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En el escenario ideal de Kevin McCarthy (R-CA) es lograr unificar a los congresistas del Partido Republicano el próximo 3 de enero y así recibir la mayoría de los votos para convertirse en el nuevo portavoz de la Cámara de Representantes. Sin embargo, puede que esto no suceda, lo que abre la puerta a la siguiente duda: y si McCarthy no consigue los 218 votos, ¿qué pasaría?
El proceso de selección comienza con la nominación de nombres propios por parte de los partidos y luego tiene lugar una votación, en la que los 435 miembros de la Cámara Baja deben decidirse “a favor de una persona por su nombre”. En condiciones normales, el número mágico es 218, aunque esto, como popularizó el mago argentino Tusam, “puede fallar”.
Resulta que los congresistas no están obligados a votar por uno de los nominados, por lo que pueden votar a otro miembro del Congreso o literalmente a quien quieran. Por ejemplo, Joe Biden y Stacey Abrams recibieron un voto en el 2019.
A su vez, también pueden optar por no votar y solo dar el presente. En este caso, el número mágico desciende a la mitad más uno de los legisladores que sí hayan elegido un nombre. Es decir, si 20 legisladores votaron “presente”, se necesitaría de 208 votos a favor para ser elegido portavoz. Esto ocurrió en 1943, 1997, 2015 y 2021.
Nuevamente, este es el escenario ideal, en donde todo se resuelve en una primera votación y sin sobresaltos, como viene ocurriendo desde 1923. Caso contrario, la peor realidad posible para McCarthy, estos son los pasos a seguir.
Según el Congressional Research Service, en caso de que ninguna persona reciba la mencionada mayoría, se repetirá la votación nominal hasta que alguien emerja como el nuevo portavoz.
El procedimiento también indica que “no se imponen restricciones sobre quién puede recibir votos en las votaciones posteriores. (Por ejemplo, no se elimina a ningún candidato por haber recibido el menor número de votos en la elección del hemiciclo, y el voto de un diputado no se limita a las personas que hayan recibido el mayor número de votos en votaciones anteriores)”.
Este proceso ha sido tortuoso más de una vez. En 1849, el Partido Demócrata tenía una mayoría muy estrecha y, como ingrediente principal al desastre, problemas internos. Después de 19 días y 59 votaciones, la Cámara adoptó el voto por pluralidad, lo que implicaba que la persona con el mayor respaldo en la siguiente votación sería la ganadora. En aquella oportunidad, Howell Cobb reclamó el cargo con 103 congresistas detrás suyo.
La última vez que se requirió más de una votación fue en 1923, cuando se necesitaron nueve para elegir un nombre, en aquel momento el de Frederick Gillett (R).
Las matemáticas de Kevin McCarthy para convertirse en portavoz
El actual líder de la minoría cuenta con el respaldo de Donald Trump y de la mayoría de congresistas republicanos para reclamar el mazo el próximo 3 de enero. Sin embargo, esto todavía no es suficiente.
Actualmente, los congresistas Matt Gaetz (R-FL), Andy Biggs (R-AZ), Matt Rosendale (R-MT), Ralph Norman (R-SC) y Bob Good (R-VA) han expresado públicamente su negativa a votar por McCarthy, haciendo temblar sus aspiraciones.
Sin embargo, si el californiano logra que estos legisladores suban a su barco (lo ideal) o al menos que voten “presente”, tendrá el camino despejado para suceder a Nancy Pelosi y devolverle al GOP el mazo que perdieron en el 2018.
Joaquín Núñez es licenciado en comunicación periodística por la Universidad Católica Argentina. Se especializa en el escenario internacional y en la política nacional norteamericana. Confeso hincha de Racing Club de Avellaneda. Contacto: [email protected] // Joaquín Núñez has a degree in journalistic communication from the Universidad Católica Argentina. He specializes in the international scene and national American politics. Confessed fan of Racing Club of Avellaneda. Contact: [email protected]