fbpx
Saltar al contenido

La peligrosa ignorancia de los fact-checkers

Por un lado, todo es relativamente obvio. Basta ser una buena persona y seguir el quinto mandamiento. No levantarás falso testimonio. Sí, claro que hay que verificar las fuentes. Claro que no puedo mentir. Si me confundo en algún documento o fuente, pido disculpas.

Hasta ahí, no parece haber dificultades. Pero cuidado, la diferencia entre información y opinión presupone a veces que puede haber hechos sin el horizonte personal del que afirma un mensaje.

Y allí comienzan los problemas, por la ignorancia de la más elemental hermenéutica, que no tiene nada que ver con el posmodernismo y la llamada “posverdad”. Si yo digo que Trump es presidente, sí, claro, es verdadero, es evidente, pero para decirlo tengo que saber qué es un presidente, esto es, debo estar habitando un mundo de la vida (lebenswelt) en el que se presupone un conjunto de tradiciones históricas donde ello sea evidente.

Se llama mundo de la vida, horizonte, creencias. Con estudiar un poquito de Husserl, Schutz, Gadamer y Ortega, ya está.

Veamos, como ejemplo, algunos titulares.

Argentina, 1982: “Recuperamos las Malvinas”.

Inglaterra,1982, el mismo día: Falkland Island were invaded.

A ver, fact-checker, decime, ¿cuál es la fake news?  

Otro caso:

AICA: Una madre asesinó a su hijo en el vientre.
Página 12: una madre interrumpió voluntariamente su embarazo.

Nuevamente, fact-checker, decime cuál es la fake news.

Hoy, Estados Unidos, Libertarian News: Aumento del gasto público por parte de Trump.

Fox News: Detalles del plan de estímulo a la economía por parte de Trump.

Una vez más te pido, fact-checker: identificá la fake news, por favor.

Página 12: Incremento de las desigualdades en el Chile capitalista.

Página Mises: Deterioro de la economía de mercado en Chile.

Otra vez, ¿dónde está la fake news?

Y ahora tomemos el siguiente ejemplo: “30 CASOS DE CORONAVIRUS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES” y “Más de 30 000 muertos por gripe en 2019”.

Fíjense qué interesante: primero, en mayúsculas (esto es lo primero que ve el lector), los 30 casos. Luego, en minúsculas, los 30 000 muertos (por gripe estacional) que hubo en la Argentina el año pasado (sí, he chequeado la fuente).

También es interesante que primero se escriba “caso”, sin distinguir si es asintomático, si es paciente de riesgo y demás. Segundo, se lo considera más importante que las gripes del año pasado, y por eso se las coloca (si de causalidad se habla de ello) de forma secundaria.

¿Y quién determina qué es lo más importante? El criterio de relevancia, de importancia, ¿es un hecho o una opinión? Además, el mensaje se diseña. ¡Oh, qué novedad! Se lo dice o escribe de un modo, de otro, se lo pone por aquí o por allá. ¿Tiene eso algo de malo? ¡Claro que no! Es imposible que no sea así, y además es bueno que sea de este modo. Pero el diseño, ¿es un hecho o una opinión?

¿Se están desayunando de todo esto, fact -checkers? Como me dijo una vez alguien (y para peor, en una facultad de comunicación): “Gabriel, cállate porque de filosofía acá no sabemos”. Si yo hubiera sido alguien muy malo mi respuesta debería haber sido: “precisamente por eso, cállese usted”.

Y en ciencia, ¿quiénes determinan la relevancia, la importancia, e incluso la verdad de algo? Los paradigmas dominantes. No, gente, no es teoría conspirativa. Es Thomas Kuhn, 1962, La estructura de las revoluciones científicas. Es cuestión de estudiarlo un poco, nada más. ¿Es posmoderno? No, no lo es.  Es nada más tomar conciencia de la historicidad de la ciencia.

Florencia, 1610. Diario Pomponazzi: el negacionista Galileo quiere demostrar que Copérnico tiene razón, y para colmo con un telescopio mal construido. ¡Qué imbécil, ¿no?!

¿Quién quedó luego como imbécil? Esto se llama historia de la ciencia. Es cuestión de estudiarla un poquito.

Por ende, fact-checkers, muy fácil: ustedes consideran fake news a lo que el paradigma alternativo considera verdadero, y consideran “serio”, “verdadero”, “chequeado” a lo que el paradigma dominante considera verdadero.

