, también hay quienes reconocen que la vida es, en última instancia, una serie de opciones, y a veces hay que elegir entre el menor de los males.

Los republicanos, muchos de los cuales están clamando por la sangre de Joe Biden en medio de la catástrofe en curso en Afganistán, harían bien en recordar esto en las próximas semanas y meses. Muchos legisladores, entre ellos los senadores Josh Hawley y Marsha Blackburn, ya han pedido su dimisión tras la muerte de 13 Marines en el atentado suicida del jueves en Kabul. La destitución de Biden puede resultar una victoria política sísmica, pero ¿a qué precio? La respuesta es obvia: la presidenta Kamala Harris.

Se trata de la mujer que se negó a condenar al actor Jussie Smollett, caído en desgracia después de que éste montara un increíble engaño de crimen de odio con el objetivo de aumentar su ya enorme salario. Alguien que impulsó las falsas acusaciones contra el juez Brett Kavanaugh en un intento de hacer que fracasara su nominación para la Corte Suprema. Alguien que ha comparado a la agencia de inmigración ICE con el Klu Klux Klan. Alguien que se ha pronunciado a favor de la desfinanciación de los Departamentos de Policía. Alguien que cree en el derecho al aborto hasta el momento del nacimiento. Alguien que se alinea plenamente con el movimiento marxista Black Lives Matter. Alguien que cree en la asistencia sanitaria gratuita para los que han entrado en el país ilegalmente. Los ejemplos son realmente interminables.

Todos estos recordatorios no hacen más que arañar la superficie de lo que realmente cree esta mujer. A pesar de los intentos de presentarse como moderada, Harris está en el ala izquierda radical del Partido Demócrata. Su presidencia envalentonaría a aquellos que odian los ideales sobre los que se fundó América y que desean replicar el desastroso modelo de California en el resto de Estados Unidos. Según recientes encuestas, Harris es también la vicepresidente menos popular de la historia moderna.

Cuando se habla de Biden como “demócrata moderado”, no se quiere decir que sea un auténtico moderado político, como por ejemplo los senadores Joe Manchin y Susan Collins. Sin embargo, es un moderado en comparación con el actual Partido Demócrata, muchos de cuyos líderes defienden abiertamente ideas autoritarias de extrema izquierda casi a diario. Por ejemplo, recientemente denunció al socialismo como un “sistema universalmente fracasado”. En la actualidad, esos comentarios de los líderes demócratas son escasos.

Uno de los argumentos esgrimidos por quienes piden la destitución o la dimisión de Biden es que la humillación de su desaparición perjudicaría las perspectivas políticas de los demócratas en los próximos años. Esto puede ser cierto. Sin embargo, esas personas también tienen que enfrentarse a la cruda realidad de que si Biden es destituido, el vicepresidente tiene no solo el derecho, sino el deber constitucional de asumir la presidencia. En esas circunstancias, Kamala Harris asumiría inmediatamente el control del Despacho Oval y tendría más de tres años para hundir aun más el país.

Joe Biden puede ser senil, incompetente y una marioneta de otras fuerzas malignas, pero al menos es una persona conocida. Harris, por su parte, es alguien que nunca ha demostrado más que desprecio por los ideales que hacen de América el mejor país del mundo. Hay que impedir a toda costa su ascenso al cargo como presidente de los Estados Unidos.

Ben Kew is English Editor of El American. He studied politics and modern languages at the University of Bristol where he developed a passion for the Americas and anti-communist movements. He previously worked as a national security correspondent for Breitbart News. He has also written for The Spectator, Spiked, PanAm Post, and The Independent

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Ben Kew es editor en inglés de El American. Estudió política y lenguas modernas en la Universidad de Bristol, donde desarrolló una pasión por las Américas y los movimientos anticomunistas. Anteriormente trabajó como corresponsal de seguridad nacional para Breitbart News. También ha escrito para The Spectator, Spiked, PanAm Post y The Independent.

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