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Lady Gaga en Joker 2: Hollywood vuelve a la carga con el mito de la brecha salarial

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Los sueldos de Lady Gaga en la secuela de Joker y de Bryce Dallas Howard en la saga de Jurassic Park han reflotado el mito de la “brecha salarial” entre actores y actrices.

Hollywood es una de las principales puntas de lanza de la ideología izquierdista. No sólo se trata de que el contenido de sus películas esté impregnado de marxismo, sino que también todo el chismorreo a su alrededor adolece de este vicio. Ahora vuelven a la carga con la falacia de la “brecha salarial” entre actores y actrices.

En la última semana hemos visto cómo la prensa progresista se ha coordinado para volver a poner en el centro del debate la supuesta injusticia de la “brecha salarial” entre hombres y mujeres. No parece casual que en cuestión de días se le haya dado mucha difusión a la disparidad de sueldos entre los protagonistas masculinos y femeninos de dos de las franquicias más populares y taquilleras del momento: Joker y Jurassic Park.

Tampoco parece una coincidencia que este debate se reavive justo antes de las elecciones de medio término, con un Partido Demócrata con respiración asistida y con la necesidad de fabricar una injusticia social con la que motivar a la sociedad, cómo no, dividiéndola.

Según Variety, Bryce Dallas Howard cobró $8 millones por su papel en la nueva trilogía de Jurassic Park, mientras que su compañero Chris Pratt se embolsó $10 millones. Aunque Bryce Dallas Howard —hija del afamado cineasta Ron Howard— aseguró que le “pagaron mucho menos de lo que los informes decían, muchísimo menos”.

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Bryce Dallas Howard y Chris Pratt. (EFE de Emilio Naranjo)

Lo explicó diciendo que “cuando empecé a negociar para ‘Jurassic‘, era 2014 y era un mundo diferente, y estaba en gran desventaja. Y, desgraciadamente, tienes que firmar por tres películas y así se fijan los acuerdos”.

El problema con esta explicación es que achaque su “gran desventaja” a que “era un mundo diferente”, como dando a entender que hace casi una década Hollywood no tenía tan en cuenta las reclamaciones igualitarias del feminismo, y que como ahora sí presta más atención a estas cuestiones, vivimos en un mundo más justo para las actrices.

Lo que Bryce Dallas Howard no parece entender es que quien era diferente en 2014 no era el mundo, sino ella. Por aquel entonces sólo era conocida por ser la hija de Ron Howard y por haber participado en The Village y Lady in the Water, dos fracasos consecutivos de M. Night Shyamalan; por haber sido Gwen Stacy en Spider-Man 3, la más odiada de la trilogía de Sam Raimi y punto final de este director con el superhéroe; por haber estado en Terminator Salvation, otro escalón de bajada en la franquicia iniciada por James Cameron; y por un papel muy secundario en la saga Twilight.

Mientras que Chris Pratt venía de ser Andy Dwyer/Burt Macklin, uno de los personajes más queridos de la exitosa y galardonada serie Parks & Recreation; también había sido pieza clave en el exitazo de Guardians of the Galaxy, interpretando a Peter Quill/Starlord; y también fue pieza clave —aquí la redundancia está más que justificada— en The Lego Movie, dando vida a Emmet Brickowski.

La “brecha salarial” no tiene su origen en un machismo heteropatriarcal endémico en la industria ni en la sociedad, sino en que las empresas pagan por las expectativas en el desempeño y el éxito, independientemente de lo que tengas entre las piernas —o cómo te percibas—. Ahora que Bryce Dallas Howard ha demostrado sus capacidades como actriz en éxitos como la saga Jurassic y Black Mirror, y también como directora en la aclamada The Mandalorian, podrá negociar al alza sus honorarios, igual que han hecho sus compañeros hombres dando a valer sus propios logros.

Hablar de brecha salarial en Joker 2 da mucha risa

La polémica que se está intentando fabricar con el sueldo de Lady Gaga en la nueva entrega de Joker ejemplifica perfectamente lo absurdo de las denuncias por supuesta discriminación machista.

Joker: Folie à Deux es el título de la segunda entrega de la película que en 2019 revolucionó el género cinematográfico del cómic y se convirtió en una de las más taquilleras e icónicas de la historia. La secuela quiere ser tan innovadora y revolucionaria como la original, y ha hecho la atrevida apuesta de plantearla como una película musical.

Para enfatizar la parte musical han decidido que quien acompañe al multi-premiado Joaquin Phoenix sea la consagrada cantante —pero incipiente actriz— Lady Gaga. A pesar de que cobrará la nada despreciable cifra de $10 millones, la izquierda quiere convencernos de que Lady Gaga es víctima de una injusticia porque Joaquin Phoenix cobrará $20 millones.

Curiosamente, se da la circunstancia de que Joaquin Phoenix, hace unos años dijo querer reinventarse y abandonar su carrera de actor para convertirse en rapero. Aún no está muy claro si todo fue un stunt publicitario para un documental, o si verdaderamente quiso emprender una nueva carrera musical, pero…¿hubiera sido lógico que una discográfica le hubiera pagado tanto como a Beyoncé, o como a la propia Lady Gaga?

Evidentemente no, porque su talento y popularidad como actor era bien conocida, pero su capacidad para rapear lo suficientemente bien como para vender millones de discos estaba por ver, y nada de esto guarda relación alguna con que sea hombre o mujer.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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