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Los Tacos de Jill Biden

Los Tacos de Jill Biden

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Las declaraciones de la primera dama Jill Biden reduciendo la diversidad de la comunidad hispana a los tacos mañaneros que regularmente se comen en San Antonio, a las bodegas latinas típicas del Bronx y a unas flores de Miami, son un ejemplo más de la actitud condescendiente de los demócratas hacia los hispanos.

Está claro que las expresiones de la señora Biden no fueron una mera metedura de pata, unos comentarios extemporáneos dichos en el entusiasmo del momento. Para nada. Fueron palabras escritas para un discurso magistral ante una de las principales organizaciones hispanas liberales del país —UnidosUS— y, como tal, son una expresión de lo que ella piensa sobre los latinos en los Estados Unidos.

Muchos, entendiblemente, se han sentido ofendidos e incluso importantes organizaciones han reaccionado públicamente criticando los comentarios de la primera dama. La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ por sus siglas en inglés), por ejemplo, declaró con vehemencia que los hispanos “no son tacos” y exhortó “a la doctora Biden y a su equipo de redactores a tomar tiempo en el futuro para entender mejor las complejidades de nuestra gente y comunidades”.

No obstante, es importante señalar que lo que dijo Jill Biden realmente no es nada novedoso ni nos debe sorprender. Es, de hecho, un reflejo de la visión simplista y de izquierda sobre los hispanos que han adoptado los políticos demócratas desde hace ya varias décadas y que limita la variedad y riqueza de la comunidad hispana a elementos de la cultura popular: la comida, el baile, la música, etc.

Para los activistas y políticos “progresistas” lo que verdaderamente define la esencia de ser hispano —su amor por la familia, el valor central de la fe en su vida, sus ganas de trabajar duro y echar hacia delante— es algo secundario que, con frecuencia, es ignorado o, incluso, menospreciado.

Y ni hablar de la gran diversidad de ideas que existe en la comunidad hispana. Para la inmensa mayoría de los ideólogos liberales esta diversidad es prácticamente inexistente. Piensan que la comunidad latina es más bien monolítica, que todos pensamos lo mismo y, por supuesto, que la mayoría somos de izquierda.

Matt Barreto, el encuestador predilecto de lo demócratas, ha planteado que una supuesta conciencia “pan-étnica” hispana está emergiendo y que los hispanos se encuentran a la izquierda de los “blancos no-hispanos” en un sinnúmero de temas. Y, recientemente, en un panel de análisis político en una de las principales cadenas televisivas hispanas el día de las elecciones del 2020, una de las lideres de UnidosUS, la misma organización a la que se dirigió la señora Biden, comentó confiada que los latinos, en términos generales, tienen las mismas prioridades y posturas en cuanto a los principales retos que enfrenta el país.

Cabe mencionar, por otra parte, que la señora Biden también se equivoca al repetir en su discurso el cliché demócrata de que la diversidad es la fortaleza de la comunidad hispana. Los hispanos valoran esa diversidad, así como la cultura y tradiciones de sus países de origen, pero reconocen que lo que les permite tener éxito en los Estados Unidos y alcanzar el sueño americano no son las diferencias que puedan tener con otros ciudadanos, sino la capacidad para superarlas e integrarse plenamente a esta sociedad como un americano más. Los hispanos entienden, mejor que muchos, el lema de esta gran nación, E Pluribus Unum, “De Muchos, Uno”, y no aprecian que los demócratas y activistas liberales continuamente estén intentando de separarlos del resto de la ciudadanía.

Los hispanos hoy en día están mucho mejor informados que antes y pueden ver con claridad cómo los demócratas los subestiman.  Lo ven no solo en sus palabras, sino, sobre todo, en sus políticas. Los hispanos resienten cuando los demócratas promueven políticas para sexualizar a niños en las escuelas sin autorización de los padres; cuando proponen medidas que limitan la capacidad de sus iglesias para proveer servicios a la comunidad de acuerdo con sus creencias; o cuando imponen cierres arbitrarios e injustificados a los negocios hispanos. Estos son ataques a cosas que los hispanos consideran fundamentales en sus vidas.

Por eso, los hispanos están dejando el Partido Demócrata y manifestando públicamente su frustración con este. En este sentido, no nos debe llamar la atención que, según la última encuesta de la Universidad de Quinnipac, apenas un 19 % de los hispanos apruebe del desempeño del presidente Biden.

Que no quepa duda: las palabras de la primera dama solo contribuyeron a aumentar esa decepción de la comunidad hispana con los demócratas. Los hispanos ya están cansados de la falta de seriedad y respeto con que el Partido Demócrata continuamente los trata.

El autor es presidente del Latino Partnership for Conservative Principles, ex jefe de la Oficina de Ciudadanía de los Estados Unidos y columnista de El American.

Alfonso Aguilar es de Senior VP and Political Director de El American, exjefe de la Oficina de Ciudadanía de los Estados Unidos durante la administración del presidente George W. Bush y presidente del Latino Partnership for Conservative Principles. // Alfonso Aguilar is the Senior VP and Political Director of El American and former head of the Office of United States Citizenship during the administration of President George W. Bush and president of the Latino Partnership for Conservative Principles.

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