Magnífico. ¿No se les ocurrió, ni por un momento, que en una sociedad libre los paradigmas deberían debatir libremente, y los ciudadanos escuchar y decidir? No, claro. Para eso deberían leer y estudiar a John S. Mill, a Popper, a Feyerabend, a Mises, a Hayek.Así que, fact-checkers, nuevos pequeños nazis contemporáneos, estudien un poquito. Les paso la bibliografía. ¡Oh, no! ¿Estudiar? Claro, no, ustedes tienen “los hechos” de su lado, que buscan en Google. Y bueno, gente. Sean felices. Mientras tanto, ahoguen el grito de la verdadera verdad: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Bibliografía para fact-ckeckers:

Carrier, M. (2012), Historical approaches: Kuhn, Lakatos and Feyerabend (p. 132-151). En: Brown, J. R. (ed.). Philosophy of science: the key thinkers. London and New York: Continuum.

Feyerabend, P. (1981). Tratado contra el método. Madrid: Tecnos.

Feyerabend, P. (1982). La ciencia en una sociedad libre. Buenos Aires: Siglo XXI.

Feyerabend, P. (1989). Diálogo sobre el método. Madrid: Cátedra.

Feyerabend, P. (1991). Diálogos sobre el conocimiento. Madrid: Cátedra.

Feyerabend, P. (1992). Adiós a la razón. Madrid: Tecnos.

Feyerabend, P. (1995). Killing time. Chicago: University of Chicago Press.

Feyerabend, P. (2001). La conquista de la abundancia. Barcelona: Paidós Ibérica.

Gadamer, H. G. (1991). Verdad y método I. Salamanca: Sígueme.

Gadamer, H. G. (1993). El problema de la conciencia histórica. Madrid: Tecnos.

Gadamer, H. G. (1998). El giro hermenéutico. Madrid: Cátedra.

Habermas, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa. Racionalidad de la acción. Taurus: Madrid.

Husserl, E. (1970). The Crisis of European Sciences. Evanston: Northwestern University Press.

Husserl, E. (1986). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. México: Fondo de Cultura Económica.

Husserl, E. (1986). Meditaciones cartesianas. Madrid: Tecnos.

Husserl, E. (1989). Ideas Pertaining to a Pure Phenomenology and to a Phenomenological Philosophy: second book. Dordrecht: Kluwer.

Koyré, A. (1979). Del universo cerrado al universo infinito. Buenos Aires: Siglo XXI.

Kuhn, T. (1971). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.

Kuhn, T. (1966). La revolución copernicana. Madrid: Orbis.

Kuhn, T. (1989a). Qué son las revoluciones científicas y otros ensayos. Barcelona: Paidós Ibérica.

Kuhn, T. (1989b). La tensión esencial. México: Fondo de Cultura Económica.

Kuhn, T. (2000). The road since structure. Chicago: University of Chicago Press.

Lakatos, I. (1989). La metodología de los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.

Leocata, F. (1987). El hombre en Husserl. Sapientia, 42, 345-370.

Leocata, F. (2000). Idealismo y personalismo en Husserl. Sapientia, 55 (207), 397-429.

Leocata, F. (2003). Persona, lenguaje, realidad. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Católica Argentina (EDUCA).

Leocata, F. (2007). Estudios sobre fenomenología de la praxis. Buenos Aires: Proyecto.

Leocata, F. (2010). Filosofía y ciencias humanas. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Católica Argentina (EDUCA).

Llano, A. (1999). El enigma de la representación. Madrid: Síntesis.

Mill, J. S. (1882). A system of logic. New York: Harper.

Muñoz Torres, J. R. (1995). Objetivismo, subjetivismo y realismo como posturas epistemológicas sobre la actividad informativa. Comunicación y Sociedad. Pamplona, España, 8, 2, 141-171.

Popper, K. (1983). Conjeturas y refutaciones. Barcelona: Paidós Ibérica.

Popper, K. (1985). La lógica de la investigación cientifica. Madrid: Tecnos.

Popper, K. (1988). Conocimiento objetivo. Madrid: Tecnos.

Ricoeur, P. (2010). Del texto a la acción. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Schutz, A. (1967). The Phenomenology of the Social Word. Chicago: Northwestern University Press.

Schutz, A. (1970). On Phenomenology and Social Relations. Chicago: University of Chicago Press.

Schutz, A. (2003a). Las estructuras del mundo de la vida. Buenos Aires: Amorrortu.

Schutz, A. (2003b). Estudios sobre teoría social II. Buenos Aires: Amorrortu.

Wittgenstein, L. (1988). Investigaciones filosóficas. Barcelona: Crítica.

Wittgenstein, L. (2000). Sobre la certeza. Barcelona: Gedisa.

Gabriel Zanotti

1 comentario en «La peligrosa ignorancia de los fact-checkers»

Deja una respuesta

Total
0
Share