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Según las cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido, las personas completamente vacunadas tienen muchas menos probabilidades de morir con COVID-19 que aquellas que no lo están o que solo han recibido una dosis.
De un total de 51,281 muertes por covid-19 registradas entre el 2 de enero y el 2 de julio de 2021 en Inglaterra, apenas 640 de ellas se registraron entre personas vacunadas. Esto representa un 1.24 % de las muertes asociadas al COVID-19.
Vale decir que, aunque aunque esas 640 personas habían sido vacunadas, 256 habían esperado los 14 días posteriores a la vacunación sin recibir una PCR positiva. En ese sentido, lo que la ONS considera como muertes asociadas al COVID-19 tras la inmunización completa equivale al 0.49 % de los casos.
Sin embargo, en su mayoría eran personas con un riesgo muy alto de morir a causa del COVID-19. La media de edad de las personas que fallecieron tras recibir ambas dosis de la vacuna es de 84 años, y sólo 59 de esas personas estaban completamente sanas: carecían de alguna comorbilidad o condición crítica de salud previa a la infección con el virus.
De tal forma que las muertes tras la vacunación tienden a ocurrir en los más vulnerables, hombres y personas con sistemas inmunológicos debilitados, con una edad promedio de 84 años.
Los datos indican que, entre los que murieron después de dos dosis, un 13 % estaban inmunodeprimidos, el 61 % eran hombres y más del 75 % eran extremadamente vulnerables clínicamente.
Es decir, sólo el 0.11 % de las muertes por covid-19 registradas en los primeros 6 meses de 2021 fueron personas saludables que ya habían recibido ambas dosis de la vacuna.
Esto se traduce en que, en personas saludables, menores de 84 años y que ya hayan recibido ambas dosis, la vacuna evita la muerte en un 99.89 %. En general, sin tomar en cuenta edad ni comorbilidades, la vacuna previene la muerte en un 98.76 % de los casos.
Recientemente, la especialista en vacunología y co-creadora de la vacuna de Oxford-AstraZeneca, la profesora Sarah Gilbert, dijo que una tercera dosis sería innecesaria dado que las vacunas contra el COVID-19 brindan una fuerte protección contra el virus al cumplirse un año de aplicación de ambas dosis.